10 destinos del Algarve para huir de las aglomeraciones
Escrito por
29.08.2023
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¿Todavía quedan lugares secretos en el Algarve? Pues sí. A pesar del turismo de masas, la región más al sur de Portugal aún conserva lugares poco conocidos de los viajeros que invaden las playas y los rincones más famosos.
En el interior del Algarve, por ejemplo, hay lugares secretos esperando una oportunidad para brillar. Pequeños pueblos de casas blancas y calles estrechas, senderos en la montaña o cascadas donde bañarse. Todo esto también se puede encontrar en la región algarvia, lejos de las playas más masificadas.
Hay un Algarve lleno de lugares escondidos, secretos, desconocidos o poco visitados que merece la pena descubrir. Te enseñamos 10 lugares más privados y fuera de las habituales guías de la región sur de Portugal. Así que déjate sorprender por este Algarve más tranquilo, lejos de las multitudes.
1. Burgau (Vila do Bispo)
La llaman la Santorini portuguesa por la arquitectura típica de sus casas pintadas de blanco y azul encaramadas en los acantilados. Pero Burgau tiene muchos más encantos por descubrir. Este pueblo pesquero está justo encima de la playa, en el límite (oeste) del Parque Natural del Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina.
La playa de Burgau no es grande, pero el mar de aguas translúcidas es precioso y, en general, tranquilo. Al estar rodeada de acantilados, está protegida de vientos fuertes. Esta localidad tiene su origen en una antigua almadraba atunera que data del siglo XVI. Por la mañana, todavía es posible observar la rutina de los pescadores.
El nombre de Burgau viene de un caracol de mar, conocido en España como bígaro común o caracolillo, y que abunda en las rocas de la playa.
2. Cacela Velha (Vila Real de Santo António)
En lo alto de un acantilado y frente a la ría Formosa, Cacela Velha recuerda un Algarve diferente del que estamos acostumbrados, un Algarve donde el tiempo va más lento. Las casas mantienen el típico color blanco y la vida sigue como si esta región aún no hubiera sido invadida por turistas en busca de la playa y el sol.
Al fondo del acantilado, las playas son de excelente calidad y poco frecuentadas. Al estar todavía situadas dentro de la zona de la ría, son un poco más cálidas, de aguas tranquilas y poco profundas, ideales para familias con niños. Los restos de un fuerte del siglo XVIII completan el singular paisaje. Pasea por las calles de Cacela Velha y aprecia los pequeños detalles y los elementos más típicos.
Aquí, merece la pena probar la gastronomía local. Recomendamos una visita a los restaurantes Casa Velha y Casa da Igreja, en pleno centro del pueblo, para degustar las famosas ostras de Cacela. Dicen que son las mejores ostras del Algarve: grandes, jugosas y frescas. Es como si estuvieras disfrutando un poco del mar.
3. Odeceixe (Aljezur)
Odeceixe, en el municipio de Aljezur, es conocido por su maravillosa playa. Con su belleza natural intacta y su entorno tranquilo, es considerada una de las perlas de la Costa Vicentina. La playa de Odeceixe ofrece una combinación perfecta de mar y naturaleza, brindando a los viajeros una experiencia única e inolvidable.
Nada más llegar a la playa, quedarás cautivado por su paisaje. Con una extensa faja de arena dorada bañada por las aguas cristalinas del océano Atlántico, esta playa es una invitación irresistible para un refrescante chapuzón o para disfrutar de momentos de relax bajo el sol. La playa está vigilada durante la temporada de baño, garantizando así la seguridad de todos.
En el lado sur de la playa, donde el río Seixe se encuentra con el mar, se forma una magnífica laguna que es un verdadero paraíso para las familias con niños. Las aguas tranquilas y poco profundas de la laguna son perfectas para que los más pequeños se diviertan y exploren la vida marina. En el lado norte, los amantes del surf y bodyboard encontrarán olas desafiantes e ideales para la práctica de estos deportes acuáticos.
4. Alte (Loulé)
Nos alejamos del mar para llegar a este pequeño pueblo del municipio de Loulé: Alte. Y si crees que estando lejos del mar no puedes darte un baño, prepárate para descubrir las Fontes de Alte. Esta zona de bosque está justo al lado de un arroyo de aguas cristalinas donde podrás refrescarte. También se pueden hacer barbacoas y picnics.
Después, pasea por las calles del pueblo y descubre el lado más típico y tradicional de un Algarve casi desconocido para la gran mayoría de turistas de verano. No te vayas sin probar la gastronomía local, especialmente los platos de pescado y marisco.
A un kilómetro del pueblo está la Queda do Vigário, una cascada del arroyo Alte que se precipita a 24 metros de altura y termina en un gran lago que se asemeja a una piscina. Para llegar a la cascada, tras aparcar junto al cementerio, tendrás que bajar unos 300 metros andando.
5. Caldas de Monchique (Monchique)
El Algarve no son solo playas y acantilados escarpados. Hay un Algarve interior con montañas y ríos. La sierra de Monchique es un lugar que tienes que incluir en tu ruta por la región. Allí, hay un pueblo termal envuelto en un entorno de frondosa vegetación y luminosidad incomparable.
Situado a unos 250 metros sobre el nivel del mar, en un bonito valle de la sierra, el balneario termal de Caldas de Monchique es un inesperado oasis de tranquilidad y un rincón verdaderamente paradisíaco. Su agua rica en bicarbonatos, sodios y flúor se utiliza en piscinas y bañeras de hidromasaje, duchas de chorro, saunas y baños turcos.
