Los pueblos más aislados de España

Nuestro país esconde varios pueblos aislados que con el paso de los años se han quedado algo más inaccesibles. Hablamos de lugares con mucho encanto, generalmente rodeados de naturaleza y muchas historias a sus espaldas. Suelen estar apartados de las principales carreteras e incluso a veces, debido a su geografía, la única forma de llegar hasta ellos es andando o en funicular.

Con este artículo queremos dar voz a esas poblaciones recónditas que han quedado a un lado, ya sea por su ubicación o dificultad para llegar hasta ellas. También queremos dar a conocer su bellísimo entorno y todos los tesoros culturales e históricos que esconden. ¡Sin duda, estos pueblos aislados dejan sin palabras a todo aquel que los visita!

Os de Civís

Uno de los pueblos aislados que podemos encontrar en España es la tranquila y curiosa población de Os de Civis. Tranquila porque es uno de esos lugares en los que parece que el tiempo se ha detenido y curiosa porque, aunque forme parte de Lleida, se accede a través de otro país, Andorra.

Es un lugar geográficamente único y singular con poco más de 80 habitantes durante todo el año. Desde EscapadaRural hemos podido acercarnos más a la población gracias al Hostal La Font, donde Adrià nos informa que “La mayoría de los habitantes son andorranos, sus padres o abuelos ya residían aquí y han vuelto al pueblo reformando las casas de sus familiares”. También nos comenta que el pueblo se ha quedado aislado en varias ocasiones. “En 1982 quedo incomunicado por las inundaciones, pero los habitantes se negaron a irse ya que temían que nunca más se arreglara la carretera y se volviera imposible vivir aquí”.

Si te decides a visitar Os de Civís, has de saber que posiblemente sea uno de los pueblos más bonitos del Pirineo. Sus casas de piedra y pizarra se mimetizan con el entorno e incluso se adaptan a él. Nos comenta también que “Se construyeron unas pasarelas que iban de una casa a otra para que los habitantes no tuvieran que salir a la calle cuando había demasiada nieve”.  

Entre sus imprescindibles y curiosidades destacan la iglesia de San Pedro y Santa Margarita (se tiene conocimiento de ella desde 1312), conocer su palomar medieval (el cual resulta único en todo el pirineo) e interesarse por la gran cantidad de historias de contrabandistas de tabaco que envuelven la población. También sorprende que hasta 1980 no llegara la electricidad y que resulte francamente complicado llegar a Os de Civís en transporte público, siendo el coche privado la única opción.

Bulnes

Era conocido por ser el último pueblo sin acceso rodado de Asturias y uno de los más incomunicados y aislados del país. De hecho, hasta hace relativamente poco, solo se podía llegar a Bulnes por un sendero que había sido tallado entre las rocas de unos 4 km de largo. Por lo tanto, cada vez que un habitante quería ir hasta la población vecina de Poncebos tenía que atravesar el sendero, o bien andando o con la ayuda de mulas durante aproximadamente 2 horas.

Por suerte, todo cambió en 2001 con la llegada del Funicular de Bulnes. Gracias al funicular se pueden recorrer estos 2.227 metros que separan Poncebos de Bulnes en tan solo 7 minutos. Una auténtica revolución para esta población enclavada en el pleno corazón de los Picos de Europa y que sirve de antesala al ya famoso pico Urriellu (2.519m).

Desde La Casa del Chiflón comentan que “Hacia finales del siglo XX el pueblo no disponía de electricidad y estaba totalmente incomunicado”. El turista que recibían era sobre todo enfocado a la montaña y, a día de hoy, lo sigue siendo. No nos extraña, pues son muchos los que deciden darle una oportunidad a esta tranquila villa alejada de las multitudes pero con tanto que ofrecer.

Entre los quehaceres encontramos disfrutar de una increíble belleza paisajística, animarse a probar el senderismo, visitar la rústica aldea y los pueblos vecinos. También resulta imprescindible descubrir alguno de los miradores desde donde obtener unas vistas fantásticas del pico Urriellu y de la población, así como probar el rico queso de Cabrales. ¡Una seña de identidad y una delicia para el paladar!

Paradilla de Gordón

En esta ocasión viajamos hasta la provincia de León para conocer otro de los pueblos aislados de España, una localidad tan mágica como remota. Se declaró República Independiente y actualmente cuenta con aproximadamente 4 habitantes que dan la bienvenida a todo aquel que quiera conocer más de la población.

Aunque sea una de las menos pobladas de la provincia de León, llama mucho la atención ya que cuenta con un bar/teleclub que está situado donde estaba la antigua escuela rural y que sigue manteniendo el ambiente escolar. Se llama La Abubilla y se creó según José Manuel González, presidente de la Junta Vecinal, para “Conseguir y llevar a cabo conciertos, filandones y otro tipo de actividades, que ya se están programando”.  Él mismo anima a otros pueblos a que sigan sus pasos ya que “Si en Paradilla lo hemos conseguido, también el resto de localidades gordonesas lo podrán hacer”.

