Casa Leonor: un rincón en el paisaje glaciar de Sanabria

Desde El Puente de Sanabria, subimos por el valle del río Trefacio hasta que termina la carretera y nos encontramos con San Ciprián de Sanabria (Zamora). Es un hermoso pueblo de casas de piedra y pizarra, al pie de la sierra Cabrera.

En este rincón tranquilo está la Casa Leonor. Tiene dos plantas y cuatro dormitorios, cocina, salón con chimenea, jardín y zona de barbacoa. Es un lugar idóneo para descansar y para emprender excursiones por uno de los paisajes más peculiares de España.

Ante nosotros se despliega un territorio modelado por los glaciares. Durante miles de años, una inmensa masa de hielo se extendió por las montañas de esta región y se derramó por los valles. Al derretirse dejó huellas profundas: circos ahora ocupados por lagunas, cañones, cascadas o el gran lago de Sanabria. También apreciaremos las morrenas en las que se acumularon los sedimentos o las grandes bolas de granito dispersas por el paisaje, en campos y bosques: son rocas pulidas y transportadas por el hielo. 

En San Ciprián empieza el sendero a la Cascada de los Vados. Se trata de un itinerario balizado (ida y vuelta: 9 kilómetros) por los antiguos caminos de la sierra. De hecho, aún se aprecian las rodaduras de los carros en el terreno. Después de un primer tramo suave por el valle, en el que recorremos las huertas, los bosques de robles y castaños y los antiguos molinos, alcanzamos las colmenas de Faldriego, con los tradicionales muros de piedra que las protegían de los osos. A partir de aquí, el camino sube hasta las vistosas cascadas. 

San Ciprián también es el punto de partida para una ascensión un poco más exigente al pico Faeda (2.024 m), por los paisajes de brezos y pedreras de la sierra Cabrera.

Y desde nuestro campo base en San Ciprián podemos explorar el parque natural del lago de Sanabria y alrededores: la carretera panorámica que sube a San Martín de Castañeda, sede de un imponente monasterio románico, y sigue hasta la Laguna de los Peces; el pueblo de Ribadelago Viejo, destruido por la rotura de una presa en 1959 que mató a 144 vecinos, y el de Ribadelago Nuevo, construido para los supervivientes con una arquitectura que no tuvo en cuenta las características climáticas de este entorno, pero que dejó algunos peculiares edificios modernos, como la iglesia o el ayuntamiento; las orillas y playas del propio lago; la red de senderos que recorre el territorio, desde los fondos de los valles hasta los refugios, las lagunas y los picos, pasando por cañones espectaculares… La Casa del Parque, con una exposición permanente y con buena información para organizar las excursiones, está en las afueras de Galende. Tenemos cerca El Puente de Sanabria, con su conocido mercado semanal, y Puebla de Sanabria, uno de los pueblos más bonitos de España, con sus calles empedradas, sus casas de piedra y pizarra, la iglesia románica, el castillo de los Condes de Benavente y las murallas con vistas panorámicas. Aquí podemos rematar las excursiones con los platos sabrosos de la zona: las truchas del río Tera, el pulpo a la brasa, la chuleta de ternera sanabresa o los habones con chorizo y morcilla.