Cobijeru, la playa interior y escondida entre bufones
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12.07.2023
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¿Puede haber una playa sin salida al mar en una comunidad bañada por las olas bravías del Cantábrico? La respuesta es sí y dos ejemplos claros se encuentran en Asturias. Una es la famosísima Gulpiyuri, mencionada una y otra vez en artículos sobre los rincones más bonitos de España y convertida en toda una estrella del turismo de la comunidad. La otra, mucho menos conocida, es la playa de Cobijeru, que se encuentra a apenas 25 kilómetros de la anterior y en el mismo concejo, el de Llanes.
Su visita es casi obligada si se viaja a la zona porque tanto ella como el conjunto en el que se incluye son espectaculares.
Esa cala de apenas 30 metros de anchura y 50 de longitud forma parte del Monumento Natural Complejo de Cobijeru, que obtuvo dicho título en 2001 y está incluido en el Paisaje Protegido de la Costa Oriental de Asturias (así de importante es).
También conocida como playa de las Acacias –son los árboles que la rodean más numerosos– tiene forma semicircular y está formada por el agua del mar que se cuela desde un túnel en los bajos de los acantilados de unos 100 metros. Su arena es blanca aunque también tiene una parte de guijarros.
Cómo se llega a la playa de Cobijeru
El acceso es bastante fácil y se hace a pie. El camino parte de la localidad de Buelna, a la que se puede llegar en coche por la carretera N634. La travesía está perfectamente indicada y solo dura unos 15 minutos. Después de caminar por sendas entre el prado y pasar un par de puertas de campo, se llega a la galería de los Ijancanos. Llena de estalactitas, esta es la primera muestra del espectáculo que ofrece la naturaleza. Una recomendación: llevar linterna y, si es posible, unos escarpines o calzado que no resbale.
A continuación se llega a una bifurcación que puede dirigir a la mencionada playa, un remanso de paz o a la cueva de Cobijeru. Esta no es muy alta, pero si ancha y está llena de estalactitas y estalagmitas. Es de origen kárstico, es decir, que se ha ido formando por la acción disolutiva del agua marina en la roca caliza. Hay que tener cuidado con los resbalones y, de nuevo, llevar una linterna si se quiere ver bien el interior.
Cerca de la playa hay otra cala llamada El Molín (en ella hay un molino de mar) pero que no tiene nada que ver, porque su agua es fangosa y con vegetación. Es decir, que no invita demasiado al baño. Si se sigue el camino de la costa por el norte, se puede pasar por el arco de piedra conocido como Puente Caballo, uno de los puntos más fotogénicos de todo el conjunto.
Los bufones de Cobijeru
No muy lejos de la playa del Cobijeru se pueden conocer otros accidentes naturales que pueden dejar boquiabiertos a aquellos que los vean por primera vez. Se trata de los bufones, unas cavidades kársticas (como las cuevas mencionadas un poco más arriba) a través de las que se cuela el agua cuando el mar está muy revoltoso. Así, con la fuerza se cuela a través del tubo y lanza el agua hacia arriba en forma de chorro.
Quienes se encuentren sobre el acantilado en ese momento podrán ver una especie de géiser que puede alcanzar hasta dos decenas de metros. Cuando la marea está baja y el agua no llega, se escucha el ruido del aire colándose por el agujero. Se llaman así porque a través de ellos, la tierra bufa.
Los bufones de Llanes pertenecen al Paisaje Protegido de la Costa Oriental de Asturias y tres de ellos son Monumento Natural. Uno de ellos es el de Arenillas, que está muy cerca del pueblo Puertas de Vidiago. Otro es el que está al lado de Castro de Santiuste, a escasos kilómetros de Buelna y el tercero el de Llames de Pría, puede que el más famoso.
Para ver los bufones hay que tomar ciertas precauciones, ya que pueden ser peligrosos sobre todo si el Cantábrico anda de mal humor. De hecho, la mejor época para apreciar su espectacularidad es el otoño o el invierno, porque son las estaciones en las que suele haber más temporales y los bufones ‘resoplan’ más. Por eso, el chorro de agua sale con mucha fuerza por el tubo y a nadie le gustaría que le diese directamente. La distancia de seguridad es muy importante para no llevarse disgustos que pueden ser muy grandes.
Hay un dicho en la zona que advierte que “cuando sientas sonar el pozo Pría, coge leña para otro día”, lo que se traduce en que va a llegar el mal tiempo. Afortunadamente, el sonido que producen los bufones llega a muchos kilómetros de distancia, así que el servicio meteorológico abarca muchas zonas. Los días en los que los bufones tienen función, mejor llevar paraguas.
Carmen López
Con respecto a la playa de cobijeru, no se pasa por el «salto del caballo» sino por PUENTE CABALLO, así se ha llamado de toda la vida. Estaría bien que cambiaseis ese nombre. Tengo 60 años y mi abuelo era el dueño de las tierras aledañas, se muy bien lo que os comento. Saludos.