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Un laboratorio de Beijing, Sinogene Biotechnologies, clonó el pasado 10 de junio a una loba ártica a la que ha bautizado como Maya. El lobo ártico (Canis lupus arctos) es una subespecie del lobo gris que puede encontrarse en la tundra ártica del norte de Canadá y que se encuentra en peligro de extinción.
Fundamentalmente, el proceso de clonación fue el mismo que el empleado por primera vez en 1996 para clonar a la oveja Dolly. Concretamente, se usó ADN de una muestra de piel de una loba ártica que vivía en el parque temático de Harbin Polarland y que había fallecido en el año 2021.
Los animales clonados todavía tienen la capacidad de reproducirse si tienen óvulos fertilizados intactos, de modo que esta técnica puede fomentar la biodiversidad, además de reducir la probabilidad de extinción de algunas especies. Por esa razón, en España también clonamos animales, aunque particularmente nos limitamos a ‘animales de alto rendimiento’, como son los caballos.
Embryotools y la clonación equina
Los primeros seres humanos que domesticaron caballos fueron los Botai, un antiguo grupo de cazadores que habitaba lo que hoy es el norte de Kazajistán hace más de tres mil años. Durante toda la historia de la humanidad anterior a la década de 1820 (cuando apareció el ferrocarril), nadie logró superar la velocidad de galope de un caballo, así que nos acompañaron desde entonces de forma insustituible.
Algo natural teniendo en cuenta que, cuando los seres humanos empezaron a relacionarse con los caballos, todo fue más fácil para los humanos. Porque estos animales son extraordinariamente resistentes (pueden trabajar unas ocho o diez horas al día en comparación con las 4 o 6 horas del ganado vacuno) y viven más tiempo (pueden trabajar quince o hasta veinte años, cuando los bueyes solo lo hacen ocho o diez).
Ahora, sin embargo, los caballos suelen usarse para muchos otros fines, como la competición, la doma o el recreo. Es por ello que su reproducción también exige mayores garantías. La primera empresa de clonación animal en España fue Embryotools, situada en Barcelona. Según podemos leer en su web:
Nuno Costa-Borges, embriólogo y director científico de la compañía, participó en la primera clonación exitosa de un animal en España en los laboratorios de la Universidad Autónoma de Barcelona en 2009. Pero, como hemos dicho, sus servicios se centran en la clonación equina. A pesar de que un solo caballo clonado puede llegar a costar 100.000 euros, el servicio de clonación de caballos tiene bastante demanda.
En 2009, clonamos con éxito los primeros animales en España y en 2012, utilizando una innovadora técnica de micromanipulación, fuimos los primeros en Europa en obtener caballos sexados a partir de blastocistos de gran tamaño (XL, > 300μm) que fueron previamente colapsados y vitrificados. Más recientemente, en 2020, obtuvimos el primer potro 100% elaborado en España, tras la aplicación de las técnicas de extracción de óvulos (OPU), maduración in vitro e inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI).
Y es que esta tecnología permite ampliar en gran medida la capacidad de reproducción de los animales de alto rendimiento y reducir el impacto económico generado por una lesión inesperada o la muerte de los mismos. Todos los animales clonados son sometidos a pruebas de ADN para confirmar su identidad y exámenes veterinarios para confirmar su estado de salud. Así, la clonación ofrece garantías que, hasta cierto punto, justifican el dispendio económico.
Con todo, a pesar de que estamos hablando de clones perfectos, el carácter del caballo se modula por la interacción ambiente/genoma, así que no todos los clones acaban comportándose igual que sus originales. Y no solo el carácter puede cambiar, sino también algunas características físicas. Porque también ciertas capacidades musculares o biomecánicas son fruto de entrenamientos específicos.
El clon, pues, estará predispuesto a alcanzar similares hitos que el original, pero siempre que se entrene o se eduque de manera muy parecida.
Otros ejemplos de clonación española: de perros a toros
Ovohorse, liderado por el embriólogo Enrique Criado Scholz y formado por más de 150 profesionales especializados en criobiología y medicina reproductiva, es otro proyecto pionero en España de reproducción asistida equina y clonación animal en general. Su objetivo principal es ponerse al servicio de las yeguadas españolas con el fin de ayudarles a preservar el legado de caballos y yeguas.
Por ejemplo, para preservar el caballo andaluz. Un caballo ibérico de tipo barroco que está entre las razas equinas más antiguas del mundo y que se usa en las disciplinas de la doma clásica, doma vaquera y en el rejoneo. Todo lo que se requiere es una pequeña biopsia del animal para poder llevar a cabo esta técnica de réplica (en el caso de que haya fallecido, se debe realizar en las horas posteriores.)
Además de caballos, Ovohorse también ofrece servicios de preservación genética y clonación de perros, gatos y camellos.
Paralelamente, en el Instituto Español de Genética y Reproducción Animal (IEGRA), un centro privado toledano, se conservan las células congeladas de un toro bravo, otro animal típicamente celtíbero. El primer toro de lidia clonado en España se llamó «Got», y nació en 2010. El becerro fue creado mediante una técnica conocida como transferencia nuclear, por la cual se inserta el ADN del padre en óvulos de vaca para crear embriones que se implantan en hembras sustitutas.
Los científicos de la Fundación Valenciana de Investigación en Veterinaria (VIVE), que participaron en el proyecto, también sostienen que esta clonación abre la puerta a la posibilidad de crear un banco de tejidos que evite la desaparición de animales de gran valor genético o en vías de extinción, como el lince ibérico.
A pesar de que algunos colectivos y asociaciones están en contra de la clonación animal, como también de los transgénicos, estas prácticas son cada vez más comunes y seguras. Poco a poco, a poco que se vayan derribando las resistencias típicas del “síndrome de Frankenstein”, cada vez será más común que parte de nuestra flora y fauna sea genéticamente clonada.
Sergio Parra