Situada al sureste de la península ibérica, entre el tranquilo Mediterráneo y Sierra Nevada, encontramos a Almería. Una provincia que destaca por su gran riqueza paisajística. En ella podemos encontrar desde frondosos bosques, en la sierra; playas vírgenes, en su escarpada costa; a amplios desiertos, como el popular Tabernas. Sin olvidarnos de su importante legado histórico y patrimonio que podemos encontrar en sus pueblos y ciudades que salpican todo el territorio.
Aquí os dejamos un listado con algunos de los pueblos más bonitos de Almería, bien seas de playa o de montaña. Por supuesto, hay muchos más.
Abrucena
En las montañas de Sierra Nevada y parte de la comarca Los Filabres-Tabernas se encuentra Abrucena. Este lugar será un destino imprescindible para quienes buscan los pueblos más bonitos de Almería. Entrando por la calle Balsillas, pronto te encontrarás en la calle Real, que te lleva hasta la iglesia parroquial de la Anunciación, con su bonita torre de piedra. Explora cada rincón de tu camino hasta la plaza de Andalucía y casas señoriales como la casa de Consuelo, del Siglo XVI, y la casa de Félix del Siglo XIX.
Para caminar: no te pierdas el sendero de La Jairola. Detente en su mirador para admirar Abrucena y las montañas de los Filabres. Además, en el área recreativa La Roza podrás disfrutar de uno de los bosques más entrañables de la provincia. Y si te atrae la historia, visita las ruinas del Castillejo de Abrucena. Este lugar formó parte de las construcciones defensivas que se levantaron en el camino entre las provincias de Granada y Almería.
Cuevas del Almanzora
Cuevas del Almanzora es un destino fascinante. El castillo del Marqués de Los Vélez y la iglesia de la Encarnación formarán parte de tu visita a este bonito pueblo de Almería. También importante conocer el palacete de Don Torcuato Soler Bolea, el lavadero público del Calvario y el convento de San Francisco. Además, el museo de arte contemporáneo, el Museo Antonio Manuel Campo y el Museo Taller Emilio Sdun, todos ubicados en palacios históricos, son paradas obligatorias para los amantes del arte.
El paraje de Terrera de Calguerín, con más de 300 cuevas-vivienda y las cuevas prehistóricas, muestra el pasado milenario de la región. En la oficina de turismo de Cuevas de Almanzora podrás organizar una visita. Asimismo, la necrópolis de la ciudad de Baria y el antiguo puente sobre el río Almanzora, añaden más ganas a conocer la historia del lugar.
Por último, los 17 km de costa de cuevas del Almanzora ofrecen desde tranquilas calas hasta animadas playas como Quitapellejos/Palomares y Playazo de Villaricos, convirtiéndolo en un destino perfecto si buscas también darte un baño en tu viaje a Almería.
Laujar de Andarax
Laujar de Andarax, conocido como la capital de la Alpujarra Almeriense, encarna un encanto andaluz que captura el corazón de sus visitantes. La iglesia parroquial de la Encarnación destaca por su arquitectura barroca y mudéjar, mereciendo el apodo de «Catedral de La Alpujarra» por su grandiosidad. Historia y arquitectura se unen en la Alcazaba de Laujar, último refugio de Boabdil, el último rey nazarí de Granada.
Este pueblo no solo ofrece un recorrido histórico por sus antiguas murallas y torreones, sino también una experiencia natural inigualable en el Parque Natural de Sierra Nevada. Senderos como El Nacimiento y Los Cerecillos – El Encinar invitan a explorar la belleza natural de la región, haciendo de Laujar de Andarax un destino perfecto para los amantes de la cultura y la naturaleza.
Mojácar
Mojácar se extiende desde las alturas de Sierra Cabrera hasta el Mediterráneo. Aquí, podrás disfrutar de 17 kilómetros de playas vírgenes como las playas de la Venta del Bancal y la de Macenas. Descubre sus iconos históricos como las torres de Macenas y la del Perulico, cada una contando una parte de la historia de vigilancia costera del siglo XVIII.
En el corazón de Mojácar, la plaza del Ayuntamiento te espera con su emblemático ficus benjamín y mosaicos del Indalo en el suelo. Explora Sopalmo, una pedanía que captura la esencia mojaquera y ha sido refugio de artistas, ofreciendo inspiración a través de sus paisajes y su pequeña ermita. Por último, una de las mejores formas de conocer Mojácar es adentrarse en sus tierras y montes a través de los caminos y veredas como la subida al Picacho.
Vélez-Rubio
Descubre Vélez-Rubio, capital de la comarca de Los Vélez y puerta oriental de Almería. Esta localidad mantiene una arquitectura de estilo tradicional y su casco antiguo ha recibido la designación de Bien de Interés Cultural. La iglesia de la Encarnación ocupa una posición central sobre una meseta, visible desde distintos puntos de la villa. Por su parte, la iglesia del Carmen se reconoce fácilmente gracias a su notable fachada.
