La curiosa tradición portuguesa de decorar las casas con flores el 1 de mayo
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26.04.2023
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En Portugal, el 1 de mayo no se celebra apenas el día del trabajador. El primero de mayo también se conoce en el país luso como el día de las Maias. Así les llaman a la retama amarilla o escoba amarilla, un arbusto perteneciente a la familia de las fabáceas. En todo el país, principalmente en las zonas rurales, existe la tradición de decorar las ventanas y puertas de las casas con estas flores en la noche del 30 de abril.
Esta es una tradición muy antigua, ligada a la primavera y a los rituales de agricultura. Se cree que sus antepasados también seguían esta tradición como una forma de marcar el final del invierno, pedir protección y fertilidad para la tierra y alejar los malos espíritus.
Las casas se decoran por la noche con escobas amarillas y otras flores y, en algunos lugares, con muñecos de paja. Hay quienes llaman a esta tradición “as maias”, “os maios” o “a flor de maio” y es diferente según las regiones del país. Se utiliza este tipo de flores porque son muy abundantes en esta época del año y como son amarillas representan la luz y la vida.
Una tradición tan antigua como el Imperio romano
Hay varias explicaciones para el origen de esta tradición tan antigua. Una de estas explicaciones nos lleva a una fiesta pagana que fue prohibida varias veces en Portugal, incluso por cédula real en 1402. Maia era una muñeca de paja de centeno alrededor de la cual bailaba la gente la noche del 30 de abril al 1 de mayo.
Otra explicación nos lleva al Imperio romano, donde Maia era la diosa romana de la fertilidad, proyección de la energía vital y de la primavera. Esta tradición está asociada a una fiesta muy importante para los romanos, que era la Floralia, que se celebraba los tres primeros días de mayo en honor a la diosa Flora y de la primavera. Era una fiesta que celebraba la fertilidad y donde se pedía a la tierra que diera buenos frutos en el nuevo año agrícola.
En la región más al noroeste de Portugal, en el Alto Minho, esta tradición está asociada a la huida de Jesús a Egipto. Según la leyenda, el rey Herodes descubrió que José, María y el recién nacido Jesús pasaban la noche en un pequeño pueblo en su huida a Egipto. Así, ordenó que cuando alguien supiera en qué casa estaba el niño Jesús, colgara una rama de escobas en la puerta, para que los soldados supieran a dónde debían ir.
Sin embargo, cuando los soldados llegaron al lugar, encontraron todas las puertas adornadas con ramas de retama en flor y no pudieron encontrar al niño Jesús. En otros lugares, también se dice que María, cuando iba camino de Egipto, puso escobas en el camino para saber cómo regresar más tarde, tal como lo hicieran Hansel y Gretel en el cuento de los Hermanos Grimm.
En la tradición celta, la primera noche de mayo se celebraba la fertilidad de la tierra, en la que la gente pedía que la naturaleza les diera buenos frutos ese año.
En mayo, son numerosas las celebraciones vinculadas a la fertilidad en toda Europa. En una época en la que la naturaleza ya ha comenzado a brotar, ya se ven las primeras flores y los árboles ya están cubiertos de verde, estos rituales celebran la vida, la luz, el fuego y también sirven para alejar el miedo a lo desconocido, las enfermedades y la oscuridad.
Las Maias de norte a sur de Portugal
Esta tradición se celebra de diferentes formas de norte a sur del país luso. En Minho, por ejemplo, se celebra de la manera más clásica, con retamas en flor en las puertas y ventanas. La gente también cree que el olor a escoba ayuda a alejar el “mal de ojo”.
En Viana do Castelo, el centro histórico de la ciudad es decorado por los ayuntamientos de los pueblos vecinos desde la noche del 30 de abril al 1 de mayo. Todos los años se realiza el ritual de decorar los balcones de los edificios de la Praça da República con mayas (coronas con flores y retama amarilla).
En las regiones de Trás-os-Montes y Beiras, esta tradición también está ligada a las castañas secas, que la gente guarda para comer en este día. Incluso hay un refrán que dice: “Si no comes castañas el 1 de mayo, te monta el burro”. Según la tradición popular, mayo es el mes de los burros y existía la creencia de que si no comías castañas y encontrabas un burro, te mordía.
