Perlora, la ciudad de vacaciones abandonada con vistas al mar
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19.05.2023
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Cuando se visita la ciudad de vacaciones de Perlora por primera vez, la impresión es acusada. La que otrora fuese un complejo residencial destinado al descanso de trabajadores, ahora es un conjunto de chalets abandonados y calles vacías que se van deteriorando lentamente con el paso del tiempo. Aunque, durante los meses de verano, las zonas comunes al aire libre y la playa de Carranques siguen llenándose de gente que toma el sol, hace picnics o barbacoas y disfruta pese al carácter decadente del lugar.
No es difícil imaginar cómo pudieron ser las vacaciones décadas atrás si se usa un poco la imaginación y se mira por las ventanas al interior de las casitas. Esta ciudad de vacaciones –hubo otras antes de que Marina D’Or se hiciese famosa con su eslogan– se inauguró en 1954 en la localidad de Perlora, que pertenece al concejo de Carreño. En su perímetro se edificaron más de 100 chalets y bungalows, por los que cada verano pasaban trabajadores de veraneo en turnos de 15 días.
La alcaldesa Amelia Fernández López explica a EscapadaRural que: “La ciudad de vacaciones de Perlora fue creada en los años 50 por iniciativa de la Organización Sindical de la época y bajo el impulso del piloñés Servando Sánchez Eguíbar. El complejo se concibió como un lugar de vacaciones para los obreros y empleados de diversas empresas ligadas en su mayoría a la administración o los servicios públicos”, especifica. Estas compañías eran, por ejemplo, Hunosa o la Caja de ahorros. Muchos de los veraneantes eran asturianos, pero también había gente proveniente de León o Madrid, entre otros lugares.
Durante más de dos décadas, Perlora fue un epicentro del turismo estatal, pero los cambios que trajo la democracia también influyeron en el funcionamiento de la ciudad de vacaciones, que pasó a depender del gobierno de la comunidad autónoma.
Desde entonces ha habido diferentes tentativas de rehabilitación del complejo que no han llegado a buen puerto. Una de ellas fue ceder la gestión a un consorcio privado, pero ni la idea tenía el favor de los vecinos, ni la administración pública llegó a un acuerdo con los gestores potenciales.
En 2006, se declaró su cierre definitivo, aunque cada cierto tiempo surge una iniciativa vecinal para pedir que Perlora vuelva a tener vida. De hecho, a mediados del mes de marzo la consejera de Hacienda, Ana Cárcaba, declaró en la Junta del Principado que “en fechas próximas” se anunciará un plan de futuro para la ciudad de vacaciones.
La edil confirma que hay un plan en marcha. En el momento en el que responde a las preguntas (finales de marzo de 2023) comenta que: “El Principado de Asturias como titular de la Ciudad de Vacaciones de Perlora ya está preparando un Plan Especial de Reforma Interior (PERI) para dicho espacio con la idea poder avanzar en el desarrollo de dicho espacio”.
Los atractivos de la Ciudad de Vacaciones
¿Por qué Perlora fue y sigue siendo tan apreciada? Hay varias razones que van más allá de la nostalgia de un turismo pasado que se recuerda con satisfacción. Como desarrolla Amelia Fernández, su principal atractivo es su modelo de organización, que sigue siendo válido aunque haya pasado más de medio siglo desde su concepción. “Se trata de una configuración paisajística respetuosa con el medio, basada fundamentalmente en la idea de fragmentación. El resultado es un paisaje agradable y disperso. Una secuencia ordenada de volúmenes y espacios vacíos de privacidad variable que por su disposición evita visuales totalizadoras”, afirma la regidora.
Asimismo, añade que: “Los viales interiores favorecen visuales cortas y la sucesión agradable de jardines, plazas y espacios libres. De hecho se cuidó en origen la presencia de elementos vegetales, muchos de los cuales tienen en nuestro días un porte interesante, llegando en algunos casos a representar los mayores ejemplares de su especie en el concejo”.
Los servicios del complejo vacacional no solo se limitaban a los chalets, sino que había otras equipamientos como una iglesia, el depósito de aguas, el pabellón albergue, el restaurante Playa Perlora, el comedor nuevo, el antiguo edificio de dirección, la escuela taller, los vestuarios o el merendero. “La mayoría de las edificaciones se encuentra en un grado de deterioro considerable”, sostiene la alcaldesa.
A unos pasos de Candás
Muy cerca de esta ciudad de vacaciones se encuentra uno de los pueblos costeros más conocidos de Asturias: Candás, también muy popular entre los veraneantes. Perlora se ubica a apenas 1 kilómetro, por lo que para llegar no hace falta más que tomar el paseo marítimo hasta que se llega a la playa de La Palmera, ‘la urbana’. Además de su ambiente y arquitectura, esta localidad ofrece una gran oferta gastronómica como sus famosos dulces llamados Marañuelas, los helados artesanales y las sardinas (en agosto se celebra su fiesta).
Si se se tira para el lado contrario, se llega a otras playas como la de Huelgues o el Tranqueru. A la segunda no es demasiado fácil de acceder y hay que tener en cuenta que no cuenta con servicios de salvamento. A Carreño también pertenecen las playas de Xivares, que son grandes y muy apreciadas por los surfistas o la de San Pedro de Antromero.
Carmen López
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