Rasos de Peguera, donde comenzó el esquí en Cataluña
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06.02.2024
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Sí, Rasos de Peguera tiene el honor de tener una placa conmemorativa recordando que en este punto fue donde se inició el esquí en Cataluña. Aunque hoy en día ya no se puede esquiar como se hacía en antaño, la estación se ha reestructurado como parque de nieve y sigue teniendo gran cantidad de actividades durante todo el año.
Lamentablemente, son varias las estaciones de esquí que con el paso del tiempo, la falta de nieve u otros problemas acaban cerrando pero, en este caso, Rasos sigue abierta desde hace más de 114 años. No podía no nombrar a la estación de esquí de La Molina, pionera y revolucionaria desde sus inicios (hace ya más de 75 años), con el primer remonte comercial de España, conocida por tener un complejo moderno, ser de las primeras en poder “subirse a un remontador” y proporcionar y producir nieve artificial.
Pero ¿cómo se remontaba antes a los esquiadores, quiénes eran y cómo se salvaguardaba la altitud? Pues resulta que los primeros esquiadores solían ser militares (teniendo como referencia al esquí como lo conocemos ahora) o gente muy adinerada, los cuales solían subir a pie y perder bastante tiempo. Interesante ¿verdad? Pues la historia de las estaciones de esquí españolas también lo es aunque a veces puede llegar a ser algo confusa.
Rasos de Peguera, pionera en Cataluña desde 1908
Rasos de Peguera ha vivido mucho en estos más de 100 años, desde un boom fascinante donde llegó a ser referencia, llegando a tener unas 10 pistas esquiables, escuela, tiendas y alquiler de material hasta su olvido y abandono. Resulta impactante ver cómo el que fue el lugar de nacimiento de los deportes de nieve en Cataluña llegó a su cierre en 2004 y, luego, se volvió a abrir aunque de nuevo, como centro de nieve y de actividades.
Tuvo bastante popularidad gracias a su cercanía con la Ciudad Condal, a tan solo 114 kilómetros de Barcelona, convirtiéndose así en un centro en el que hacer excursiones. Las visitas se comenzaron a consolidar gracias al refugio que se levantó en 1933, las competiciones de las Jornadas de Esquí (con pruebas de fondo y slalom gigante), los Campeonatos de Cataluña de esquí de fondo (1963) o la creación de la escuela de esquí.
También se deben a la instalación del primer telesquí (1974) o la construcción de la carretera que según escribe Chema en su reportaje publicado en la página web especializada Nevasport: “No es hasta principios de los años 70 que la Diputación de Barcelona construye una carretera que sube a los mismos Rasos, desde las proximidades de Berga (900m) hasta Rasos de Peguera (1892m)”.
Aunque la estación iba funcionando, en diciembre de 2004 la estación ya no abrió sus puertas debido a razones empresariales y falta de nieve, ya que además la estación no contaba con nieve artificial o cañones. Como dato curioso, Chema, cuando escribió su artículo en 2008 cuenta que: “Está todo cerrado aunque hay un empleado de la estación que sube a diario, desde su cierre, para vigilar las instalaciones. Se pasa el día entero en la estación, desde las 8:00h de la mañana hasta las 17:00h de la tarde vigilando”.
Rasos en la actualidad
A día de hoy permite la práctica de deportes de invierno (excursión con raquetas de nieve y circuito con varios niveles, esquí de fondo y de montaña e incluso skijoring o mushing) o deportes de verano (excursionismo, BTT, buscar setas y circuitos de orientación). Quizás te estés preguntando: ¿qué es un circuito de orientación? Pues bien, según nos explican desde Rasos, “Es un itinerario señalizado de manera permanente y que permite que cada persona pueda seguirlo cuando más le convenga”. “Para que cualquiera pueda moverse solo y de manera autónoma por la montaña, tan solo con la ayuda de un mapa y una brújula […] Están pensados para aprender orientación, para la iniciación a las carreras de orientación en familia”. “Se hace deporte, mejora la forma física, aumenta capacidad mental de concentración y memoria”.
La verdad es que el entorno es inigualable y privilegiado pero se recomienda llamar con antelación, sobre todo si se quieren alquilar raquetas y llegar lo más temprano posible para que sea más fácil aparcar. Es el entorno perfecto para pasar un día con la familia, tirarse en trineo (has de traer tu propio trineo), pisar la nieve o ir con niños. La estación cuenta con un delicioso restaurante llamado La Creu donde todo es producto de proximidad y creedme, los bocadillos son deliciosos.
No podía despedir este artículo sin desbloquear un recuerdo que yo misma tuve en la estación hace más de 10 años. Recuerdo subir con mi familia y ver la mejor lluvia de estrellas de mi vida. Quizás sea su situación geográfica, su cota mínima de 1850 metros o la máxima, de 2050 metros o el estar bien protegida del viento en la inmensidad de las montañas prepirenaicas. El aire se respira distinto y las estrellas se sienten mucho más cerca.
Alba Feliz
Redactora, productora audiovisual y graduada en turismo y dirección hotelera. Creo firmemente que viajar abre la mente y permite conocer otras realidades que quizás desconocemos. Me apasiona la fotografía analógica (la de toda la vida) y darle una oportunidad a los destinos menos conocidos.