9 rutas para hacer esquí de fondo en los Pirineos

El esquí se encuentra estrechamente relacionado con el descenso de montañas por la nieve. Sin embargo, en los últimos años se ha popularizado otra modalidad, conocida como esquí de fondo o con raquetas. Estas permiten disfrutar de la naturaleza y el invierno como el senderismo pero con esquís , por lo que han adquirido un gran número de interesados. 

España cuenta con distintos enclaves fantásticos para realizar esquí de fondo. Entre ellos destaca el Pirineo. Gracias a sus múltiples opciones, cada año miles de amantes del frio y de la nieve se decantan por esta cordillera para realizar excursiones. A continuación os dejamos una lista con algunas de las mejores rutas para realizar esquí de fondo en los Pirineos. 

Esquí de fondo en el Pirineo catalán

Las primeras rutas de esta lista forman parte del Pirineo catalán. En primer lugar, encontramos la excursión que nos lleva desde el santuario de Núria a una de las cimas más emblemáticas en Cataluña: el Puigmal. Esta es una de las más aptas y parte desde uno de los lugares más bonitos del territorio catalán. La ruta empieza por una pista en dirección al Coll de Finestrelles, aunque luego debemos cambiar la dirección, todo señalizado, para poder acceder a la cima de la montaña. Cabe destacar que también se puede bordear la loma para que la subida sea más sencilla hasta los 2.910 metros de altura. 

Otra opción en el Pirineo catalán es la subida al Taga desde Pardines, una excursión ideal para realizar en familia. La ruta se inicia en la ermita de Magdalena o Pardines cuando la nieve es abundante. Si tomamos esta segunda elección la subida se alarga unos 45 minutos, aunque no supone mayor dificultad. Durante la ruta, además, disfrutaremos de tramos abiertos y bosques que nos permiten conocer la naturaleza de la zona hasta lo más alto del Taga. El descenso, como en el caso anterior, se realiza por el mismo itinerario. La ruta se realiza en unas cuatro horas. 

Otro pico mítico y consiguiente ruta de esquí de fondo catalana es el ascenso al Pedraforca desde el mirador de Gresolet. Esta excursión parte desde este último enclave y nos permite disfrutar de la naturaleza más extrema en una combinación de senderismo y esquí de raquetas. Si la nieve no es abundante, durante la primera hora no serán necesarias, aunque una vez pasado el bosque los esquís serán nuestros aliados. En la excursión ascenderemos un tramo de rocas de gran dificultad que nos llevará unas dos horas. Por ello, el total del itinerario supone unas cuatro horas de dificultad media-alta. 

Para finalizar con las opciones catalanas, cabe destacar la estación de esquí de Lles. Es un fenomenal ejemplo de cómo en el Pirineo de Lleida, frente a la sierra del Cadí, encontramos una gran variedad de rutas repartidas por toda la zona. Este espacio ofrece diferentes pistas para los amantes del esquí nórdico o de fondo, con un total de 17 circuitos. Una de las principales ventajas es que cuenta con todos los grados de dificultad. Podremos admirar la belleza natural de la comarca de la Cerdaña al mismo tiempo que realizamos deporte. 

Esquí de fondo en el Pirineo aragonés

Dejando atrás Cataluña nos adentramos en el Pirineo aragonés. Como en el caso anterior, esta primera opción no es solamente una ruta, sino un punto para iniciar distintas excursiones. Se trata del balneario de Panticosa, muy cercano a la localidad homónima. Desde este enclave, rodeado por montañas de más de 3.000 metros, podemos recorrer hasta tres pistas preparadas para el esquí de fondo. Lo haremos junto al junto al ibón de los Baños, un bonito lago de origen glaciar que ofrece un paisaje inigualable. Además, en el balneario podemos recuperarnos tras las largas jornadas deportivas. 

En Huesca, concretamente en el valle de Aísa, encontramos uno de los itinerarios perfectos para conocer el Pirineo aragonés. Esta ruta que nos permite conocer el valle transcurre desde Aspe hasta Aísa en una excursión de unas cuatro horas. El trayecto requiere una buena condición física por lo que no resulta apto para todo el mundo. Así, desde Aspe recorremos todo el valle con gran técnica, el descenso es directo y rápido, por lo que puede ser complicado en ciertos momentos del año. Durante el trayecto, además, disfrutamos de las vistas únicas que nos permiten ver cumbres emblemáticas como los picos del Infierno. 

En Huesca también encontramos el punto más alto de la cordillera y el segundo de toda la península ibérica: el Aneto. Por ello, la ruta para ascender esta montaña por la Renclusa resulta una de las más frecuentadas por los amantes de este deporte, aunque se debe realizar en distintas etapas. Con inicio en el Hospital de Benasque hasta el refugio de la Renclusa realizamos la primera de las jornadas. Tras ella iniciamos el segundo recorrido que supera el glaciar del Aneto, sin esquís y de gran dificultad, hasta lo más alto del pico. El descenso, en cambio, puede realizarse por distintos lugares que nos deben llevar al fondo del valle en unas tres horas. Cabe destacar que pese a su dificultad en el paso de Mahoma la ruta cuenta con una gran señalización. 

Cambiando de país, en el muy cercano Andorra, encontramos una ruta exigente. Esta excursión circular que nos permite ascender el pic del Gargantillar desde Grau Roig (estación de esquí) cuenta con una inclinación máxima en la cumbre de hasta 40 grados. Pese a que la mayoría de la ruta es amena el final es solo apto para los más experimentados. Sin embargo, nos ofrece unas vistas inmejorables que permiten conocer el territorio mientras disfrutamos de la naturaleza salvaje de los Pirineos. 

Pirineo navarro

Por ultimo, nos desplazamos a una de las rutas más conocidas por los esquiadores de fondo navarros y guipuzcoanos: la subida del Saioa desde el puerto de Artesiaga, la cumbre más alta del valle de Baztán. A diferencia de la anterior, esta es una excursión de unas dos horas de gran facilidad para poder disfrutar con la familia. La pista cuenta con todo tipo de señalizaciones que permiten ascender y descender por el mismo lugar. No obstante, si no ha nevado en abundancia puede no ser apta para realizar esquí de fondo.