Para poder llegar hasta la población hay que conducir por una carretera muy estrecha, tanto que si nos encontramos con otro coche va a ser complicado (sino imposible) pasar ambos. También llama la atención la pendiente a la que se ha de hacer frente, la cual va de un 10-12%. Pero vale la pena por las vistas que esperan al final del camino, la preciosa iglesia de estilo románico y la senda del Celorio.

La senda del Celorio es un ruta sencilla que termina en Paradilla y que cuenta con una historia literaria detrás y varias esculturas que se fusionan con la naturaleza. Está inspirada en un relato del escritor leonés José María Menéndez López: Celorio el de Geras. Otra de las atracciones que llama la atención es la reciente escultura de Amancio, un columpio gigante muy instagrameable desde donde poder contemplar Paradilla, la montaña de León y el valle.

Desde Escapada Rural hemos podido hablar con José Manuel, nacido en Paradilla y nos comenta que “Si queremos conocer algunas de las múltiples historias que circulaban por la población, justo ahora va a salir publicado el libro de El Trasgu de Paradilla”. Una recopilación de tradiciones e historias de la zona de Gordón.

Por último y a modo curiosidad, también nos explica que “El nombre de Paradilla le viene como anillo al dedo ya que antiguamente esta zona era lugar de paradas, encuentros y descansos”. También anima a visitarlo a todas aquellas personas que busquen evadirse del día a día, del caos de la ciudad y el estrés que esta pueda generarnos. “Apenas hay 2 habitantes durante todo el año y, algunos meses, viene una pareja de alemanes que trabajan a distancia. ¡Es perfecta para nómadas digitales!”

Bandujo

De nuevo, volvemos a nuestra querida Asturias para saber más de Bandujo, el que era el pueblo medieval más aislado de España. Antiguamente solo se podía llegar a él andando a través de una antigua calzada romana llamada la Senda del Oso, ruta de 50 Km que atraviesa Asturias en forma de Y.

Hasta Bandujo hay un camino sencillo pero con algo de pendiente de unos 2.4 km, unas 2 horas de duración. Gracias a él, poco a poco nos vamos adentrando en el bosque, cruzando arroyos, saltos de agua y puentes hasta llegar a la zona más abierta y de praderías donde se comienza a divisar la población. Lamentablemente, permaneció más aislada que muchas otras de su alrededor ya que hasta el siglo XX no se construyó la carretera y hasta 1980 no llegó el agua corriente ni la electricidad.

En 2010, los edificios que forman parte del Conjunto Histórico fueron declarados Bien de Interés Cultural. Resulta inevitable pasear por sus calles sin antes apreciar las fascinantes construcciones de origen medieval que asoman en cada esquina, especialmente la torre de Bandujo (s. XI-XIII, la cual sirvió de ayuntamiento y de cárcel), la iglesia de Santa María (s.X) o el palacio. También llaman la atención las preciosas vistas de las que se disfruta desde lo alto de la loma de la montaña y los 7 barrios que lo conforman, los cuales están repartidos por las laderas del monte (El Barreiru, La Molina, Antelaiglesias, Palacio, La Reguera, Toral y Campal).

Cuevas del Agua

Terminamos con el único pueblo de España al que se accede a través de una cueva natural, conocida como La Cuevona. Son muchas las localidades a las que se les ha tenido que construir un acceso mediante túnel pero, en esta ocasión, la cueva de 300 metros de recorrido ha sido el único acceso a la población y ha estado desde tiempos inmemorables.

Si bien es cierto que se ha tenido que adaptar para el paso de vehículos, sigue siendo la misma cueva natural que unía a la villa de Cuevas del Agua con el resto de poblaciones de Ribadasella.

Al cruzar la cueva llegamos a la escondida población de Cuevas, situada a orillas del río Sella, con tan solo 50 habitantes pero con la mayor cantidad de hórreos de la zona. Los hórreos son construcciones destinadas a guardar y conservar los alimentos, permitiéndolos mantener fuera del alcance de otros animales y la humedad. A parte de tener un claro pasado atado a la agricultura, también conserva casas de arquitectura tradicional asturiana así como su pequeña ermita dedicada a Santiago y el apeadero del tren FEVE.

Por último, no nos podíamos despedir de Cuevas del Agua sin antes saber un poco más de las leyendas que la unen con los molinos y sus rutas. Al estar a orillas del rio Sella, aprovechaban sus aguas para generar la harina necesaria para la villa y sus alrededores y, al estar aislados, se rumorea que sus molinos solían ser lugares de encuentro amoroso. Si te encuentras por la zona y quieres hacer alguna ruta, recomiendo la ruta de los molinos ya que justo comienza en esta localidad.