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Estos son los camposantos ganadores del la VII edición del Concurso de Cementerios organizado por la revista Adiós Cultural
La escritora Mariana Enríquez tiene una afición que practica cuando viaja, que suele ser bastante a menudo: visitar cementerios. Por suerte para sus numerosos lectores, ha ido recogiendo sus impresiones en una serie de crónicas que funcionan casi como una guía de necroturismo o retazos de su autobiografía. Veinticuatro de esos textos se recopilaron en un volumen que llegó el año pasado a España titulado Alguien camina sobre tu tumba. Mis viajes a cementerios. En dicha antología aparecen necrópolis de París, Lima, Londres, Praga, Buenos Aires o Barcelona, en concreto el situado en el barrio de Poble Nou.
Se adentró en él en 2018, en busca de la escultura conocida como El beso de la muerte o El petó (en catalán). Según relata: “La historia de la escultura cuenta que fue realizada en el taller del escultor Jaume Barba hacia 1939 pero, se cree, la concibió uno de sus discípulos, Joan Fontbernat, porque Barba tenía más de setenta años cuando le llegó el pedido. El encargo lo hizo la familia Llaudet, como homenaje a uno de sus hijos que murió demasiado joven –aunque la identidad del protagonista no aparece en ninguna parte y sí el nombre de Josep Llaudet Soler, empresario textil-, ¿su padre?”.
La obra que fascina a Enríquez quedó en la segunda posición de la categoría mejor escultura del I Concurso de Cementerios organizado por la revista Adiós Cultural en 2014. Por delante se situó la dedicada al cantante de ópera Julían Gayarre del cementerio de Roncal (Navarra) y en tercer lugar la que domina el panteón de la familia Moróder del cementerio general de Valencia.
Ese ranking de los mejores cementerios de España se ha seguido elaborando desde aquel año hasta ahora, exceptuando el parón causado por esa pandemia que paralizó el mundo en 2020. La publicación ha comunicado recientemente los resultados de la última edición de esta ‘competición anual’ en la que profesionales del sector funerario y especialistas en arte, historia y medioambiente escogen a los mejores cementerios de cuatro categorías, porque la quinta depende del voto de los lectores. Los premios son de 5.000 euros que se deben reinvertir en el propio cementerio para impulsar “su actividad patrimonial, cultural y ambiental”, explican desde la revista, editada por Funespaña.
Con esta iniciativa, además de ayudar a los ganadores, aumentan los puntos de interés que los aficionados al necroturismo pueden apuntar en su mapa. En la mayor parte de las listas de ‘los mejores cementerios’ siempre aparecen el cementerio de Comillas (Cantabria), el de San Amaro (Ourense), el de Monturque (Córdoba) o el de Montjuic (Barcelona).
Este 2022, los mejores cementerios de España elegidos entre todos los que se presentaron a la convocatoria han sido los siguientes:
Mejor cementerio: cementerio General de Valencia
Abrió sus puertas en 1807, con la firma de los autores Cristóbal Sales y Manuel Blasco. Si en 2014 ya apareció en la lista de ganadores del concurso, en el tercer puesto de la mejor escultura, ahora lo hace en la general. Sus puntos fuertes son el conjunto del patio de columnas –formado por 170 pilares “de orden dórico de piedra arenisca blanda con fuste en una sola pieza”– y el conjunto de panteones situado en la sección tercera izquierda. La segunda y la tercera posición del ranking de los mejores cementerios de España han sido para los camposantos de Villaluenga del Rosario (Cádiz) y Archidona (Málaga).
Mejor iniciativa medioambiental: cementerio municipal de Bilbao
¿Cuál es su apuesta para ayudar a combatir el deterioro del medioambiente? Pues sus responsables han instalado placas solares fotovoltaicas y además tiene el objetivo de sustituir, antes de que termine el 2022, su flota de vehículos de combustión por eléctricos. Esta iniciativa está alineada con la Estrategia Ambiental de Bilbao, que pretende ser neutral en CO2 así como resiliente al cambio climático y tener una calidad ambiental saludable.
Mejor monumento: cementerio municipal La Carriona de Avilés
El cementerio de La Carriona de Avilés es una de las necrópolis que suele aparecer en las listas de cementerios más bonitos gracias, precisamente, a sus monumentos. El que ha hecho que consiga el primer puesto en esta categoría es el llamado Losa del tiempo, hecho por el artista Carlos Suarez en 2022. La obra pesa cuatro toneladas y tiene como objetivo recuperar la memoria de las víctimas del franquismo. El cementerio de Reus quedó en el segundo lugar y el de Villaluenga del Rosario, en Cádiz, en el tercero.
Mejor actividad pública realizada en el cementerio: cementerio de Ballena de Castro Urdiales
El cementerio de Ballena de Castro Urdiales es otro de los más frecuentes en los rankings de mejores cementerios de España. Ha quedado en el primer puesto gracias a su animada agenda de actuaciones culturales, que abarca desde visitas guiadas hasta recitales de música y poesía pasando por visitas teatralizadas o un cuaderno cultural infantil. Los otros puestos del podio de los tres mejores han recaído sobre ganadores en otras categorías de esta edición del certamen: el cementerio de Valencia ha conseguido el segundo puesto y el tercero ha sido para el de Bilbao y el de Reus, que han empatado.
Cementerio más bonito: cementerio de Os Eidos de Redondela
Esta decisión es la que toman los lectores con sus votos, que este año han recaído en su mayoría en este camposanto gallego que tiene la consideración de cementerio histórico de la Diputación de Pontevedra. En su recinto hay 724 sepulturas (126 están en el suelo) que se reparten en 147 parcelas. La tumba más antigua es de 1860 y la más reciente de 1998, porque actualmente ya no tiene capacidad para acoger a nuevos inquilinos.
Según explica la revista: “Os Eidos cuenta con numerosos panteones y mausoleos que fueron construidos en el siglo XIX, en una época de esplendor para Redondela por el comercio internacional. Las tumbas eran una muestra de poder y los arquitectos de la época diseñaban propuestas únicas para cada familia. Los panteones fueron elaborados por canteros de la zona y tienen un gran valor artístico e histórico”.
Carmen López