Besaide, el Kilómetro 0 de Euskadi en el que se unen sus tres provincias
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17.02.2024
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Hay varias asociaciones comunes cuando se escucha el concepto Kilómetro 0. Una de ellas es la que hace referencia a los coches que un concesionario ha comprado y matriculado pero que no se han utilizado apenas (menos de 100 kilómetros). Es decir: está como nuevo, pero no 100%. Y otra, cuando señala a la placa que se encuentra en el suelo de la Plaza del Sol de Madrid que indica el punto de inicio de seis carreteras nacionales que parten de la ciudad y que se instaló en 1950. Puede que sea uno de los puntos del pavimento más fotografiados de España.
Pero no todo pasa en la capital y resulta que hay otros lugares que también se han establecido como Kilómetro 0. Uno de ellos está en el País Vasco, en concreto en el punto en el que confluyen municipios de sus tres provincias: Aramaio (Álava), Atxondo y Elorrio (Vizcaya) y Arrasate (Guipúzcoa). Se llama Besaide, se encuentra a 564 metros sobre el nivel del mar entre los montes de Udalaitz y Anboto, y, además de ofrecer un paisaje espectacular, es un lugar de peregrinación para los montañeros.
En Besaide hay dos monumentos dedicados a aquellos aficionados a las cumbres. El primero, obra del arquitecto Pueyo, se levantó a cargo del Club Vasco Navarro de Montaña en octubre del año 1955. La historia que lo sustenta no es agradable ya que el motivo de su construcción fue el homenaje a cuatro montañeros vascos que, en su intento por coronar el Mont Blanc se vieron sorprendidos por una tormenta a la que no pudieron resistir ya que les pilló entre el refugio de Vallot y la cima. Desde que se inauguró, cada año se celebra un acto de respeto a los desaparecidos en la montaña.
No es el único monumento que se erigió en la zona. Casi al lado, apenas separado por medio centenar de escaleras, se encuentra la obra llamada ‘Fuente de vida’ que en el año 1990 la Euskal Mendizale Federazioa encargó al arquitecto japonés Yoshin Ogata. El objetivo es el mismo: homenajear a los montañeros vascos.
Cómo llegar al Kilómetro 0 de Euskadi
Afortunadamente, no hace falta ser un montañero profesional para alcanzar esta cima de monumentos y simbolismo. Hay varias rutas con diferentes puntos de partida y niveles de dificultad –aunque muy asequibles– que permiten conocer la zona, porque el destino es importante pero también lo es disfrutar del camino.
Cómo llegar a Besaide
Desde Elorrio
Esta ruta circular tiene una longitud de 10,4 kilómetros y se completa en dos horas y media aproximadamente. Su nivel de dificultad es bajo y el paisaje abrumadoramente verde. En el trayecto se puede ver la fuente que lleva el mismo nombre que la cumbre hacia la que se dirige la travesía.
Desde Arrazola
Muy fácil y adecuada para hacer con niños. Se trata de una ruta circular de 5,46 kilómetros aproximadamente y que se completa en dos horas y media. La senda sale de un área recreativa en donde se puede aparcar y comer algo (pícnic o bar). El camino está bien señalizado y no tiene pérdida. Hay que ir equipado con calzado adecuado ya que si ha llovido los días anteriores puede haber barro.
Desde Kanpazar
Otra senda muy adecuada para realizar con niños o para personas con poca experiencia en el senderismo ya que su nivel de dificultad es muy bajo. Es circular y comienza en el área recreativa de Kanpazar y se extiende por las faldas del monte Udalatx. Se completa en una hora y media y por el camino se pueden ver hayedos o la ermita de Santa Lucía, que también ofrece un espacio de refugio.
Desde Arrasate/Mondragon
Esta tiene un nivel de complicación moderado en comparación con las anteriores. También de forma circular, tiene una longitud de 17,7 kilómetros y se completa en unas cuatro horas más o menos. En el trayecto, además del paisaje natural, se pueden ver los Hornos de cal de Gazeaga (construcciones para crear óxido de calcio quemando piedra caliza) y, por supuesto, el Kilómetro 0 de Euskadi.
Otros divertimentos
Esta escapada para conocer Besaide también se puede aprovechar para visitar los pueblos de los que parten las rutas (y tomarse un txakoli y un pintxo). Por ejemplo, Elorrio, que pertenece a Vizcaya, conserva un patrimonio medieval importante y su casco histórico fue declarado Conjunto Monumental en 1964. Justo en el centro se puede ver el ayuntamiento y la basílica de la Purísima Concepción, que empezó a elevarse en 1459 y se terminó en 1501. Además, en el pueblo aún se conserva una de las puertas de la muralla que en su momento protegió el lugar, conocida como la Puerta de Don Tello.
Más allá de los límites urbanos, enfrente de la ermita de San Adrián, se encuentra la Necrópolis de Argiñeta. Es un conjunto de 23 sepulturas de piedra arenisca cuyo origen se sitúa en el siglo IX. Se trata de: “uno de los monumentos funerarios más importantes de Euskadi”, según el órgano de turismo.
Asimismo, se puede visitar Arrasate/Mondragon, otro reducto medieval en este caso perteneciente a Guipúzcoa. Su casco antiguo está rodeado por una muralla que aún conserva tres –la de la Concepción, El Portalón y el de Zurgin Kantoi– de sus cinco puertas originales y por el camino se puede ver el convento de San Francisco, la casa consistorial de estilo barroco, la iglesia de San Juan Bautista y los palacios de Okendo y Artazubiaga. Los jueves y los viernes son momentos de el pintxo-pote, una oferta de bebida y pincho a precio reducido. Poco más se puede pedir para disfrutar.
Carmen López