La cabalgata inmóvil de Higuera de la Sierra
Escrito por
26.12.2023
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Cada 5 de enero desde hace décadas parte de la población del pueblo Higuera de la Sierra se queda congelada. No es una consecuencia del frío, sino que la quietud corresponde a una curiosa tradición. Como en casi todos las localidades de España, en este pueblo de Huelva organizan una cabalgata en la víspera de la noche de reyes pero la suya tiene una característica que la diferencia de las demás: las personas que van sobre las carrozas permanecen estáticas.
Durante el tiempo que dura el recorrido se comportan como esculturas que representan imágenes de la Biblia, una cualidad que cada año atrae a miles de visitantes que quieren ver el espectáculo con sus propios ojos. No es para menos, porque es posible que una de las cosas más difíciles para el ser humano sea no moverse.
La primera cabalgata de reyes que se hizo en Higuera de la Sierra se remonta a 1918, aunque poco tuvo que ver con la actual. En aquella ocasión apenas había tres caballos y caramelos al vuelo para los niños pero, con el paso del tiempo, el desfile fue evolucionando y ganando en espectáculo.
A principios de los años 30 del siglo pasado hicieron aparición las tres primeras carrozas, que también fueron aumentando en número: actualmente son 16, un número inamovible. Hasta ahí, el evento no se diferenciaba demasiado del resto de los que se celebraban en el país, pero a mediados de siglo llegó la profesora Mercedes de Zárraga y cambió la historia del pueblo sin pretenderlo.
La educadora consiguió, a base de disciplina, que los niños que participaban en la cabalgata dando vida a alguno de los personajes, se mantuvieran perfectamente quietos y no hicieran ninguna travesura. Su logro fue tal que esta técnica se empezó a repetir cada año y se convirtió en tradición. Ahora, hay otros pueblos andaluces que han seguido su estela como Guillena, Zufre o Aracena, pero la primera cabalgata quieta fue la de Higuera de la Sierra. Y la maestra tiene una calle con su nombre en el pueblo.
“Tenemos tan arraigado el tema de la quietud que no nos molesta. Lo que a priori puede ser una cosa muy incómoda para la gente que participa es un orgullo, un disfrute total y absoluto”, dice Manuel Ruiz, miembro de la Asociación Cabalgata Higuera de la Sierra, a EscapadaRural.
“Evidentemente, aunque lo disfrutes, hay posturas que son complejas, el cuerpo no está acostumbrado a estar tanto tiempo quieto y hace muchísimo frío un 5 de enero. Te pasan muchas cosas en ese momento por la cabeza, porque piensas en moverte, en rascarte o en mover la mirada”, comenta. Pero aunque quizá se pueden ver algunos movimientos fugaces e inevitables, los y las participantes aguantan el tipo asombrosamente.
Cada año se implican muchas personas, porque no solo cuentan las que van encima de las carrozas –que en una pueden ser dos y en otra once– sino que también hay que contar el cortejo, compuesto por cuatro bandas de música, un coro de campanilleros, una escolta a caballo, hebreos que van caminando hacia Belén y pajes que llevan los regalos también a pie.
La duración de la cabalgata depende un poco de la climatología, pero por muy buen tiempo que haga no se excede de las tres horas. El recorrido pasa por las calles más anchas del pueblo partiendo de la avenida de la Cabalgata que, durante el resto del calendario, es la carretera nacional 435 que conecta Sevilla con Lisboa. La vía se corta al tráfico para que pueda realizarse el desfile.
Una de las preguntas recurrentes que le realizan a Manuel –en esta ocasión también, por supuesto– es si la gente que se ‘inmoviliza’ se entrena previamente. La respuesta es directa y clarísima: no. Sí se hacen pruebas antes del desfile, con el vestuario o la colocación de cada personaje, pero no tienen ningún tipo de rutinas físicas o tácticas similares, al menos que se sepa públicamente.
“Unos 40 minutos antes de salir, todos los participantes están en la zona de las carrozas terminando de vestirse y subiéndose al camión para hacer pruebas con los focos, por ejemplo”, comenta el entrevistado. “Siempre puede haber algún cambio de última hora, pero mínimo. Las personas que están debajo echan un ojo y dicen ‘oye, pues yo la veo perfecta’; ‘oye, muévete un poquito el brazo’ o ‘cámbiate porque así no vas a estar muy cómodo’ y tal. Pero no hay ensayo”, afirma.
