Centenario del nacimiento de Luis García Berlanga: un recorrido por las localizaciones de sus películas
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12.04.2021
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Es muy difícil asignar un título tan importante como el de “mejor director de cine español hasta el momento” o el de “más conocido a nivel internacional”. Las razones pueden ser muchas y es fácil que el tema suscite discusiones más o menos encendidas entre los cinéfilos, pero que el nombre de Luis García Berlanga surja en el listado de candidatos no será ningún escándalo. Y este 2021 se celebra el centenario de su nacimiento, así que más motivo para sacarlo a relucir.
Seguramente tenga que enfrentarse a rivales como Almodóvar o Juan Antonio Bayona, pero antes de que ellos llegasen, Berlanga ya estaba recogiendo premios internacionales. Por Bienvenido, Mister Marshall (1953) se llevó tres candidaturas a la Palma de Oro de Cannes y ganó dos: Mejor comedia y Mención especial al guión. Además Plácido (1962), ¡Vivan los novios! (1970) y Patrimonio nacional (1981) también fueron nominados.
También pasó por el Festival de Venecia, por los Goya, los Ondas y muchos más. Pero no se puede obviar el más importante o al menos, el más rimbombante: el Oscar. Obtuvo, junto a Rafael Azcona, la candidatura a la Mejor película extranjera por Plácido. Fue el segundo filme español en recibir dicha nominación, ya que en 1958 la Academia puso a Juan Antonio Bardem entre los finalistas por su película La Venganza. También le concedieron en 1986 el Premio Príncipe de Asturias de las Artes por toda su carrera.
Con esta leve pincelada queda claro que Berlanga no fue un director de cine cualquiera. De hecho, su importancia fue tal (nuevo dato) que el término ‘berlanguiano’ se acepta en la sociedad para señalar una situación esperpéntica. La palabra está recogida en el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, que lo define así: “Que tiene rasgos característicos de la obra de Luis García Berlanga. Una situación berlanguiana”.
El cineasta ubicó la mayoría de sus películas en España y se centró en el análisis de su sociedad, sobre todo en la época de la posguerra. De ahí que muchas de las localizaciones de sus películas estén repartidas a lo largo del territorio estatal, desde la meseta a las Islas Baleares. Estos son las más relevantes (la lista se ha elaborado con exhaustividad, pero si falta alguna, el comentario será bienvenido), más allá de Madrid donde rodó películas como Plácido o sus ‘episodios nacionales’: La escopeta nacional (1978), Patrimonio nacional (1981) y Nacional III (1982).
Bienvenido, Mister Marshall (1953): Guadalix de la Sierra
Apenas a 50 kilómetros de la ciudad de Madrid, la plaza de este pueblo sirvió de escenario para una de las secuencias más conocidas del cine español, incluida la canción (¿quién no puede tararear al menos el estribillo “Americanos, os recibimos con alegría”?). Cuando el director falleció en 2010, decretaron tres días de luto oficial y meses después le nombraron Hijo Predilecto de Guadalix a título póstumo. Asimismo, en el municipio también se puede visitar un conjunto escultórico dedicado al filme.
Calabuch (1956): Peñíscola
Berlanga fue el primero en utilizar esta localidad de Castellón como escenario para una película. Pocos años después, en 1961, Samuel Bronston ubicó la batalla final de El Cid en la playa norte y en la mayoría de las escenas aparece el castillo de Peñíscola de fondo. Una curiosidad: para esconder los edificios modernos o cualquier elemento que pudiese ‘chivarse’ de la temporalidad de la ficción, se construyó un decorado en forma de muralla tan grande que llegó a entrar en el libro Guinness de los récords.
Los jueves, milagro (1957): Alhama de Aragón
A mediados del siglo XX, el director valenciano trasladó a su equipo de trabajo a este pueblo de Zaragoza para rodar una de sus películas más emblemáticas. La película habla del intento de levantar de nuevo la afluencia al balneario de Fontecilla (en realidad el Termas Pallarés) para el cual se extiende el rumor de que San Dimas, el patrón de los ladrones, se aparece todos los jueves en la estación del pueblo. ‘Berlanguianismo’ en estado puro. En 2016, el director Nacho García Velilla rodó en el mismo sitio Villaviciosa de al Lado.
El verdugo (1964): Madrid, Palma de Mallorca y Manacor
Una de las películas más celebradas del cineasta, protagonizada por Nino Manfredi, Emma Penella, José Isbert y José Luis López Vázquez. Divertida y cruda al mismo tiempo, cuenta la historia de un hombre que debe coger el puesto de verdugo para poder salvar su situación vital. Para su primera ejecución le destinan a Mallorca, a donde le acompaña su familia en un trasunto de vacaciones con un temilla laboral que resolver.
Vivan los novios (1970): Sitges
Con José Luis López Váquez interpretando al personaje principal, Berlanga centró en este pueblo de Cataluña la historia de un señor de Burgos que acude a la localidad con su madre para casarse con su novia, empleada en una tienda de souvenirs. Pero el plan se vuelve en un enredo debido a sus anhelos eróticos y al fallecimiento de su progenitora entre otras desavenencias. Un reclamo turístico estupendo para el municipio, que se muestra en su esplendor escénico y en el ambiente liberal que ya tenía en aquella época.
La vaquilla (1985): Sos del Rey Católico
El cineasta ubicó en este municipio de la comarca de las Cinco Villas (Aragón), la trama que implica a unos soldados del Frente de Aragón –de ambos bandos– que intentan boicotear el la novillada que tendrá lugar en las fiestas del pueblo. Por supuesto, el plan sin fisuras que habían ideado era más endeble de lo que pensaban y aparecen los problemas. El filme ganó en las categorías de mejor película y mejor director en los Premios Bronce concedidos por Guía del ocio.
Carmen López