Primavera en Figueira de Castelo Rodrigo: un paisaje blanco y rosa
Escrito por
18.03.2023
|
4min. de lectura
Índice
Justo en la frontera de España con Portugal, que une las provincias de Zamora y Salamanca con el país vecino, hay un espectáculo floral que sorprende a quién por allí pasa entre los meses de febrero y marzo. En el municipio de Figueira de Castelo Rodrigo hace más de 80 años que se celebra la belleza única de los almendros en flor.
El paisaje de Figueira de Castelo Rodrigo, muy cerca del Parque Natural de Arribes del Duero, se tiñe de los colores rosa y blanco, y por eso le llaman la reina del almendro en flor. De hecho, hay un festival con ese mismo nombre, que se celebra desde 1941.
Figueira de Castelo Rodrigo tiene mucho encanto durante todo el año, pero si tienes la suerte de visitar el municipio portugués durante la floración del almendro, cuando el invierno va dando paso a la primavera, la visita será aún más memorable.
Más allá del paisaje cubierto de flores, el Ayuntamiento organiza actividades que promueven y dinamizan la economía local. Así, podrás degustar y comprar productos típicos de la región (miel, aceitunas, aceites, vinos, dulces y, por supuesto, almendras), comprar piezas de artesanía, disfrutar de actividades musicales, deportivas y culturales.
Una visita al pueblo medieval de Castelo Rodrigo
Uno de los lugares más bonitos para contemplar el paisaje florido es sin duda desde lo más alto del castillo del pueblo de Castelo Rodrigo (no confundir con el nombre del municipio que es Figueira de Castelo Rodrigo). Para llegar hasta allí, solo hay que salir del casco urbano de la ciudad e ir ascendiendo por una colina rodeada de almendros, olivos y pinos. Una subida incesante que lleva hasta al pueblo que pertenece a la red de Aldeias Históricas de Portugal.
Si en la Edad Media el castillo de Castelo Rodrigo tuvo una gran importancia en la defensa de la villa fundada por el rey leonés Alfonso IX, actualmente es parte de un legado histórico que es imprescindible visitar.
A finales del siglo XIII, Castelo Rodrigo pasó a manos portuguesas con el esfuerzo del rey Don Dinis. Fue este monarca el que reformó el castillo, cuyas ruinas se pueden recorrer en la actualidad. Don Dinis también construyó una muralla defensiva que sobrevive en algunos tramos. Uno de tus torreones fue aprovechado para levantar una torre del reloj, que se ha convertido en un símbolo de Castelo Rodrigo.
Recomendamos también visitar la iglesia de Nossa Senhora do Rocamador. Pero lo más importante para conocer bien este pueblo es caminar libremente por sus callejuelas y quizás pararse a tomar una bebida en el pintoresco Cantinho Café.
¿Qué visitar en Figueira de Castelo Rodrigo?
Después de visitar el pueblo de Castelo Rodrigo, muy cerca, al bajar la colina, nos encontramos con el monasterio de Santa Maria de Aguiar, un lugar que es monumento nacional. Perteneció a la orden Cisterciense y dependió administrativamente del monasterio de Santa María de Moreruela, en Zamora.
También merece la pena subir hasta la sierra de Marofa, desde donde se puede contemplar todo el entorno de Figueira de Castelo Rodrigo. La zona está presidida por una réplica de seis metros del Cristo Redentor de Río de Janeiro, en Brasil, y que es obra del escultor Joaquim Barreiro.
A unos 20 kilómetros de la ciudad de Figueira de Castelo Rodrigo, está el pueblo de Barca D’Alva donde también se celebra un mercado en que los almendros son los protagonistas. En este evento transfronterizo, que reúne a portugueses y españoles, existe la tradición de plantar un almendro.
Ângela Coelho