Playas de Lanzarote: un litoral para todos los gustos
Escrito por
04.09.2024
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Lanzarote vuelve a aparecer este año entre los destinos turísticos más buscados por los viajeros. La cuarta isla canaria más grande sigue consolidándose entre los principales centros de veraneo a nivel mundial. El pasado año, la Isla de los Volcanes estableció un nuevo récord de visitantes: recibió a un total de 3.179.036 turistas, según el Centro de Datos del Cabildo de Lanzarote (más de la mitad de ellos, británicos). Mientras, la población de derecho de la isla no llega a los 160.000 habitantes.
Sabías que…
Se cree que Lanzarote debe su nombre al marino genovés Lancelotto Malocello, uno de los primeros exploradores de la isla. Anteriormente, los aborígenes la llamaban Tyterogaka o Tytheroygatra, que se ha traducido como ‘Las Coloradas Lomas’, debido a su paisaje rojizo.
También llamada la Isla del Fuego por su origen volcánico, Lanzarote cuenta con un clima privilegiado que la hace visitable durante prácticamente todo el año. Y además, dispone de numerosos atractivos turísticos: sus pueblos blancos con ventanas verdes o azules (según se encuentren en la costa o el interior), sus más de 300 volcanes (incluyendo los del Parque Nacional del Timanfaya), que forman paisajes brutales propios de otro planeta, o los secretos y sorpresas que esconden la cueva de Los Verdes o los Jameos del Agua.
Y por encima de todo, sus playas. Lanzarote cuenta con más de cien playas repartidas a lo largo de 191 kilómetros de litoral. En EscapadaRural nos hemos quedado con seis de las más representativas, con el objetivo de ofrecerte una pequeña muestra de la variedad que ofrece una isla con playas para todos los gustos.
Playa de Famara, una de las playas de Lanzarote más salvajes
Agreste, salvaje y sobrecogedora. Así es la playa de Famara, un impresionante arenal de cerca de tres kilómetros de extensión situado a los pies de un risco de 672 metros de altitud. Se trata de una playa de ámbito semiurbano, en la que la ocupación no es muy alta. Dispone de parking a pie de arena (de hecho, la arena invade frecuentemente el parking) y carece de servicios, aunque sí cuenta con socorristas durante todo el año, en horario de 10:00 a 18:00.
Famara es una playa ventosa, con fuerte oleaje y peligrosas corrientes, por lo que no está recomendada para el turismo familiar. O, dicho de otra manera, hay que tener mucho cuidado al bañarse y vigilar a los niños. Por contra, es uno de los paraísos surferos y windsurferos de Lanzarote, y un lugar perfecto para dar largos paseos a la orilla del mar, por su brisa fresca y sus preciosas vistas. También se puede subir en coche a lo alto del risco de Famara, que es el punto más alto de la isla. Desde allí podremos contemplar una increíble panorámica del entorno y de la isla de La Graciosa.
Como curiosidad, en el centro de la bahía todavía descansan los restos de un barco hundido hace 40 años. Se trata de ‘El Rolla 1’, un mercante que encalló en Famara en enero de 1982 con cuatro mil toneladas de cemento a bordo, cuando se dirigía a Nigeria desde Águilas (Murcia). Sus 23 tripulantes pudieron ser rescatados antes de que se hundiera definitivamente. Durante cuatro décadas la fuerza del mar ha ido despedazando el navío, que antes era plenamente visible pero que ahora asoma únicamente la punta de su proa durante la bajamar. Muy posiblemente, pronto dejará de poder verse.
Playa Dorada, familiar y con todos los servicios
En el extremo opuesto en cuanto a tipología de playas se encuentra Playa Dorada. Situada al sur de la isla, en el municipio de Playa Blanca, se trata de una playa urbana, de ámbito familiar y dotada con todos los servicios. Resulta ideal para acudir con los peques de la casa, como todas las del entorno. Y perfecta también si eres un amante del snorkel.
Aquí encontraremos aguas tranquilas, cristalinas y poco profundas, donde disfrutar de refrescantes chapuzones y descansar tumbado en su arena fina y blanca, resguardado del viento. Eso sí, son playas con un grado de ocupación mucho más alto. Playa Dorada dispone de aparcamiento y de accesos adaptados para personas con movilidad reducida. Cuenta con numerosas opciones de ocio y establecimientos de restauración en sus alrededores.
Playa Las Cucharas, una de las playas de Lanzarote más preparadas para el turismo
Otra gran opción para el turismo familiar entre las playas de Lanzarote es Las Cucharas, en el municipio de Costa Teguise, al este de la isla. Se trata de una zona turística que dispone de todos los servicios para los viajeros, incluidos el alquiler de hamacas y sombrillas, a diferencia de otras playas de Lanzarote. En el entorno cuenta también con numerosas alternativas de restauración y un bonito paseo marítimo que recorre el frente litoral.
