«España es un polvorín», lo que nos contó un bombero forestal en 2021
Escrito por
19.07.2022
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17min. de lectura
Actualización: esta entrevista se publicó el 11 de agosto de 2021 en EscapadaRural Magazine
José Pedro Hernández, también conocido como Uncas, es un bombero forestal polifacético del valle del Tiétar, en Ávila. Lleva más de 20 años apagando fuegos y trabaja para las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), que operan a nivel nacional.
Cuando suena la sirena, se enfunda su uniforme y, tras unas breves instrucciones del técnico de la base: la localización, qué van a encontrarse en el destino y qué componentes hay allí trabajando, se sube junto a sus compañeros al helicóptero y ponen rumbo al corazón del incendio. Un día más, Unca y el resto de bomberos forestales tendrán que jugarse la vida para intentar ganar la batalla a las grandes llamas que avanzan sin control por los bosques.
En su tiempo libre, Uncas se dedica a divulgar la labor de los bomberos forestales. A través de cuentos y viñetas, pretende concienciar a la población acerca de la peligrosidad de los incendios y de cómo pueden estar a salvo.
¿Alguna vez has tenido miedo?
Nunca hay que tener miedo, hay que tenerle respeto. El fuego es como un ser vivo, se alimenta, se mueve… Si no eres conocedor de ciertas cosas e incumples los protocolos de seguridad pues entonces sí puede haber tensión. Donde uno siente más miedo es en las aproximaciones. Si no hay visibilidad y te pones a medio flanco para atajar o en la cabeza del fuego sin tener margen de tiempo es peligroso.
Las acciones que tienen que ver con el tiempo y van a contrarreloj son las más expuestas. Sin embargo, conociendo tus zonas seguras, las rutas de escape y teniéndolo interiorizado pues puedes seguir adelante. Lo más complicado es cuando el fuego llega a un pueblo o cuando puede costar la vida a personas, animales o al patrimonio, que es cuando tiendes a jugártela un poco más. Aunque asumes esos riesgos, siempre pensando en la seguridad.
¿Por qué decidiste ser bombero forestal?
Me gustaba la naturaleza, el monte y la acción. Así que decidí ser bombero forestal. Cuando entré sabía un poco sobre los trabajos forestales, vi que me gustaba mucho y que me atraía porque era estrategia pura y dura. Desde el ataque inicial con las herramientas que correspondan, hasta un ataque ampliado, por ejemplo, que ya es una estrategia.
No sabría decirte, pero es como saber qué va a hacer el fuego, cómo avanza o cómo se alimenta. Si se retroalimenta con combustible, con oxígeno, con pendientes y luego con exposiciones… Todo eso te hace ver por dónde lo puedes coger o atajar. Para algunos es una satisfacción personal porque es una especie de carrera.
Cuando empieza el incendio tienes que jugar de manera que, al final, puedas cortarlo, bien sea la cabeza o los flancos. Tienes que ser rápido, aunque somos un gran equipo: autobombas, unidades de bomberos forestales de tierra, aviones, etc. Entre todos hay que coger y ganarle la batalla.
¿Cuál fue el peor incendio que has tenido que extinguir?
A mí me tocó en el 2005 el de Guadalajara, en el que murieron 11 compañeros. Cuando hay víctimas siempre queda ahí un poso amargo. Ese mismo año, además, hubo un incendio en Casavieja. Aunque yo estaba librando ese día, me enteré que había un incendio donde vivíamos y me fui a la base.
Allí cogí un vehículo junto con otro bombero y, de la que íbamos hacia el incendio, nos dijeron que se había muerto un compañero de nuestra base, Javier Tirado. En ese momento se sufre un gran estrés, por lo que te intentan dejar un poco al margen. Sacaron a la brigada del incendio, a los que estábamos de voluntarios también, porque hay un componente personal y hay peligro.
Es una pérdida y es bastante duro. Javier era una persona muy joven y un gran compañero
Como cada verano, estamos viendo cómo el fuego avanza sin control por el mundo. ¿Es el verano la época de más incendios?
No, qué va, depende de la zona de España. En el norte hay muchos incendios en invierno. Los incendios están perdiendo temporalidad. En verano hay muchos más, pero a lo largo de todo el año sigue habiendo incendios en función del frío, el viento y una serie de componentes como el cambio del suelo para el pasto, etc.
