Ruta por la garganta de los Infiernos en el valle del Jerte
Escrito por
04.03.2022
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La zona norte de Extremadura, en la provincia de Cáceres, es el hogar de rincones naturales de extraordinaria belleza. Lugares que llaman la atención del visitante por su riqueza natural, sus posibilidades de ocio y por estar accesibles en cualquier estación del año.
Uno de estos tesoros, y puede que el más conocido, es La garganta de los Infiernos. Un desfile de arroyos, cascadas, saltos de agua y piscinas naturales, en pleno valle del Jerte, donde el agua es la principal protagonista. Un paraíso que conforma una Reserva Natural de 6,800 hectáreas cuyo máximo atractivo turístico, con el permiso de la espectacular floración del cerezo, es la zona conocida como Los Pilones, una sucesión de pozas naturales esculpidas por el agua del río Jerte durante años donde darse un chapuzón para aliviar las altas temperaturas veraniegas.
Ruta Circular por la Garganta de los Infiernos
La ruta de 3 kilómetros (ida), y unos 50 minutos aproximadamente de camino, que permite subir hasta Los Pilones es la senda más recorrida de la zona. No obstante, la naturaleza que habita este enclave es mucha más amplia y cuenta con un repertorio paisajístico de lo más nutrido.
La ruta circular por la garganta de los Infiernos es la mejor opción para vivir y sumergirte en las maravillas naturales que abrazan esta superficie. ¿Sus características? Un nivel de dificultad bajo, una distancia total de 16 kilómetros que se completa en unas 6 horas y un desnivel acumulado de 514 metros.
Al ser circular, la ruta se puede comenzar desde diferentes puntos. Uno de los posibles comienzos es en el pueblo extremeño de Jerte. Desde aquí, los 2 primeros kilómetros son algo tediosos, pues transcurren por una carretera a medio asfaltar.
Una vez superado este tramo, el camino se sumerge en pura naturaleza para el disfrute de los sentidos. Un camino bastante ancho, y muy bien señalizado, por el que se transita con facilidad, que tiene como compañeros de ruta a especies como el roble, la encina y el castaño. Si se visita en otoño, la explosión de colores es impresionante.
Ascendiendo sin pausa, se llega hasta el collado de Tierra Blanca, el punto más alto de la ruta con unos 850 metros. La encina es aquí la especie dominante. La parte más dura ha terminado pues, desde aquí, el camino será de bajada.
La siguiente parada será Puente nuevo o la garganta de los Tres Cerros, donde las primeras pozas harán acto de presencia. Con el río en el lado izquierdo, llegaremos hasta Los Pilones en unos 3 kilómetros.
A medio camino se encuentra la zona donde la garganta de los Tres Cerros confluye con la garganta del Collado de las Yeguas. Este punto es el de mayor altura de la garganta de los Infiernos, cuyo caudal bebe de ambas gargantas. Para cruzar el arroyo en época de crecidas, lo más aconsejable es quitarse el calzado y mojarse un poco pues, de lo contrario, se puede complicar bastante.
Si se realiza la ruta en verano, y se ha madrugado, se puede llegar a Los Pilones a la hora perfecta para disfrutar del refrescante premio de sus aguas cuando éstas ya tienen una buena temperatura y aún no hay excesiva gente. Es hora de relajarse.
Tras la pausa, en apenas 3 kilómetros, se llega hasta el Centro de Interpretación donde, además de conocer más detalles de la biodiversidad del Jerte, hay habilitados varios chiringuitos donde se puede tomar algo. Finalmente, en unos 1.500 metros adicionales, se retorna al punto de partida.
Elísabet García
Preciosas rutas…vivan las escapadas rurales y la naturaleza. Mejor nos iría si no nos aleja ramos de la Naturaleza. Me gusta mucho.