No se sabe si el director de cine Wes Anderson escogió Chinchón como localización de su nueva película llevado por las ganas de probar la famosa bebida local, aunque quizás a estas alturas ya la haya probado. Pero es más probable que supiese de la existencia del pueblo por haber sido escenario de algunas películas de uno de sus directores preferidos, Orson Welles.
Los vecinos de la localidad saben que Scarlett Johansson, Tom Hanks, Bill Murray o Margot Robbie podrían aparecer en cualquier momento en su famosa Plaza Mayor, uno de sus mayores atractivos turísticos. Terminó de construirse a finales del siglo XVII y tiene 234 balcones de un color verde escogido en referéndum por los vecinos.
No es que las estrellas se hayan dejado ver demasiado, pero en el caso de Murray una aparición sorpresa no sería, precisamente, una sorpresa. Existen un montón de leyendas –algunas de ellas no lo son tanto porque existen pruebas gráficas– sobre la afición del intérprete por ‘aparecer’ en sitios o gastar bromas a ciudadanos inocentes, como robarle una patata frita a alguien que está comiendo en público o taparle los ojos a una chica por la calle. Suele firmar sus jugarretas con la frase “Nadie va a creerte nunca”.
Al único al que algunos afortunados han podido avistar es al director norteamericano, que se desplaza de ‘buggy’ del parador del pueblo hasta el set de filmación. Dicho hospedaje estará ocupado por el elenco y el equipo de rodaje hasta el 1 de diciembre y nadie externo puede acercarse a menos de 10 metros del edificio. También han alquilado algunas casas rurales de la zona, pero apenas circula información con cualquier cosa que tenga que ver con el filme porque no quieren que haya filtraciones.
Algunos van a tener más difícil que otros mantener el secreto de lo que está ocurriendo porque tendrán en su haber mucha información (ser cotilla es una característica más extendida de lo que se pueda pensar). En la película participan 200 vecinos a los que se ha contratado como figurantes y otros han conseguido trabajo como ‘paseantes’ de perros, canguros de niños o guardias de seguridad, según ha informado la prensa.
¿Cómo de difícil puede ser no hablar de cómo es Tom Hanks en persona o cuántas tomas ha hecho Scarlett Johansson hasta clavar la escena? Quizás algún día, cuando todo haya pasado y los espectadores puedan ver el resultado en la gran pantalla, puedan contarlo.
Por el momento, solo se sabe que aunque tiene estética de western –se han construido diversos escenarios, como por ejemplo una estación de tren o un desierto– el filme no pertenece a dicho género (quizás habría sido más fácil rodar en Almería, que ya tiene un espacio preparado para ello) y que su trama no tiene ninguna relación con España. Además, otras estrellas como Adrien Brody, Hope Davis o Jason Schwartzman también forman parte del elenco (el último es uno de sus actores fetiche y ha aparecido en casi todas sus películas). Pero, en general, todo lo que tiene que ver con el filme, es un misterio a estas alturas.
Solo uno más
Pese al revuelo que ha generado la presencia de Anderson y su equipo en Chinchón, no es precisamente el primer ni más importante director de la historia del cine que escoge este pueblo para grabar su película. De hecho, la lista es sorprendentemente larga, aunque los atractivos de la localidad sean de sobra conocidos: ha conseguido el título de Conjunto Histórico – Artístico y su Plaza Mayor, la Casa de la cadena, el teatro Lope de Vega o la Torre del reloj reciben muchas visitas.
Los cinéfilos puede que reconozcan algunos de los sitios por haberlos visto en algunos filmes de Orson Welles, uno de los cineastas enamorados del pueblo, como se señala al principio de este artículo. En él rodó títulos como Campanadas a medianoche (1965) y Una historia inmortal (1968), en la que hizo pasar a la localidad madrileña por Macao. Gracias a él, Jeanne Moreau y Fernando Rey –que participaron en ambos– conocieron los alrededores de la capital del Estado.
En 1956, el famoso cómico Cantinflas, simuló que toreaba en una plaza de toros mexicana. En realidad se trataba de la Plaza Mayor de Chinchón, transformada para la película La vuelta al mundo en 80 días, dirigida por Michael Anderson, John Farrow. El actor mexicano daba vida a Rigodón, mientras que David Niven interpretaba a Willy Fogg.
Henry Hathaway trasladó a Claudia Cardinale, Rita Hayworth y John Wayne a Chinchón en 1964 para rodar El fabuloso mundo del circo, que también tiene como escenarios Barcelona y Aranjuez. Unos años antes, en 1961, Carmen Sevilla había dado vida a María Magdalena en Rey de reyes, de Nicholas Ray. El cineasta quiso recrear –a su manera– en la pantalla la vida de Jesucristo y le puso como escenario Almería, Madrid, Toledo y este pueblo de cine. Los decorados hacen milagros.
Esa no fue la única vez que Carmen Sevilla actuó en Chinchón. De hecho ya había pasado por allí casi una década antes, en 1953, de la mano del director Eusebio Fernández Ardavín que le dio el papel protagonista en su película La bella de Cádiz. Dándole la réplica estaban Luis Mariano y Conchita Bautista, que simulaban estar en ‘la tacita de plata’, en lugar de a cientos de kilómetros.
Más recientemente, se rodaron en Chinchón las películas Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la Tierra, que Miguel Bardem dirigió en 2008 o Pájaros de papel, la primera película como director de Emilio Aragón (que también pasó por otros pueblos como Almagro o Tembleque) en 2010. Una buena selección de películas con las que revisar la historia cinematográfica de Chinchón mientras Wes Anderson termina su filme. Es posible que, teniendo en cuenta el estilo visual tan característico del cineasta, la imagen que presente del pueblo sea completamente diferente a las mostradas hasta ahora. El resultado, próximamente en las pantallas.
Carmen López