Numerosos e importantes hallazgos arqueológicos encontrados en las zonas adyacentes a las fuentes de Monchique prueban que estas aguas ya eran utilizadas por los romanos para curar el cansancio del cuerpo y de la mente.
En el punto más alto de la sierra, y de toda la región del Algarve, a 902 metros de altitud, se encuentra el Pico da Foia, donde se puede disfrutar de un paisaje lleno de contrastes y de una vista admirable.
6. Pedralva (Vila do Bispo)
Este pueblo del Algarve es muy especial. En el pasado, Pedralva tenía más de 100 habitantes. Pero, poco a poco, todos se fueron y solo resistieron nueve, que vivían en casas deterioradas o en malas condiciones.
Después de un largo proceso, todas las casas del pueblo fueron compradas y rehabilitadas para turismo rural. El municipio de Vila do Bispo vio en la idea una oportunidad única para promocionar el Algarve más típico e instaló una red de electricidad y saneamiento. Hoy, puedes alquilar en EscapadaRural una de sus muchas casas y pasar unos días aquí.
Pedralva quiere ser un pueblo de turismo activo. Por eso, también ofrece un centro de actividades con 32 bicicletas y más de 300 kilómetros de senderos para BTT, escuela de surf, material de senderismo, cursos de buceo entre otras muchas actividades de naturaleza.
7. Querença (Loulé)
El pueblo de Querença es uno de los más típicos del Algarve, con sus casas blancas y chimeneas adornadas. Son muy claras las influencias de la arquitectura árabe en el interior de las montañas del Algarve.
Querença subo conservar las características propias de un espacio rural. Además de la arquitectura, también son comunes diversas artes, como la cestería, la producción de miel y licores y la fabricación de muñecos de tela.
Conocido por la rica cocina tradicional que los restaurantes locales conservan con la mayor autenticidad posible, también es en este pueblo donde se destilan los madroños más famosos y se produce el chorizo más apreciado de la región.
8. Bordeira (Aljezur)
El antiguo pueblo de pescadores Bordeira, en el municipio de Aljezur, está marcado por el arenal más largo del municipio, entre acantilados. El pueblo nació en el siglo XV por orden del obispo de Silves, que hizo construir aquí una iglesia. Con la iglesia llegó la gente, atraída por la tierra fértil de la región y por el mar de la deslumbrante Costa Vicentina.
La playa de Bordeira es una de las más bonitas del Algarve y todavía no está tan concurrida como las demás. La playa tiene más de 3 kilómetros de largo, pero está muy expuesta a los vientos marinos.
Los acantilados de Bordeira son famosos por sus caladeros de peces casi inaccesibles y son muy buscados por diversas aves marinas que encuentran refugio aquí. Una red de pasarelas permite caminar por un tramo de la ribera, llegar a miradores o incluso bajar desde lo alto del acantilado hasta la playa.
Pero basta un paseo por los callejones del pueblo para darse cuenta de que Bordeira es mucho más que una playa. Camina tranquilamente y disfruta de cada rincón. Entra en uno de los restaurantes y descubre la fabulosa gastronomía local.
9. Estoi (Faro)
Situado en el municipio de Faro, Estoi es un pequeño pero encantador pueblo del Algarve. Pasa casi desapercibido para la mayoría de los turistas porque no está junto al mar, pero hay mucho por descubrir en este lugar.
Es fácil dejarse encantar por la belleza de sus calles, con casas de colores y flores en cada rincón. Pequeño pero muy bien conservado y genuino, así es Estoi. La mejor manera de explorar el pueblo es caminando por sus callejones.
Pero lo que más destaca de Estoi es su palacio, ahora convertido en un hotel de lujo. El edificio impresiona por su riqueza arquitectónica y decorativa, combinando elementos de los estilos barroco, rococó, neoclásico y romántico. Los jardines, en tres niveles conectados por escaleras, revelan influencias del siglo XVIII, entre estatuillas, naranjos y palmeras.
Y no te vayas de Estoi sin hacer una excursión a las ruinas de Milreu, uno de los restos romanos más importantes de Portugal. Clasificadas como monumento nacional desde 1910, comprenden una villa romana, con baños anexos, un templo, mausoleos y estructuras industriales y comerciales.
10. Ferragudo (Lagoa)
Está enfrente de Portimão, una de las zonas más turísticas del Algarve, en el margen izquierdo del río Arade, pero Ferragudo ha sabido mantener el encanto de un pueblo de pescadores. Con una historia de más de 500 años, el pueblo se extiende a lo largo de una ladera llena de casas típicas y parece casi imposible que haya logrado resistir intacto a la presión turística.
Es un buen destino para familias, con un pintoresco centro histórico y dos playas maravillosas separadas por un castillo del siglo XVII. Los principales monumentos que no te puedes perder en Ferragudo son el castillo de São João de Arade y la pequeña iglesia de Nossa Senhora da Conceição, ubicada en el punto más alto del pueblo.
En la plaza principal, Praça Rainha Dona Leonor, podrás probar la gastronomía local en uno de los muchos restaurantes con terraza. Los empinados callejones invitan a pasear sin pensar en el tiempo. Por todo el pueblo hay flores coloridas, que decoran puertas y ventanas.
Ângela Coelho
Por suerte hay algunos sitios más en el Algarve con características similares, pero yo no los voy a nombrar… prefiero que sigan teniendo el encanto que algunos del artículo han perdido o están a punto de perder.