Antes trabajábamos tres meses de verano, generalmente hasta septiembre. Ahora hasta el 31 de octubre no terminamos la temporada de verano. Luego vienen los incendios del norte y, como tenemos cobertura nacional, al final estamos más tiempo.
¿Influye el cambio climático?
Yo creo que sí. Ahora tenemos incendios de quinta y sexta generación. Son incendios que están fuera de capacidad de extinción: el de Girona, Albacete, Cuenca… Podrían haber durado varios días o semanas si no llega a llover o a bajar las temperaturas.
Nos iríamos a 6-7 días de incendio para tenerlo ya extinguido. Porque una cosa es controlado y otra extinguido, que son palabras mayores.
Yo sobrevuelo toda España y es impresionante, son todo campos de cultivos. Como no pongamos un freno verde en muchos sitios y cambiemos la política forestal, al final será un desierto. Ya hay cálculos que dicen que en 2050 España sufrirá de sequía, cada vez hay menos agua.
Se ha notado que durante el confinamiento [2020] la tierra y ciertas especies de plantas y árboles se han recuperado un poco. Igual que se ha recuperado el invierno con Filomena. Aunque a nivel mundial todo es un caos.
¿Cuál es la zona de España con más riesgo de incendio?
No te voy a decir la que tiene más riesgo de incendio, sino la que peor está: Castilla y León. Nosotros tenemos cobertura nacional y me parece que es tercermundista. Cuando murieron los 11 de Guadalajara, en ese momento Castilla-La Mancha estaba como Castilla y León. Ponían a la gente a hacer el trabajo de prevención que se realiza en invierno en verano. Yo por ejemplo estoy en una base donde en verano entreno para extinguir incendios.
Todo el mundo que trabaja en incendios debería de entrenar para extinguir. No deberían de estar trabajando para justificar lo que no hacen en invierno. Y Castilla-La Mancha lo hacía. Cuando pasó la tragedia se dieron cuenta que la política forestal estaba mal y crearon GEACAM, que ahora es uno de los dispositivos mejor gestionados de España, aunque puede mejorar. Pero Castilla y León es penoso.
El otro día estábamos en un incendio en medio del monte, había gente que había empezado a trabajar desde por la mañana, estaban en una zona escarpada, eran las 8 de la tarde y no habían comido en todo el día. Estaban a 40º y les faltaba agua. Eso es durísimo. Porque nosotros llegamos, extinguimos y nos vamos. Perimetramos la zona y, cuando ya está segura, en ella se queda la gente que es de la comunidad y rematan el trabajo.
A la larga Castilla y León es una comunidad que en un futuro tendrá un problema gordo. A los bomberos de allí los tienen muy divididos. Cogen a gente joven, sin experiencia ni formación, como pasó en Guadalajara.
Mucha gente tiene un trabajo en invierno, luego en verano se meten en la extinción y, al tener solo 3 meses, lo hacen todo en este tiempo.
¿Es la zona más peligrosa?
No, en peligrosidad, el sur es el más peligroso. Sobre todo el sistema central: Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura… es donde se pueden formar los grandes incendios forestales. En Galicia o en León hay más arboleda y matorral, por lo que puede arrasar miles de hectáreas.
España es un polvorín, hay que hacer mucho trabajo de prevención y concientización. Los catalanes, por ejemplo, en la prevención dan subvenciones a los ganaderos que llevan a las ovejas al monte. Además de ser bueno para prevenir incendios, ellos hacen queso y les dan una denominación de origen como que están ayudando a apagar incendios.
Que el ganado vuelva al monte, plantar pinos o viñedos que hagan de cortafuegos y a la vez ofrezcan un producto son iniciativas muy positivas. Habría que apostar por ellas.
Tiene que haber una visión global de lo que es la naturaleza y una visión a 50 años. A la larga un país que invierte en naturaleza será mucho más rico. Si plantamos nogales ahora, en un tiempo podremos tener madera de nogal y nueces por años.
Se puede invertir en más cosas que no sean solo cereales. Si das una vuelta por España desde el aire es todo socarral/vergel y piensas: que no pase nada.