Entre los edificios de interés se encuentra el palacio de las Damas Catequistas, anteriormente usado como almacén de granos por el Marqués de los Vélez, y el convento de la Inmaculada, establecido en el siglo XVII por los Franciscanos, quienes lo dedicaron al fundador de su orden. El Museo Comarcal Miguel Guirao expone una colección que abarca desde artefactos prehistóricos hasta objetos de época reciente en su sección etnográfica.
Para los entusiastas del aire libre, Vélez-Rubio ofrece varias rutas de senderismo, incluyendo la ruta de Los Ruices y La Monja, así como excursiones hacia el río Chico y la cueva del Toro. También está la opción de ascender a la fortaleza de Castellón, desde donde se inicia y concluye una ruta circular que ofrece vistas panorámicas de la zona.
Isleta del Moro
Isleta del Moro, también conocida como La Isleta, forma parte del municipio de Níjar, ubicado dentro del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar en Almería. Este pueblo de pescadores se caracteriza por sus embarcaciones próximas a la costa, casas blancas y una atmósfera de tranquilidad durante la mayor parte del año. La localidad es famosa por una playa flanqueada por dos grandes formaciones rocosas, una de las cuales está ligeramente aislada y parece una pequeña isla, lo que da origen al nombre del pueblo.
La Isleta del Moro ofrece varias opciones para bañarse, incluyendo la playa de la Isleta y la Cala de los Toros, una playa con arena negra rodeada por rocas volcánicas. La playa del Peñón Blanco es la más extensa de la zona. Además, la región es ideal para explorar el mundo submarino a través de centros de buceo que permiten descubrir los vibrantes ecosistemas marinos del Mediterráneo.
Para los amantes de las vistas panorámicas, subir hasta la punta de Loma Pelada es una actividad recomendable, ofreciendo vistas completas del pueblo y sus alrededores. Isleta del Moro también se sitúa cerca de otros destinos de interés como Los Escullos, Rodalquilar y Las Negras, ampliando las opciones de exploración dentro del parque natural. Además, en dirección hacia Rodalquilar se encuentra el mirador de la Amatista, situado en un alto acantilado que proporciona una perspectiva impresionante de la costa.
Rodalquilar
Rodalquilar se sitúa en el centro del Parque Natural de Cabo de Gata en Almería. Este pueblo se destacó históricamente como centro minero. Originalmente, se extrajo alumbre de las montañas locales, y más tarde, durante los siglos XIX y XX, las minas se reorientaron hacia la extracción de oro. En la entrada del pueblo, se mantienen las antiguas casas de los mineros, testimoniando su pasado industrial.
Uno de los puntos de interés es el Jardín Botánico el Albardinal, que ofrece una visión de la flora regional en un espacio diseñado para educar y conservar. El museo del minero complementa la experiencia, ofreciendo un vistazo a la vida y trabajo de los mineros que una vez poblaron esta área. Aproximadamente a un kilómetro del pueblo se encuentra la playa de El Playazo. En el camino hacia la playa, se puede observar la torre de los Alumbres, una antigua torre defensiva del siglo XVI, construida para proteger la mina de ataques piratas. Esta es la estructura más antigua del parque.
Más lejos, se encuentra la torre de los Lobos, también conocida como faro de la Polacra. Está situada a 280 metros sobre el nivel del mar, siendo el faro más alto de la península ibérica. Aunque fue destruida por un terremoto en 1680, fue reconstruida en el siglo XVIII bajo el reinado de Carlos III. Desde su cumbre, se ofrecen vistas panorámicas del entorno.
No lejos de allí, el cortijo del Fraile, un caserío que fue declarado Bien de Interés Cultural, cuenta la historia de su construcción por los frailes dominicos en el siglo XVIII y su posterior transición a propiedad privada tras la desamortización en 1836.
María José Muñoz
Cuando habláis de uno de los pueblos, en este caso de Vélez Rubio, cometéis un error, estáis haciendo referencia realmente a Vélez Blanco. Ruego subsanen el error puesto que el Castillo es la imagen activa de Vélez Blanco, y las rutas que aparecen están en el otro Vélez
Gracias, Carmen: sí, nos dimos cuenta. Queremos añadir la imagen de Vélez Blanco también, pero cometimos un error en la leyenda de la foto. Gracias de nuevo.
Un saludo!
El castillo es de Vélez Blanco por favor no errar más
La foto de inicio no se corresponde a Velez Rubio, el pueblo es Velez Blanco y sin duda uno tan bonito o más que los seleccionados en la publicacion.
Gracias, Consuelo: corregido.
Un saludo