Con motivo del evento se realiza un importante despliegue de seguridad. De hecho, constituye el segundo plan de seguridad más importante de la provincia de Huelva detrás del Rocío. En él están implicados la Guardia Civil, Protección Civil, bomberos, ambulancia, médico, seguridad privada además de los trabajadores puestos por el ayuntamiento y los integrantes de la Asociación Cabalgata de Higuera de la Sierra, que controlan que todo salga bien con walkie talkies y chalecos reflectantes.
El principal motivo es la gran afluencia de visitantes con ganas de ver la cabalgata que recibe la localidad. Los 1.300 habitantes crece muchísimo, aunque algunos medios han exagerado la cifra en alguna ocasión. “Se ha dicho que vienen 20.000 o 30.000 personas y no es así. Sería imposible porque el pueblo no está preparado”, sostiene Manuel Ruíz. “No sabemos cuántas personas vienen, es imposible calcularlo porque hay gente que viene el mismo día cinco de enero y hay gente que viene cuatro días antes y gente que viene un día antes y se quedan aquí. Lo que sabemos es que la población se multiplica por miles”, sostiene.
Otro dato que se ha popularizado pero que es una leyenda y no una realidad es el que afirma que la cabalgata de Higuera de la Sierra es la segunda más antigua de España. No lo es ni tampoco la de Andalucía. De hecho, desde la asociación afirman que no saben qué puesto ocupa en la línea de antigüedad, pero que hay evidencias de que en otros lugares como Alcoi, Granada y Sevilla se empezaron a celebrar antes, así que como mucho la suya ocuparía el cuarto lugar.
“Probablemente haya alguna en algún pueblo perdido por ahí también que no conozcamos y que también fuera antes. A nosotros lo que nos gusta decir es que somos una de las más antiguas de España y que somos pioneros en nuestro estilo”, afirma Ruíz.
El Centro de Interpretación de la Cabalgata
El desfile tiene tal peso en el pasado, el presente y seguramente el futuro del pueblo que han puesto a disposición de aquellos y aquellas que quieran conocer más detalles un lugar en el que informarse: el Centro de Interpretación de la Cabalgata. Dividido en varias salas, en su interior hay información acerca de su trayectoria, de las vivencias de los lugareños e incluso de un festival taurino que también está relacionado con la tradición del 5 de enero.
“La primera sala está dedicada a la historia de la cabalgata, sus orígenes, la evolución temporal y detalles que la hacen diferente. Habla del tema de la quietud, de porqué son escenas bíblicas y no escenas de fantasía de Disney o de dibujitos de la tele y hay también algunos ropajes”, desgrana Ruíz.
En el siguiente espacio se puede ver la proyección de un documental en el que los vecinos hablan de sus experiencias relacionadas con el evento. “Quién mejor puede transmitir lo que es la cabalgata que los propios lugareños, que somos los que la hemos mamado y los que lo vivimos año tras año”, afirma el entrevistado.
También hay un espacio dedicado a los Reyes Magos y a la Estrella, donde se suele poner el vestido de la estrella de la edición anterior. “La estrella es la gran protagonista de esta noche. Entonces el vestido está expuesto durante todo el año siguiente para que se pueda ver con detalle, porque cuando está encima de la carroza quizá no se puede apreciar del todo la maravilla que es”.
Además, en la época festiva los niños pueden ir allí a entregar su carta al paje de los Reyes Magos y estos se pasan por allí antes de la cabalgata para repartir caramelos.
La última sala está dedicada, como se decía anteriormente, a un festival taurino que durante muchos años tuvo lugar en el pueblo. “Lo organizaba el padre Francisco Girón, una de nuestras personas ilustres. Era un acto benéfico y, durante muchos años, los toreros más famosos que había pasaban por aquí y toreaban de manera gratuita. El dinero recaudado iba para la cabalgata y para la residencia de ancianos”.
Cuando abrieron el centro de interpretación, el ayuntamiento consideró que esa parte de la historia se merecía un espacio. Ahora, por un precio simbólico (2 euros por adulto y 1 euro por niño) se pueden conocer todos los detalles de esta cabalgata quieta que, sin duda, es una de las más especiales del país.
Carmen López