Los impresionantes espacios naturales de Aragón

Los espacios naturales de Aragón son un buen ejemplo de las maravillas que conforman esa tierra que tanto tiene que ofrecer a sus visitantes. Parques naturales, reservas de la biosfera, paisajes protegidos o geoparques son regalos del ecosistema a los que merece la pena acercarse –siempre con respeto, para no dañarlos– para abrir los pulmones y darle una alegría a la vista.

En este artículo hablamos de las zonas más increíbles y atractivas en las que la naturaleza de Aragón se muestra de la manera más salvaje y exuberante, aunque hay muchas más. En la comunidad se pueden visitar hasta 18 espacios naturales, así que estos solo son un aperitivo para abrir boca. No te los pierdas por nada del mundo.

Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca)

Declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, fue uno de los primeros espacios naturales protegidos de Europa. El valle de Ordesa es el elemento más representativo del lugar, de hecho, es uno de sus rincones más visitados. A través de sus 2.066 hectáreas se pueden realizar diversas rutas de senderismo. Las más frecuentadas son: La cola de caballo, que llega al salto de agua que le da nombre y la que va por el camino que unía Torla con Ordesa, el Turieto Bajo (unas tres horas).

En este Parque Nacional, también se pueden disfrutar de lugares como el Bosque de las Hayas, la cascada del Estrecho o las Gradas de Soaso. En ellos y entre su naturaleza conviven animales autóctonos como quebrantahuesos, marmotas o buitres. Con un poco de suerte, se podrán avistar mientras se descubre el territorio. También es esencial mencionar otros tres parajes: el Cañón de Añisclo, las Gargantas de Escuaín y el bucólico valle de Pineta.

Reserva de la Biosfera de Ordesa-Viñamala

Está en el norte de Huesca y limita, también al norte, con Francia. Recibió su título por parte de la UNESCO en 1977 y es la segunda del país. Mide en total y en la actualidad (con el tiempo ha ido aumentando) 117.364 hectáreas. Dentro de ella, de hecho, está incluido el mencionado Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (con 3.355 es el macizo calizo más alto del continente) . Su superficie abarca desde el Valle de Tena, hasta gran parte del Sobrarbe.

Entre sus atractivos naturales se encuentran los glaciares y otras formaciones derivadas de la erosión glaciar, como los ibones o los valles glaciares; bosques con árboles como pinares de pino negro o abetales y más especies animales, que se suman a los quebrantahuesos o los buitres como el urogallo, el pito negro, el tritón pirenaico, el armiño o el gato montés.

Esta zona tiene unos 6.000 habitantes, y la oferta de ocio va más allá de lo que ofrece la propia tierra, ya que la amplia red de establecimientos de restauración, alojamiento y de empresas de turismo consiguen atraer a 1 millón de visitantes al año y permiten añadir un extra de calidad y disfrute a las estancias en el territorio. (aunque se cuida del ecosistema para que no sufra daños).

Parque Natural Posets-Maladeta

Con altura, como canta Rosalía, porque el parque aloja las cumbres más elevadas de Aragón ¿Cuáles son? Pues el conocido Aneto (3.404 metros) y el Posets o Llardana (3.369 metros). Los montañeros también pueden gozar con otros picos de la cordillera pirenaica como el Pico Maldito, la Maladeta y el Perdiguero.

Merece la pena subir (no hace falta que sea a las coronas) para ver maravillas como las aguas azules del centenar de lagos de origen glaciar que se mantienen en este espacio. Actualmente, las últimas lenguas de hielo del Pirineo aragonés están protegidas bajo la denominación de Monumento Natural de los Glaciares Pirenaicos.

El Parque abarca los municipios de Gistaín, San Juan de Plan, Sahún, Benasque y Montanuy. Desde ellos también se pueden realizar numerosas rutas de senderismo –no es un destino solo recomendable para los trepadores de montañas– como la que lleva a la cascada del Forau de Aigüalluts.

Parque Natural de los Valles Occidentales

Aquellos que sean aficionados a la ornitología estarán encantados de avistar al pico dorsiblanco o al quebrantahuesos si deciden mostrarse. Los amantes de los animales, además de a las aves, pueden intentar distinguir a las ranas pirenaicas o al desmán de los Pirineos (curiosos cuanto menos) entre el follaje de los bosques. Incluso pueden cruzarse con algún oso pardo, quién sabe.

La Selva de Oza, las Aguas Tuertas y el Castillo de Acher, en el valle de Hecho; Zuriza, el hayedo de Gamueta y la peña Ezcaurri, en el valle de Ansó; o el pico Bisaurín en el valle de Aragüés del Puerto son algunos de los sitios inolvidables que se encuentran repartidos por las 27.000 hectáreas del Parque.