En Trás-os-Montes también existe el ritual de “Maio-Moço”. Según la tradición, las jóvenes decoran a un niño al que llaman “Maio-Moço”, al que llevan a pasear por la calle, mientras bailan y cantan a su alrededor.
En la región de Beira Litoral, en el pueblo de Vila Nova de Anços, el 1 de mayo se usa para declarar el amor a alguien. Los chicos preparan una corona de flores y la dejan en la puerta de la chica que les gusta.
En el famoso pueblo de Monsanto existe la llamada Marafona, una muñeca hecha de dos palos dispuestos en cruz, cuya fiesta se celebra el domingo siguiente al 3 de mayo. La Festa da Divina Santa Cruz, como se la conoce localmente, es una variante de la celebración de las Maias.
En el Alentejo, especialmente en la ciudad de Beja, las Maias son niñas vestidas de blanco, con una corona de flores en la cabeza, que se sientan en una silla a la puerta de su casa, en una esquina o en una plaza. Las niñas piden a quién pasa «un centavo para la Maia».
En Portalegre, es parte de la tradición del día de la ciudad, celebrado el 23 de mayo, tener un desfile de Maias, niñas vestidas de blanco y adornadas con coronas de flores amarillas, que recorren las calles de la ciudad cantando.
En Algarve es costumbre colocar en la puerta de casa muñecos de paja de centeno vestidos con trapos y decorados. En Lagos, en particular, cada año se elige a la Maia más bonita de la ciudad. La gente exhibe en sus puertas, ventanas, balcones y en las calles muñecas de trapo vestidas con trajes típicos y adornadas con flores.
En España, las Mayas anuncian la llegada del verano
Las tradiciones de Alentejo y Algarve, en Portugal, se asemejan mucho a un personaje del folclore español: la Maya. Esta figura es casi siempre una niña o joven, adornada con una corona u otros accesorios con flores. La denominada Maya se sienta en altares improvisados o canta y danza por las calles, pidiendo propinas durante las fiestas populares, conocidas como Fiesta de la Maya o Fiesta de los Mayos.
También se conoce como Mayos a los chicos que rondan a las Mayas o que participan de estas celebraciones. En algunos lugares, las Mayas y los Mayos son figuras hechas de madera o troncos de árbol.
Tal como en Portugal y otros países europeos, se sospecha que el origen de las Mayas en España remonta a rituales muy antiguos cuyo propósito era celebrar la llegada del verano. Las primeras menciones a las Mayas en la literatura castellana se encuentran en las Cantigas de Alfonso X El Sabio (Toledo, 1221-Sevilla, 1284) y aluden a los cantos propios del mes de mayo.
Actualmente, estos festejos, con ligeras variaciones, se siguen celebrando aún en bastantes localidades repartidas por gran parte de España. Ejemplo de eso es la Fiesta de las Mayas en Colmenar Viejo, El Molar, Leganés y en el barrio de Lavapiés de Madrid. De hecho, en febrero de 2023, la Comunidad de Madrid ha declarado Bien de Interés Cultural -BIC- en la categoría de Hecho Cultural esta fiesta que se celebra a primeros de mayo, como ha publicado La Razón.
En Colmenar Viejo, la celebración tiene tradicionalmente lugar el 2 de mayo y el día antes se realiza la recolección de las flores para la ofrenda de las Mayas a la basílica.
En El Molar, las Mayas estaban asociadas a la Fiesta del Mayo del 30 de abril. Tal como en Portugal, se salía por la noche a cortar el árbol conocido como mayo, que se clavaba en la plaza del pueblo tras pelarlo y decorarlo.
La Fiesta de las Mayas de Leganés se desarrolla desde principios de los noventa, también el día 2 de mayo. Está protagonizada por las Casas Regionales, siguiendo el modelo colmenareño, pero incorporando elementos que señalan el origen de sus organizadores o incluso sus trajes regionales.
Ângela Coelho