Babia, Úbeda, Polvorosa y otros lugares que dieron origen a un dicho
Escrito por
08.06.2023
|
6min. de lectura
Índice
Hay un lugar en la provincia de León que todos conocemos aunque no hayamos estado nunca allí. Y hasta lo habremos mencionado. Ese lugar es Babia y es protagonista de la expresión popular estar en Babia. Quiere decir que uno está distraído, ausente o pensando en otra cosa. Como Babia, hay otros muchos lugares de España que están en el mapa y en los dichos de nuestra lengua.
En muchos casos no está claro de dónde viene el dicho, y tan bueno podría ser una explicación como otra. En esos casos, nosotros vamos a centrarnos en aquellas explicaciones que tienen a un pueblo o una localidad concreta como punto de origen.
Estar en Babia
Este es uno de los casos en los que hay varias justificaciones para unir el dicho y el lugar. La más conocida es la que asegura que los reyes de León pasaban algo así como sus vacaciones en la zona de Babia. Era un lugar tranquilo y con buena caza y allí se retiraban a descansar los reyes, los nobles y los cortesanos.
Los Ordoño, los Ramiro y demás hombres de la corte se alejaban durante un tiempo de las obligaciones del gobierno y se despreocupaban. Por ello, cuando se preguntaba por ellos para algún asunto se respondía que estaban en Babia y que por lo tanto ajenos al día a día.
Los cerros de Úbeda
Irse por los cerros de Úbeda (Jaén) viene a indicar que uno se aparta del tema del que está tratando y comienza a divagar. De nuevo, el origen de la frase no está claro. Una de las explicaciones mira a la Reconquista, cuando por los cerros de Úbeda hubo importantes luchas entre la batalla de las Navas de Tolosa, en el 1212, y la conquista de la propia Úbeda, en el 1234.
En ese tiempo algún hombre desapareció, y pasado el tiempo y las batallas antes de la caída de Úbeda, volvió a aparecer. Había andado perdido por los cerros de Úbeda todo aquel tiempo.
Otra explicación, que proviene de un libro de 1611, habla de unos montes de España que discurren por muchos lugares y van cambiando de nombre, tomando como nombre el de Úbeda en algunas partes. Así, el dicho muestra que uno está como si uno se perdiera pasando un monte a otro, sin saber muy bien dónde se halla.
Fuenteovejuna
La frase de todos a una, como los de Fuenteovejuna, es una de las más conocidas de esta lista de lugares con dicho. Este pueblo cordobés se llama oficialmente Fuente Obejuna, pero por la obra de Lope de Vega todos escribiríamos Fuenteovejuna si nos preguntaran.
El lugar pertenecía en el siglo XV a la orden de Calatrava y esta nombró un comendador para el pueblo que era un poco tiránico. Fernán Gómez de Guzmán, que así se llamaba el comendador, no tardó en subir los impuestos y en actuar con poco sentido de la justicia, arbitrariamente y con demasiada violencia sobre los melarienses, que este es el gentilicio de los de Fuente Obejuna.
En abril de 1476 el pueblo se tomó la justicia por su mano y asesinó al comendador. Los Reyes Católicos enviaron un juez a investigar el caso y cuando este preguntaba por el culpable, le respondían siempre que era Fuente Obejuna. De ahí viene el origen del dicho. Lope de Vega llevó esta historia al teatro en 1616 en una de sus obras más famosas y la consagró en la cultura popular, además de cambiar el nombre.
Polvorosa
Poner pies en Polvorosa se usa como sinónimo de salir huyendo. Según parece, cuando el rey Alfonso III de Asturias, el Magno, que nació y murió en Zamora, vio que las fronteras de sus dominios estaban amenazadas por los musulmanes, reunió a sus tropas para combatir. La conocida como batalla de Polvorosa tuvo lugar cerca del río Órbigo a finales del siglo IX y fue una gran victoria cristiana. Lo musulmanes salieron escapando desperdigados, y de ahí el dicho.
El nombre de Polvorosa proviene de la zona en la que combatieron. A más o menos distancia hay lugares con ese apellido en el nombre, como Arcos de la Polvorosa, Miles de la Polvorosa, Santa Cristina de la Polvorosa o Manganeses de la Polvorosa.
Tauste
En Aragón hay un dicho que hace referencia a Tauste (Zaragoza). Viene a significar que lo mismo da una cosa que otra y se dice: Para tal cosa… de Tauste. Tiene su origen en un cuento de García Arista, de primeros del siglo pasado, donde un hombre de Tauste va a Zaragoza a los toros.
Allí le pregunta a otro de dónde es y este le dice que de Pamplona. Dado que Tauste está relativamente cerca de Navarra, le contesta el taustano que son paisanos. Y en los toros el hombre vitorea al picador porque también es de su pueblo. Y una mujer que vio en los toros también era de Tauste. Y al final lo mismo daba uno que otro, todos eran paisanos del de Tauste. Al final, daba igual de donde uno fuera, siempre era de Tauste.
Antequera
Que salga el sol por Antequera (Málaga) equivale a decir que a uno le da igual lo que pase, que no le importan las consecuencias de algo. En ocasiones se hace más larga: que salga el sol por Antequera y se ponga por donde quiera.
Esta frase podría estar relacionada con la toma de Granada en 1492, por parte de los Reyes Católicos. Dado que Antequera está al oeste de Granada y los soldados cristianos estaban asediando la ciudad, el sol tenía que salir para ellos por el lado opuesto al de Antequera. Teniendo dudas sobre cuál era el siguiente paso a dar en el asedio, decidieron los cristianos actuar y que fuera lo que Dios quisiera. Aunque fuera el resultado que el mundo se diera la vuelta y amaneciera al revés, por Antequera, como en la magnífica película de José Luis Cuerda.
Pinto y Valdemoro
El que está entre Pinto y Valdemoro (Madrid), según el dicho, duda o está atrapado entre dos opciones. El origen del dicho está en un borracho que estando junto a un arroyuelo que dividía los términos de Pinto y Valdemoro, saltaba de una orilla a la otra diciendo: Ahora estoy en Pinto. Ahora en Valdemoro.
En uno de los saltos debió resbalar y acabó cayendo al agua. Y desde allí dijo: Y ahora estoy entre Pinto y Valdemoro. En resumen, ni en un sitio ni en el otro.
Manuel Jesús Prieto