El Panteón de Agripa español que está en un pueblo de Granada
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13.09.2024
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A menudo soñamos con destinos lejanos para ver auténticas maravillas naturales o para descubrir un rico patrimonio artístico y no nos damos cuenta de las verdaderas joyas que tenemos cerca de casa. Si te gusta el estilo arquitectónico romano con toques griegos, en Roma encontrarás un paraíso. Pero en la sierra de Granada también podemos encontrar un buen exponente en el pueblo de Montefrío.
Hay quien dice que Montefrío es una ‘mini Roma’ en Granada porque tiene una iglesia, la de Nuestra Señora de la Encarnación, que es una réplica del conocido Panteón de Agripa de la capital italiana. Recorremos este singular monumento que ha llamado la atención de los que lo visitan.
¿Por qué hay una réplica del Panteón de Agripa en Granada?
De todas las partes del mundo en las que podía haber un edificio casi calcado al majestuoso Panteón de Roma, ¿por qué está en la pequeña localidad de Montefrío? Antes de nada, hay que decir que se construyó el templo porque la antigua iglesia presentaba un estado bastante precario: sufrió graves destrozos por un terremoto en 1540 que derivaron en goteras y, posteriormente, le cayó un rayo en 1766.
Además, aquella deteriorada iglesia estaba en lo alto de una cuesta; que la fe mueve montañas, pero si se puede evitar subirlas, mejor. Así que los devotos del lugar pidieron un templo más accesible, en el centro del pueblo. Así llegamos a 1786, cuando empezó a construirse la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, más conocida como “La Redonda”.
La diseñó el arquitecto gallego Domingo Lois de Monteagudo, que fue discípulo del madrileño Ventura Rodríguez, autor de importantes iglesias de corte neoclásico en la provincia de Granada, siguiendo los patrones de la Academia. De hecho, el propio Lois fue a Roma a estudiar, ciudad en la que se enamoró del Panteón de Agripa. Ya os podéis imaginar el desenlace: ¿Por qué no copiar las trazas e intentar replicarlo en su tierra? Así fue.
La mala fortuna hizo que no la viera ni empezar. Construida entre 1786 y 1802, el arquitecto ensimismado en el templo romano murió un año antes del inicio de las obras. Al final se puso al mando otro arquitecto, Francisco Aguado, y el aparejador Francisco Quintillán, que era sobrino de Lois. El resultado es un edificio sorprendente e inesperado en plena serranía de Granada.
Así es el Panteón de Agripa de Granada
La iglesia de la Encarnación de Montefrío se alza como una réplica con personalidad propia del Panteón de Agripa de Roma. Así, tiene una planta circular cubierta por una inmensa cúpula de piedra, cuyo único precedente era el del templo italiano. La piedra de sillería es lo que hoy diríamos un producto de “kilómetro cero”: se extrajo de las canteras locales de San Cristóbal. De estilo neoclásico, está considerada una obra ejemplar de la Ilustración española y está declarada Bien de Interés Cultural (BIC).
En la enorme base circular de la iglesia de Montefrío hay dos pequeños rectángulos adosados: uno yace a modo de cabecera, donde está la capilla mayor; y el otro es el acceso de los fieles al recinto. En su puerta principal hay un arco de medio punto en el que figura un escudo borbónico de la época; y es que era el momento del reinado de Carlos III. Por detrás de la iglesia sobresale la torre-campanario.
Si vamos al interior, nos recibirá un templo con 30 metros de diámetro. Junto al altar mayor hay una escalinata que conduce a la galería del coro; al otro lado, está la sacristía en la que se preservan diferentes piezas de orfebrería, entre las que destacan un cáliz de plata y un portaviático de estilo barroco (un curioso instrumento que llevaba el cura del momento para santiguar al enfermo en su lecho). En los muros se alternan capillas con arcos de medio punto con imágenes, esculturas y retablos varios.
Montefrío, un pueblo monumental
Montefrío. Por el nombre del pueblo podríamos pensar que hace mucho frío. Y así es, ya que está a más de 800 metros de altitud y en invierno no es difícil ver los alrededores cubiertos por el manto blanco de la nieve. Sin embargo, la palabra que bautiza el lugar viene de “monte ferido” (monte herido).
La iglesia de la Encarnación de Montefrío no solo es interesante por su parecido con el Panteón de Agripa de Roma, también es bonita de ver desde fuera, por el entorno que le rodea. Está en la plaza de España, abrazado por las callejuelas de Liñanes y Alcalá.
Desde este punto se ve una mole en la que se alza la iglesia de la Villa en el recinto del antiguo castillo de Montefrío, una vieja fortificación árabe que hoy se ha reconvertido en el interesante Centro de Interpretación de la Última Frontera de Al-Ándalus. Un completo recorrido por el Reino Nazarí de Granada que hace hincapié en el periodo de la guerra final, entre 1482 y 1492.
También es interesante acercarse a la iglesia y convento de San Antonio, con elementos que nos recuerdan a la antesala del Patio de los Leones de la Alhambra de Granada, como el patio y la fuente central que está a ras de suelo en su claustro.
Si buscáis panorámicas del pueblo, no dejéis de asomaros al mirador del Arrabal (junto al castillo) y al mirador de las Peñas. Desde ambos podremos divisar perspectivas diferentes del municipio, en la que destaca la peculiar cúpula de la iglesia de la Encarnación entre un paisaje adornado con lomas y olivares.
Durante el día vale la pena pasear sin rumbo por el caserío encalado de Montefrío, por sus estrechas calles con casitas de fachadas blancas, visitando sus obras monumentales. Por la noche, no te pierdas la iluminación que se hace de sus dos edificios más emblemáticos: castillo y la iglesia de la Encarnación. Como ves, ¡no hace falta ir demasiado lejos para volar en el tiempo y admirar auténticas bellezas arquitectónicas!
Raquel Andrés