Y, ¿cómo podemos ayudar los ciudadanos?
Intentan culpabilizar al ciudadano y, aunque podemos hacer muchas cosas, es una cuestión de los gobiernos. La combustión fósil, la energía nuclear… deberían apostar más por las energías verdes. Creo que es el principal cambio, las energías y el cómo nos movemos, el transporte.
Deberíamos de usar más la bici. También creo que hay que consumir más local. No puedes traer carne de EE.UU. o maíz y soja para macrogranjas de vacas y que te cueste luego la hamburguesa 1 €, porque no paga el impuesto de la contaminación. Yo prefiero comprar a un productor local, que tenga a los animales pastando por los montes, que sería bueno para la prevención de incendios.
También con la agricultura. Los que vivimos en pueblos, si cultivamos en los alrededores al final recuperamos las vegas, los bancales y ayudamos al medioambiente. Se hace una especie de barrera por si hay incendios, además habría regadíos. Estás generando vida. Eso hace que haya más pluviosidad. No sé, son observaciones.
En la zona donde vivo se empieza a tener más consciencia. Hay grupos como Actúa que están moviendo sinergias entre la gente. Desde comprar al agricultor local, potenciar la agricultura ecológica, hasta la cooperación.
El ser humano debe tender a cooperar, a ayudarse. A que piense que esto lo cambiamos nosotros. En el pueblo tenemos una tienda gratis donde la gente deja lo que no le sirve y tenemos el banco del tiempo, que puedes cambiar tu trabajo por un producto que necesites como el aceite.
Después de extinguir un fuego, ¿cómo es posible saber cuáles fueron las causas del mismo?
Hay unas brigadas de investigación que, junto con el Seprona, se dedican a ello. Cuando hay un fuego siempre hay una unidad que son los primeros en llegar y localizan el punto donde se originó el incendio. Allí se sectoriza por cuadros y se mira qué hay.
Si ven que hay un cristal o una colilla, pues ya determinan lo que pudo haber sido. Los incendios pueden ser provocados, una negligencia, alguien que está con una máquina, radiales o desbrozadoras, vehículos que tienen escapes que se calientan… Hay muchísimas causas y orígenes.
¿El fuego no borra las huellas?
El fuego no suele borrar las huellas, siempre suele haber restos. Aunque nosotros no tocamos ese campo.
Además de bombero ahora eres divulgador, te has animado a realizar un personaje para difundir la importancia de proteger el medio ambiente. ¿Quién es Axel el bombero forestal?
Axel el bombero forestal es un zorrito que nace para mostrar a la gente cuál es el trabajo de cada personaje que interviene en los incendios forestales. Tenemos dos cuentos.
En el primero explicamos un poco quién es él y cuál es su equipo, que está compuesto por los que trabajan en los incendios. Desde Pinchos, que es un técnico de base o de aérea, hasta el agente forestal Nunnos, pasando por pilotos, conductores, así como los mecánicos de los helicópteros y de los vehículos que intervienen.
¿Está inspirado en ti y en tus compañeros?
Los protagonistas del primer cuento como el cuervo Hugin o Pinchos son más genéricos, podrían ser cualquier persona. Incluso Axel no está inspirado en nadie en concreto. En el segundo cuento sí son compañeros míos.
Axel cuenta cómo es nuestro día a día, porque hay gente que se cree que no hacemos nada [se ríe]. Al igual que nosotros, él se prepara con una entrenadora física que es una lince y está basada en una de nuestras entrenadoras, Sofía, que estuvo allí en la base.
El cuento va mostrando distintos personajes, incluido yo, que soy un lobo gris. Aunque hay otros lobos como Marc y su hijo Dani, por ejemplo, que se autofinanciaron su propio personaje. Contribuyeron económicamente a su creación y salen en el segundo cuento.
Esto es una forma de involucrar a mis compañeros en el proyecto. Hace poco he creado dos nuevos personajes que hacen alusión a dos compañeros que perdimos: Pablo, el tejón; y Javi, que le gustaba mucho el lince. Es un homenaje.
Dices que hay gente que cree que no hacéis nada, ¿cómo es el día a día de un bombero cuando no está apagando fuegos?