Las Cucharas es una playa de arena blanca que se encuentra en una zona ventosa, por lo que es una de las preferidas por los windsurfistas. La zona de baño está protegida por espigones, lo que hace que sus aguas sean tranquilas y seguras para ir con niños. Además, en Las Cucharas tendremos la oportunidad de practicar distintos deportes acuáticos en alguna de las empresas que ofrecen sus servicios en el entorno. Es una playa accesible y que cuenta con el distintivo de calidad de la Bandera Azul.
Calas del Papagayo, las playas de Lanzarote más paradisíacas
Si entre las playas de Lanzarote queremos buscar calas paradisíacas, esas de aguas turquesa y arena finísima, la Punta del Papagayo es el lugar. Se trata de un conjunto de diferentes calas a las que se llega en coche, tras un recorrido de unos quince minutos por un camino pedregoso. Para acceder hay que pagar tres euros, que se dedican al mantenimiento del parque natural de Los Ajaches, donde están situadas estas playas.
Una vez en el parking, hay que descender desde un acantilado para llegar a la playa, que se alcanza sin mayor dificultad. La cala más afamada es la playa del Papagayo, un auténtico paraíso del snorkel protegido por formaciones rocosas y repleto de vida marina. Arena fina y blanca, aguas transparentes, ausencia de oleaje… el típico lugar donde quieres que se pare el tiempo para no tener que volver a tu rutina. Perfecta y segura también para acudir con niños.
En el parque natural se ubican también otras playas y calas preciosas como playa Mujeres, la playa del Pozo, la playa de la Cera o la caleta del Congrio, esta última frecuentada por nudistas. La reserva natural del Papagayo, aunque suele estar bastante concurrida en temporada alta, está bastante aislada y carece de servicios, más allá del chiringuito situado junto al parking. Tampoco tiene servicio de salvamento. Por lo tanto, es recomendable llevar con nosotros todo lo necesario para pasar una estupenda jornada playera.
Caletón Blanco y caleta del Mojón Blanco, playas de Lanzarote para perderse
Otras de las playas más aisladas de Lanzarote que hacen las delicias de sus visitantes son el Caletón Blanco y la caleta del Mojón Blanco, junto al pueblo de Órzola, al norte de la isla. Como decimos, se trata de sendas playas de ámbito aislado, aunque ambas cuentan con fácil acceso y con aparcamiento junto a la carretera, muy cerca de la arena. Si decidimos visitarlas, tendremos que llevar con nosotros todo lo que necesitemos, ya que carecen de servicios, incluso el de salvamento.
Tanto el Caletón Blanco como el Mojón Blanco son playas de arena blanca y aguas cristalinas cuya morfología cambia con las mareas, llegando incluso a formar piscinas naturales. Ambas nos ofrecen increíbles rincones que explorar durante nuestros chapuzones. Eso sí, hay que tener cuidado con dónde dejamos nuestras cosas, porque en cuestión de minutos pueden desaparecer bajo el agua cuando sube la marea. Son playas transparentes y de poca profundidad, ideales para practicar snorkel y adentrarse en el océano sin riesgos. Es recomendable llevar escarpines, que nos facilitarán desplazarnos con comodidad entre sus formaciones rocosas.
Playa de Matagorda, una experiencia diferente entre las playas de Lanzarote
Una de las playas de Lanzarote que nos ofrece una experiencia que se sale de lo habitual es la playa de Matagorda, situada en el municipio de Tías. La particularidad de esta playa es que se encuentra muy cerca del aeropuerto, por lo que podemos observar de cerca (y fotografiar) el despegue y el aterrizaje de los aviones. El punto ideal es el llamado ‘mirador de acercamiento’, situado en la misma arena. Los más pequeños de la casa, boquiabiertos por el espectáculo, seguro que alzarán la mano con la esperanza de tocar alguno de los aparatos.
Por lo que respecta a la playa, Matagorda cumple con creces las expectativas del turismo familiar. La playa dispone de diferentes alternativas de ocio y restauración en su entorno. Está dotada con servicios completos, es accesible para personas con movilidad reducida y tiene Bandera Azul. Es una playa con suficiente amplitud para encontrar espacio aunque esté concurrida, y sus aguas tranquilas nos permiten disfrutar de un baño seguro para toda la familia… entre aviones.
Miguel Perez
Me encanta el fútbol, leer, viajar, descubrir nuevos destinos y contártelos