¿Cómo respondemos a los nuevos perfiles digitales? Este es el título que abrió el debate de una las mesas redondas de la VIII edición del Congreso Europeo de Turismo Rural, moderada por Olivia Fontela, directora de marketing de EscapadaRural, y que contó con la participación de Ana Llera, gerente de FLASEM Gestión de Proyectos Turísticos; Gustavo Nash, propietario de El Bulín casas rurales; Gemma Pons, directora comercial en EscapadaRural; y Rebeca Serna, periodista y bloguera en Viajeros 3.0.
Entre otros aspectos, se analizó cómo respondemos a los cambios de hábitos de los turistas tras la pandemia. Vimos que, por ejemplo, la pandemia intensificó ciertas prácticas que ya existían antes y trajo algunas nuevas como el workation, la combinación del teletrabajo con el turismo rural. También se habló de la reserva online, que es el tipo de reserva más demandado por el viajero rural actual.
Reserva online
Gustavo Nash explicó que cerca del 95% de las reservas de sus alojamientos rurales son online y las demás a través de llamadas telefónicas. «Lo que sí se ha notado es la bajada de los emails de consulta, dado que estos contactos se daban porque los viajeros no encontraban esta posibilidad de reservar. Se acabaron los emails de consulta y la gente reserva directamente». Para Nash «tener la reserva online es fundamental, forma parte de nuestra estrategia para que los viajeros puedan reservar al momento». Y cree que no tener la posibilidad de este tipo de reserva es «esconderse con excusas a la tendencia que marca el viajero».
Por otro lado, Llera comentó estar de acuerdo con que la ocupación aumenta con la reserva online y que esto afecta directamente a la rentabilidad económica, pero añadió que «personalmente creo que se pierde mucho de la calidad humana y lo digo porque el turismo rural tiene unas características que le diferencian de los demás. El turismo rural se está metiendo en una masa que no es, porque no somos turismo de masas, somos pequeños alojamientos con una identidad y esencia».
Pons explicó que en EscapadaRural la reserva online no se lanzó desde el principio, porque «esperábamos llegar al momento en que el viajero lo demandara de una manera muy evidente». La reserva online en la plataforma fue lanzada como un añadido y no de manera agresiva. «De esta forma cuando al propietario le entra una reserva no se acepta automáticamente, tiene 24 horas y en este tiempo le permitimos hablar con el viajero. Así no se pierde la experiencia del contacto con el viajero. Además, no obligamos a ningún cliente a activar esta reserva directa», explica.
Para Serna el problema es que la pandemia ha acelerado tendencias que ya estaban ahí y que ahora se ven mucho más claras. «El viajero ahora mismo pondera la inmediatez, el no tener que dar explicaciones, ser completamente anónimo, que le des facilidades para cancelar, que en una búsqueda rápida pueda ver el precio y la disponibilidad y, si quiere, la reserva».
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Caroline Dalprá