Hacia la cima de Gorbea, ruta por el gigante natural de Euskadi

El Parque Natural de Gorbea, o Gorbeia, es un auténtico refugio natural del País Vasco. No en vano, es el parque natural de mayor extensión de Euskadi. Un lienzo heterogéneo de pastos, hayedos, robledales y zonas rocosas escarpadas que se ha convertido en un verdadero punto de referencia para los amantes del montañismo.

Como no podía ser de otra forma, las opciones de senderismo son muy amplias. Si bien es cierto que la mayoría son de ida y vuelta, como la ruta de Ubide que permite llegar a la cima del monte Gorbea -su punto más alto con 1.482 metros de altura-, también hay alguna ruta circular de corto recorrido como las que se detallan en su página web.

Cómo ir desde Ubide al monte Gorbea

La ruta que alcanza el corazón de Gorbea desde Ubide es de gran recorrido y dificultad media-alta. Presenta un desnivel positivo de 910 metros y tiene una duración total de, aproximadamente, 6 horas, por lo que no está recomendada para aquellos que no estén acostumbrados a caminar largos trayectos.

El punto de inicio es la plaza de Ubide para tomar, unos pasos más adelante, el camino que se dibuja por la ribera del arroyo Undabe. Un agradable paseo para ir calentando a la sombra del típico bosque de ribera.

Avanzamos unos metros hasta desembocar en un camino de mayor amplitud donde tomaremos el desvío hacia la izquierda, hacia Atxurdín. Cuando llevamos casi una hora caminando, el trayecto se pone exigente y comienza la ascensión continua. Solo los pastizales de Arimegorta ofrecen un alivio para tomar aire y reponer fuerzas.

En el trayecto de ascenso hasta Arimegorta hay varios desvíos que aparecen tanto a derecha como a izquierda, pero no les haremos caso y continuaremos todo recto acompañados, en todo momento, por pinos, cipreses y, en la parte final de este tramo, abrazados por bellos ejemplares de hayas. Dos horas después de abandonar Ubide llegamos al refugio Gure Ametsa. Nos encontramos en los prados de Arimegorta y es un estupendo momento para detener el paso, contemplar el amplio paisaje y recobrar el aliento.

De nuevo en movimiento, existen dos posibles vías para alcanzar el siguiente hito: el collado de Aldamiñospe. La primera consiste en recorrer los senderos que finalizan en el paso del Dulau; la segunda opción permite visitar el dolmen de Arimegorta y el refugio Aginalde. Cualquiera de las dos alternativas ofrece sus encantos naturales y ambas convergen en Aldamiñape por lo que, tomar una u otra, es cuestión de gustos.

Después de alcanzar el collado, solo queda un pequeño empujón final de 20 minutos para alcanzar nuestra meta, el imponente corazón de Gorbea, desde donde se capturan unas visuales que dejan sin respiración. Estamos junto a su emblemática cruz metálica de 17,23 metros, un icono de este gigante del senderismo que ha llegado a tener hasta 3 versiones distintas desde que se colocara la primera en el año 1901.

Todo un símbolo en la zona al que acompañan dos vértices geodésicos y una mesa de orientación donde se señalan hasta 106 montes y que bien puede servir de inspiración para próximos retos de montaña.