Nosotros estamos todo el tiempo en la base, tenemos un horario bastante bueno: entramos a las 11:00h de la mañana y salimos a las 22:00h de la noche. En ese tiempo hacemos preparación física con un entrenador y preparamos las cosas por si surge algún incendio, pues pueden llamarnos en cualquier momento.
Después de comer hacemos un briefing para hablar de cómo es la climatología en las zonas más cercanas a nosotros y en el resto del país. Luego hacemos una clase sobre los incendios en los que hemos estado y analizamos los que hubo en el país.
De ahí pasamos a hacer trabajos de base como el mantenimiento de herramientas, de vehículos, del helicóptero… Si ese día no hay incendios pasamos a merendar y a hacer otra preparación física. A última hora recogemos la base y para casa.
Con la Covid también tenemos tres días de régimen domiciliario. Nuestro preparador físico nos da una serie de entrenamientos para que realicemos en casa y estamos de guardia por si saliera algo en la zona. Esos días intentamos cubrir la guardia hasta las 7 de la mañana.
¿Recibes alguna ayuda para crear los cuentos de Axel el bombero forestal?
Es un proyecto autofinanciado. Cuando cobro una extra voy metiéndole dinero. Ahora con la venta de los cuentos y pulseras pues voy pagando a los diseñadores, la maquetación, imprenta… e incluso para hacer otro cuento.
Empecé con Lidia y ahora tenemos un equipo de ilustradores. Mi idea en el futuro es un poco ambiciosa porque quiero presentar a cada personaje dentro de su función, en diferentes historias, para que se conozca más el trabajo de cada uno desde dentro. Por ejemplo, que Axel visite al forestal, al ciervo, y que el animal le explique su trabajo.
Pero eso supone un trabajo de ilustración y un costo muy grande. La asociación de trabajadores BRIF es la que más me ayuda, pues hacen la divulgación del cuento de Axel y luego compran 100 cuentos. Con eso puedo pagar la mitad de la edición, la otra parte la pongo yo. El beneficio no es muy grande, porque lo hago en una imprenta local.
¿Dónde podemos leer esas historias?
Los cuentos los vendemos en la tienda de Pilar, en el pueblo, y en nuestra web. La primera edición la tengo liberada, en la web puedes descargarte el primer cuento. Nosotros hemos ido a algunos colegios con la mascota, con compañeros de ambientales y con la cuentacuentos. Vamos y les hablamos de nuestro trabajo, les enseñamos las herramientas y al final plantamos un árbol.
Pero, como no he llegado a todos los colegios, he liberado muchas cosas para que cualquier bombero o docente pueda enseñarlo a los alumnos, también el diploma para los niños y la presentación que yo llevo a los coles, pósters, fichas didácticas, etc. Está como descarga.
Y, ¿son solo para niños?
No, ahora tenemos varios proyectos con Axel que están dirigidos también a los adultos. Para saber qué hacer si te encuentras un incendio forestal, cómo actuar y cómo identificar las zonas seguras. El formato de Axel es infantil pero se ha hecho para que lo entiendan los niños y los mayores.
También a raíz del confinamiento hemos pensado en cómo evacuar si hay un incendio en casa o cerca de la casa, en un entorno rural. Estoy elaborando una ficha sobre cómo es una casa segura y una casa que se quema. Tengo un cuestionario que en EE.UU. lo hacen las compañías de seguros para ver si la casa es segura en caso de incendios forestales.
Porque allí, dependiendo de cómo sea, los bomberos igual no intentan rescatarla. Con Axel hice fichas para que la gente pueda saber si su casa es defendible, así como en qué zonas de la casa debería de trabajar para protegerse. Yo soy partidario de no evacuar si no lo ves claro. Si puedes salir sí, pero si te ves acorralado y te puede pillar el incendio prefiero que la gente se quede en una zona segura.
Es importante saber cuál es la zona segura de dónde uno vive.
Por Axel te han dado un premio
Sí, el Batefuegos de Oro 2018. Fue muy gratificante. Pero nos dieron el premio por un vídeo, no por el contenido del proyecto. Que la gente nos siga, ese apoyo es el que me anima a continuar y a pensar que lo estoy haciendo bien.
Creo en mi proyecto y creo que es merecedor de más premios y del apoyo de otras instituciones que nos puedan ayudar a promocionarlos.
