Pazoterapia: 5 pazos para volver como nuevo de Galicia
Escrito por
30.09.2021
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Un pazo es una casa señorial y tradicional gallega, generalmente ubicada en el campo. Desde el siglo XVII al XIX fueron esenciales como centros de poder. Eran, pues, la administración local en un sistema feudal. El término pazo deriva del latín palatium (palacio).
Su uso como palacio se da una vez terminadas las batallas bélicas señoriales del siglo XV, pues hasta esa fecha sirvieron de fortalezas defensivas. Muchos hidalgos ocuparon sus torres. Los pazos fueron tan importantes, que incluso algunos dieron nombre a la localidad: Pazos de Borbén, Pazos de Monte, Pazos de Borela, Pazos de Reis, etc. Y fueron retratados en la literatura. Emilia Pardo Bazán describió la vida en los pazos en su popular novela Los pazos de Ulloa.
Dormir hoy en un pazo es penetrar en su historia y habitar las dependencias de los hidalgos de un tiempo que no volverá. Rodeados de naturaleza, uno llega como nuevo tras una escapada de «pazoterapia».
1. Pazo dos Ulloa
El famoso pazo dos Ulloa, que Emilia Pardo Bazán inmortalizó en su novela publicada en 1886 y que fue llevada al cine y televisión, está en Ribadavia. Un municipio de Orense que destaca por sus famosos vinos y su abundante riqueza monumental, natural y paisajística. De su pasado ha heredado, además de casas hidalgas y nobles pazos, iglesias, capillas, santuarios y conventos.
El pazo dos Ulloa se levantó en el siglo XV y, aunque Pardo Bazán no cuenta la historia de este lugar en concreto, sí lo hizo de la vida señorial en decadencia de los pazos de la zona a finales del siglo XIX.
En total, el pazo dispone de 9 habitaciones dobles con cuarto de baño que se pueden alquilar por separado.
2. Pazo de Esposende
También en Ribadavia, a pocos metros del Pazo dos Ulloa, está el Pazo de Esposende. Una antigua casa señorial de piedra construida a orillas del río Avia a principios del siglo XVI y que dirigió gran parte de la vida económica de una tierra vinícola histórica: la comarca del Ribeiro.
Hoy es un centro de placeres viajeros: descanso en sus dependencias, degustar la gastronomía de la zona y catar los vinos de Ribeiro en una exquisita bodega.
El Pazo de Esposende cuenta con 10 habitaciones dobles, además de jardines, patio interior, salón con chimenea y restaurante.
3. Pazo Cibrán
El Pazo Cibrán está ubicado en un pintoresco valle agrícola a 7 km. de Santiago de Compostela. Fue construido en el siglo XVIII, rodeado de árboles. Aunque el pazo ha sido reformado, en sus interiores se ha conservado parte del mobiliario original de la época, la biblioteca, el piano y el antiguo jardín, entre otros.
El Pazo Cibrán tiene capacidad para 25 personas, dispone de jardín, huerto ecológico, biblioteca, colección de juegos, bicicletas y sirven desayunos.
Además de su historia y belleza, el Pazo Cibrán también se caracteriza por la amabilidad de sus inquilinos, quienes os ayudarán a crear las rutas necesarias para disfrutar de Compostela y de sus alrededores.
4. Pazo Carrasqueira
El Pazo Carrasqueira emerge en pleno corazón del Valle de Salnés (Ribadumia, Pontevedra) desde el siglo XVII. Tiene muros gruesos y era el centro de la vida social y administrativa en las Rías Baixas hace más de dos siglos.
Pocos imaginarían que el Pazo Carrasqueira tuviera hoy internet, 9 habitaciones dobles con calefacción, hilo musical o un jardín con piscina y solárium.
5. Pazo da Cruz
El Pazo da Cruz tiene una larga vida de comodidades y modernidad a pesar de sus cuatro siglos de historia. Se construyó en Vilarmaior (A Coruña) para las labores campesinas.
El viajero de hoy encontrará un ambiente de época, la tranquilidad que proporciano estar envuelto por la naturaleza y la renovada sensación de autenticidad con los productos naturales de su huerto ecológico.
Pazo da Cruz dispone de 11 habitaciones distribuidas entre los tres edificios, salones, 2 comedores y una capilla. En sus exteriores cuenta con jardines, un huerto ecológico y un tradicional hórreo gallego.
Redacción ER
Verdaderas maravillas, encantado de recibir información