Cala Mondragó, una playa paradisíaca en Mallorca

Las Islas Baleares son un auténtico paraíso de calas de ensueño. En cualquiera de sus islas encontraremos playas donde disfrutar del mar Mediterráneo y del sol, aunque si me dan a elegir, yo me quedo con la cala Mondragó, dentro del Parque Natural Mondragó, en Mallorca.

Bien es cierto que estoy haciendo un poco de trampa, pues en este parque natural de Mallorca cercano a Santanyí, en el sureste de la isla, hay dos playas. La que le da nombre, la cala Mondragó, es la entrada a esta pequeña pero pintoresca área protegida. Con su tradicional chiringuito y un bloque de pisos alejado un centenar de metros, esta playa está bastante concurrida. No es para menos, pues el entorno es idílico, con la arenal encajonado entre pequeños acantilados de roca desnuda, coronada por los verdes pinos.

Además, el mar es aún más tranquilo de lo que suele ser el Mediterráneo, al estar la cala dentro de una lengua de mar que crea un pequeño remanso, aprovechado por muchos navegantes para amarrar sus barcos de recreo y disfrutar de unos cuantos chapuzones en este entorno privilegiado.

La otra playa de Cala Mondragó está mucho menos concurrida. El motivo es que hay que caminar por un pequeño sendero al borde del acantilado hasta llegar a la cala de S’Amarador. Esta playa, casi virgen, es la que realmente me cautivó: con su arena dorada, su entorno totalmente natural y ese azul intenso del mar y del cielo tan de las Baleares.

Lo mejor es que al otro lado de la playa empieza una red de senderos que discurre por la costa del parque natural y por el interior del bosque, por lo que nos podemos pasar un buen rato descubriendo pequeños rincones, oteando el horizonte en busca de otras islas, oliendo el intenso bosque, saltando de piedra en piedra, o haciendo fotografías. Te aseguro que es muy fácil que salgan bonitas con este entorno.

Rutas por el Parque Natural de Mondragó

El Parque Natural de Mondragó cuenta con varias rutas de baja dificultad para disfrutar del entorno de una de las zonas más naturales y bonitas de Mallorca. Muchas de ellas se pueden realizar desde la misma cala de Mondragó.

• Ruta a Ses Fonts de n’Alis: Una de ellas es la que parte desde el aparcamiento y va hasta el mirador de Ses Fonts de n’Alis cruzando el bosque y rodeando el estanque homónimo. Es una ruta muy corta de 640 metros, por lo que lleva unos 15 minutos.

• Ruta Sa Guàrdia d’en Garrot: Si nos quedamos con ganas de más, desde la playa de Ses Fonts de n´Alis (Caló d’en Garrot) parte un sendero de 940 metros hasta la playa Caló des Burgit. En total son unos 25 minutos andando junto a pinares. Allí es donde se encuentra el nido de ametralladoras levantado en los años 40 sobre una torre vigía que sirvió para defenderse de los piratas en los siglos XVI y XVII.

• Ruta de la punta de Ses Gavotes: Se trata de un mirador natural al mar y a todo el litoral. El camino lo podemos tomar en la playa de S’Amarador, son unos 660 metros de sendero circular que llevan unos 25 minutos andando.

• Ruta al estanque de S’Amarador: Desde la misma playa de S´Amador podemos realizar otra ruta circular para ver el estanque, una de las pocas áreas de albufera que se conservan en este litoral de Mallorca. En total el itinerario tiene algo menos de 1 kilómetro de longitud.

Cómo llegar a la cala Mondragó

Llegar hasta aquí es posible tanto en autobús público como en automóvil o bicicleta, teniendo que seguir únicamente las indicaciones hasta llegar al aparcamiento al lado de la playa. Desde Palma podemos coger la carretera Ma-19 que va en dirección a Portopetro. Antes de llegar a la rotonda verás que el acceso a la cala está señalizado. Una vez allí, podemos dejar el coche en el aparcamiento de la cala Mondragó o en el de la playa de s’Amarador.

En el caso de que no dispongas de coche, la otra alternativa para llegar es tomar el autobús 521 que parte desde cala d´Or y que cuenta con paradas en Portopetro -con conexión a Palma- y Sa Barca Trencada. Hay que tener en cuenta que este autobús solo está disponible en temporada alta: de mayo a octubre. No hay disculpa para no pasar medio día o incluso un día disfrutando de Cala Mondragó.