¿Tienes más proyectos entre manos?
En 2019 hicimos en Casavieja un monumento a los bomberos forestales. Es el primero en el que sale un bombero forestal y que está dedicado a los caídos del cuerpo. Lo hizo Luis Martín de Vidales. Yo fui el organizador, aunque la idea fue entre todos los compañeros. En el corto Abriendo Camino cuento un poco su historia de cómo empezó todo en 2005, la pérdida de los compañeros de Guadalajara, etc.
Ahora quiero poner un banco y una serigrafía que me va a hacer un autor local. Axel estará al lado de los bomberos forestales, junto con consejos sobre cómo prevenir los incendios forestales. Dentro de poco voy a estrenar una película, Los guerreros del arco iris, que va sobre nativos americanos y también está relacionada con el medio ambiente.
Como ves, lo que gano lo invierto en divulgar la labor que hacemos los bomberos forestales.
Laura Fernández
Nos gustaria enviarte una entrada para tu blog con nuestra protesta. Somos el Colectivo de Bomberos Forestales en Fraude de Ley de la Generalitat Valenciana. Te dejo abajo nuestra web y mi mail para poder contactar entre nosotros. Gracias por apoyar nuestra lucha.
RESPECT !
Cuando empezasteis el 90% de los bomberos forestales no teniais ni estudios ni experiencia, y ahora SE EXIGE de todo para poder acceder a quienes quieren entrar, y aunque lo consigan empiezan a ver como funcionan los chanchullos sindicales….soys como los estibadores, mi respeto lo teniais toda la vida, pero despues de trabajar con alguno de vosotros ya he visto lo que hay dentro, y sinceramente, soys 4 pijos y 4 hijos de urbanización de pueblo con trabajos (aunque por campañas) pero PUBLICOS cobrando más que en cualquier otro trabajo en el campo…
La mayoría SON autónomos, agricultores, e hijos del cacique del pueblo que NO OS ENGAÑEN poco hijo de jornalero hay en las brigadas, el 90% son LOS HIJOS DE LOS SEÑORITOS DEL PUEBLO, y como consigais entrar en alguna campaña lo vereis con vuestros propios ojos.
Soys como los estibadores, unos privilegiados dentro de los trabajadores, y vais de victimas, salen cada año cientos de chavales, con preparacion academica y ganas de currar, pero no os interesa que entren a trabajar con ganas eh…..lo que quereis es que se dediquen a ser pastores ya si eso que curren ellos de lunes a domingo ateniendo los animales, cobrando 950 euros….
Los SINDICATOS OS HAN PODRIDO
Hablamos de los chanchullos en cuanto a destinos? esos que nadie quiere y donde enviais a la gente, hablamos de los contratos de mierda de 1 mes para hacer sustituciones de fijos discontinuos y mantener el puesto de 4 enchufados hace 20 años usando y tirando en 1 mes a gente? hablamos de como se busca gente con ganas de currar que entra porque le gusta y lo meteis de correturnos para hacer sustituciones hasta que ve el percal y que nunca va a salir de correturnos porque ya estais enganchados como garrapatas los 4 fijos discontinuos??
SOYS MAS FALSOS QUE JUDAS!!!
Las campañas de propaganda de la TV repiten la misma mentira mil veces a ver si cuela, cuanto mas hablen de algo por la TV tened en cuenta que mas FALSO es, la realidad no necesita publicitarse, asique, por mi parte que OS DEN, si no os interesa ese trabajo haceros pastores de cabras, que hay mucha gente dispuesta hacerlo y NO TIENE LA OPORTUNIDAD y como consiga entrar le hareis la vida imposible, no he visto mayor cantidad de mobbing en ningun otro trabajo como en estos pseudo trabajadores publicos…solo van a poner zancadillas a quien entra nuevo para que se vaya que llevan ya 20 años y les queda por cotizar otros 20 hasta la jubilacion y ELLOS ya son fijos-discontinuos asi de claro….
PODRIDOS POR LOS SINDICATOS estais….
Los brigadistas forestales, como los bomberos, policías, los de las ambulancias…están infravalorados socialmente, no reciben la consideración social que se merecen, siendo como son tan necesarios para la sociedad, incluso arriesgando sus vidas.