Ruta por el Teruel prehistórico: pinturas rupestres y fósiles de dinosaurio 

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24.02.2024

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7min. de lectura

Albarracín
Albarracín. Por JackF

Para empezar esta ruta por el Teruel prehistórico, conviene situar la primera base de operaciones en la pintoresca Albarracín, una espectacular población encaramada en un promontorio rocoso que de su época musulmana conserva —además del nombre— un imponente recinto amurallado con sus torres defensivas. Pero esta vez no nos detendremos en la historia medieval de la ciudad, iremos un poco más atrás en la línea del tiempo… y nuestra primera propuesta nos situará en la primera Era en que el hombre pobló estas tierras, allá entre el 6.000 y el 1.500 a.C. 

Para adentrarnos en este momento histórico solo necesitaremos unas botas de montaña y una cantimplora para acercarnos al Paisaje Protegido de los Pinares del Rodeno, un espacio dominado por las paredes de arenisca roja que con el paso del tiempo y la erosión han ido adoptando las más singulares formaciones rocosas.

Pinares del Rodeno
Pinares del Rodeno. Por Pakmor

Se trata de un paisaje muy propicio al senderismo que se adentra por las arboledas que dan nombre al lugar (los pinos rodenos o resineros) y que son hábitat para corzos, ciervos, zorros y gatos monteses. Pero en el pasado también hombres y mujeres estuvieron de paso por estos parajes: eran cazadores – recolectores que dejaron numerosos dibujos y grabados en las paredes de la zona.

pinares de rodeno
Pinares de rodeno. Por elias

Para contemplarlos podemos seguir por nuestra cuenta los varios senderos balizados que se adentran en el bosque y sorprendernos ante la gran cantidad de figuras humanas y animales que aparecen grabados o dibujados en blanco, negro o rojo en algunos abrigos rocosos. 

Para saltar aún más atrás en el tiempo —unos cuantos millones de años al momento en que los hombres cazaban y recolectaban en las inmediaciones de Albarracín— podemos visitar el centro Mar Nummus. En él se exponen los fósiles marinos de los seres que habitaron el mar de Tethys, un inmenso océano que cubría la región de Teruel hace más de 150 millones de años.

Acueducto romano en Albarracín
Acueducto romano en Albarracín en la ruta por el Teruel prehistórico. Por Francisco Javier/Wirestock

Cocodrilos, esponjas, conchas y otros seres petrificados hallados en la vecina sierra de Albarracín, llenan las vitrinas de este museo en el que además se exhibe el albarracinites albarracinensis, una especie de amonites única en el mundo que, como cabe deducir por su nombre, se halló en esta localidad. 

Y otro salto en el tiempo nos llevará a la siguiente ruta, de la que algunos tramos son visitables a pie (o en coche) desde Albarracín: la del acueducto romano que partiendo de esta localidad abastecía el núcleo urbano de Cella allá por el siglo I d.C. Del acueducto —que tenía aproximadamente 25 kilómetros siguiendo el curso del río Guadalaviar— se conservan algunas galerías excavadas en la roca y algunas zonas a cielo abierto.

Castillo de Santa Croche
Castillo de Santa Croche. Por KarSol

Entre los tramos más espectaculares están la galería de los Espejos, cerca del castillo de Santa Croche, o el barranco de los Burros. En Gea de Albarracín, además, hay un Centro de Interpretación del acueducto para quienes quieran ampliar conocimientos sobre esta imponente obra de ingeniería. 

Un paraíso para paleontólogos

Huellas de dinosaurio en el Teruel prehistórico
Huellas de dinosaurio en la ruta por el Teruel prehistórico. Por ANADEL

Algo más al norte, una localidad que presume de tener algunos de los más importantes yacimientos paleontológicos de España bajo sus pies es Galve. Estudiosos y científicos europeos vienen visitando esta minúscula población de apenas 160 habitantes desde que en 1958 un joven vecino, José Maria Herrero, descubriera en el pueblo varios huesos de dinosaurio.

En la actualidad, y tras muchos estudios, en esta zona se han catalogado más de 65 yacimientos paleontológicos en los que se han hallado los restos de algunas especies de dinosaurio únicas en el mundo; además de varios yacimientos de icnitas (huellas de dinosaurio).

Para empezar la exploración de la era mesozoica en el tránsito Jurásico-Cretácico en la que vivieron estos animales conviene acercarse en primer lugar al Museo Paleontológico, una pequeña joya en la que se exhibe parte de la colección particular de José María Herrero.

Entre las piezas más espectaculares hay una colección de huesos del colosal Aragosaurus isquiaticus, un saurópodo único en su especie que medía unos 28 metros de longitud (fue el primer dinosaurio descrito en España); o el Galvesaurus herreroi, otro dinosaurio único al que se puso el nombre de esta localidad. Además de dinosaurios, en el área se han hallado otros especímenes notables como el Loxaulax herreroi el primer mamífero mesozoico descrito en España.

Yacimiento de icnitas de dinosaurio de Las Cerradicas, Teruel prehistórico
Yacimiento de icnitas de dinosaurio de Las Cerradicas. Por Millars

Tras esta visita y para completar, podemos dirigirnos al centro Legendark, situado en la misma localidad, donde se exhiben otros huesos fósiles además de cuatro réplicas del Aragosaurus a tamaño real. Actualización: Legendark está cerrado temporalmente, conviene llamar antes de ir. Además de éstos, otros dinosaurios a escala real han sido colocados al aire libre en diversos puntos de Galve y también a cielo abierto son de obligada visita los yacimientos de huellas fósiles. Los que concentran mayor número de icnitas son los de Corrales del Pelejón, Las Cerradicas y Barranco Luca. 

Una interesante fuente de conocimiento (y de diversión) sobre los dinosaurios —especialmente pensado para quienes viajan con niños— se encuentra en la misma capital de la provincia, en Teruel. En el parque Dinópolis se pueden contemplar los esqueletos originales de varias especies como los Turiasaurus riodevensis —el mayor dinosaurio de Europa— y también reproducciones a tamaño real de animales prehistóricos tan emblemáticos como los Tyrannosaurus rex.

Aunque el centro está enfocado a un público principalmente joven, también hay áreas interesantes para los adultos amantes del paleoturismo, como el laboratorio, donde se puede ver a los científicos de la Fundación trabajando con los fósiles provenientes de varios yacimientos turolenses. 

Escultura de un Torvosaurus en el parque temático Dinópolis
Escultura de un Torvosaurus en el parque temático Dinópolis. Por Albertovalle97

En los últimos años y para ampliar su vocación divulgativa, la Fundación Dinópolis ha abierto otros centros de interpretación en la provincia de Teruel. Entre ellos se cuentan Valcaria (en Ariño), en el que se muestra cómo eran la vegetación y fauna locales hace 111 millones de años; Inhóspitak (en Peñarroya de Tastavins), donde se exhiben los huesos y una reproducción a escala del rarísimo Tastavinsaurus sanzi; o Región ambarina (en Rubielos de Mora) que muestra varios insectos que hace más de 100 millones de años quedaron atrapados en la resina de los árboles.

Y una última novedad para cerrar el Teruel prehistórico: en la localidad de Mosqueruela se acaba de habilitar una ruta a pie que permite acercarse al flamante yacimiento de huellas fósiles de dinosaurio «Mas de Pérez» excavado el pasado año 2023. Este yacimiento, del que anteriormente se conocían solo tres icnitas, consta ahora de unas 20 que permiten rastrear el camino que siguió el animal a lo largo de unos 15 metros.  

Kris Ubach

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