Y un dato más: el valle del Aragón Subordán acoge la mayor concentración megalítica de Aragón, además de una calzada romana que funcionaba como paso entre las vertientes de los Pirineos. Tampoco faltan las recomendaciones para los senderistas: los caminos de lla Selva de Oza y la ruta que lleva al ibón de Estanés (un lago de origen glaciar).

Geoparque Mundial Unesco de Sobrarbe – Pirineos

Es el lugar adecuado al que acudir si se quiere aprender sobre cómo fue la formación de los Pirineos, que también es parte de la biografía geológica de la Tierra. Para sumergirse en la experiencia, hay varias rutas. Por ejemplo, las que se pueden realizar a pie (hay 30 para elegir) que se realizan con guía y visitan los enclaves geológicos más llamativos.

También existen las Geo Rutas a pie de carretera, en las que existen mesas de interpretación geológica localizadas en 13 puntos de interés, como pueden ser las Atalayas y cañones submarinos en Morillo de Tou, entre otros. Asimismo, está la oferta de las Geo rutas de BTT, cuyo conjunto está compuesto por 13 itinerarios, como el circuito por la llanura de La Fueva o el circuito Geo minero. Los realmente interesados por la geología no pueden perderse la ya tradicional la semana de actividades de la Red de Geoparque, el Otoño Geológico en Sobrarbe.

Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara

Se trata del espacio natural protegido de mayor extensión de Aragón ya que mide más de 80.000 hectáreas.

Es el sueño de los practicantes de deportes de aventura, de hecho, es uno de los referentes del mundo del barranquismo. Además, tiene una completa red de senderos para aquellos que prefieran caminar a desplazarse por paredes. Dos de las más conocidas son la que llega hasta el Tozal de Guara o el sendero de la ermita de San Martín de la Val d’ Onsera.

Y a sus gargantas de caliza por las que discurren los ríos Flumen o Guatizalema, que albergan -atención ornitólogos-, una de las reservas de aves más impresionantes de Europa, se une el Parque Cultural del Río Vero, que ofrece la posibilidad de ver numerosas pinturas rupestres.

Parque Natural del Moncayo

Es uno de los espacios naturales más importantes y míticos de Aragón. Su fama se remonta siglos atrás, por las leyendas de brujas o los cuentos de Becquer, y hoy en día también por la variada fauna que habita entre sus bosques como son jabalíes, corzos, tejones, águilas reales y otras rapaces, y por la singular flora, con diferentes pisos de vegetación (entre los que se pueden encontrar magníficos hayedos), que convierten a este espacio natural en un vergel en medio del Valle del Ebro, donde predominan las zonas secas. A él se acceden principalmente desde Tarazona, San Martín de la Virgen del Moncayo o el monasterio cisterciense de Veruela.

Como el resto de los Parques recorridos a través de este texto, tiene una nutrida red de senderos para conocerlo en profundidad. Uno de ellos, por ejemplo, es el que parte de Tarazona y lleva al santuario de la Virgen del Moncayo. Además y como curiosidad, este Parque también destaca por su riqueza micológica, es decir, en hongos. A la lista de posibles interesados en visitar estos espacios se pueden añadir los amantes de la gastronomía y del enoturismo.

Geoparque del Maestrazgo

El territorio de este geoparque es tan extenso que incluye hasta 43 municipios de Teruel. En él se pueden observar 200 millones de años de patrimonio geológico, ya que está formado principalmente por piedras de las eras Mesozoica y Cenozoica. Impresionante ¿verdad? En concreto, se pueden observar en el Parque Geológico de Aliaga, en donde hay disponibles nueve rutas diferentes que permiten recorrerlo y empaparse así de conocimientos acerca de la evolución terrestre.

Asimismo, en este enclave se encuentra el Parque Cultural del Maestrazgo, en el que se combinan las riquezas del patrimonio con los regalos de la naturaleza. Las Grutas de Cristal en Molinos son un lugar fascinante, al que también hay que sumar el atractivo de sus Bienes de Interés Cultural. El conjunto histórico de Mirambel, en el que los visitantes se pueden imaginar a los caballeros templarios que caminaban por sus rincones, la inexpugnable Cantavieja en lo alto de un cerro, o Miravete de la Sierra, con su plaza de la iglesia, son algunos de ellos.

El Geoparque del Maestrazgo es tan extenso y acoge tantos lugares de interés –los mencionados hasta el momento solo son una pequeña muestra– que se puede visitar más de una vez para conocer cosas nuevas cada vez. Incluso se puede enlazar con los espectaculares Puertos de Beceite, donde se pueden admirar impresionantes formaciones geológicas como las rocas del Masmut, en Peñarroya de Tastavins, o lugares con encanto como el Parrisal de Beceite o El Salt de La Portellada.

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