Ruta por Liébana, la comarca del apocalipsis
Escrito por
07.02.2022
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Entre las cumbres de la cordillera cantábrica y los Picos de Europa, Cantabria tiene una de las comarcas más bellas y místicas del norte de España. Aquí estudió el Beato de Liébana en el siglo XII y aquí escribió sus famosos comentarios al Apocalipsis, todo un bestseller europeo de la época. La comarca del Liébana es un pequeño universo rural en el que destacan las montañas en el horizonte y abundan los bosques, los ríos corren alegres y hay una gran cantidad de senderos para echarse a caminar sin parar.
Desfiladero de La hermida: una puerta de entrada espectacular
Se suele describir el desfiladero de La Hermida como uno de los cañones más espectaculares de España. Y no hay nada de exagerado en ello si atendemos a cómo lo vio Benito Pérez Galdós a su paso por tierras cántabras: “Llaman a esto garganta, debería llamársele el esófago de La Hermida, porque al pasarlo se siente uno tragado por la tierra”.
Este espectáculo natural es la puerta norte a la comarca del Liébana. Se llega a través de una zigzagueante carretera, pero ese solo debería ser el plan para el viajero que no disponga de mucho tiempo. Lo mejor sería acercarse hasta la ermita de Santa Catarina, que es desde donde comienza la Senda Mitológica del Monte Hozarco, todo un plan familiar al encuentro de los seres mitológicos del folclore cántabro.
A lo largo del ascenso, se atraviesa un bosque repleto de robles, castaños, tilos y acebos y aparecen representados en figuras esos seres tan especiales de la tradición oral. El regalo aguarda arriba de todo, en el majestuoso mirador de Santa Catalina. Abajo, ese “esófago de La Hermida”, como lo llamó Galdós y arriba, en el cielo, los buitres leonados. La suerte es que una vez se deja atrás el espectacular desfiladero, comienza lo bueno de la comarca.
Potes: Capital del Turismo Rural 2020
Potes ejerce de capital, de capital de la comarca y también fue capital del Turismo Rural del 2020. La iniciativa anual de EscapadaRural se quedó Cantabria dos años consecutivos, pasando la capitalidad, escogida de forma popular, de Santillana del Mar a Potes. Encantos no le faltan. Por Potes pasa la Ruta Lebaniega que recorre la comarca y es, además, una de las paradas que hacen los peregrinos del Camino de Santiago.
Para quienes lleguen por carretera y no caminando, una sucesión de establecimientos a banda y banda se convierten en escaparate de productos gastronómicos tradiciones de Liébana. Ahí están los preciados orujos artesanales, los quesos de cabra, las mieles… Es un aperitivo. El plato fuerte vendrá en alguno de los restaurantes de la villa, en forma de un buen y grueso chuletón de ternera tudanca, originaria de los Picos de Europa.
Potes aparece como un regalo para los aficionados a los puentes, tiene unos cuantos que conectan un lado de la villa con otro, proporcionando diferentes vistas de sus calles empedradas y de las casas medievales. Su belleza la llevó a ser declarada Conjunto histórico (Bien de Interés Cultural) en 1983. Su centro histórico, donde hay joyas como el Torreón de Orejón de la Lama, el Puente viejo o San Vicente, suele presentar un gran ambiente; pero los lunes aún más, ya que es día de mercado. Además de ser la base perfecta para aventurarse por los Picos de Europa, tiene atractivos gastronómicos con una gran oferta de restaurantes donde probar, cómo no, un buen plato de cocido lebaniego.
Santo Toribio de Liébana: comentando el Apocalipsis
Decir que el gran monumento de Potes está en realidad afuera, a poco más de dos kilómetros, no es despreciar el patrimonio de la villa, sino apreciar justamente la importancia del monasterio cistercense de Santo Toribio de Liébana. No será el monasterio más espectacular de España, pero sí uno de los más legendarios. De hecho, es junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Caravaca de la Cruz, uno de los lugares santos del cristianismo. No en vano, tiene su propia Puerta del perdón, que se abre al comienzo de cada Año Jubilar Lebaniego para recibir a los peregrinos.
Según la tradición, aquí se guarda el Lignum Crucis, el fragmento más grande de la cruz de Cristo que se conserva. Y aquí, Santo Toribio escribió sus famosos comentarios al Apocalipsis, todo un género en el S. XII. Por todo ello, fue declarado Monumento Nacional el 11 de agosto de 1953.
Mogrovejo, toda una belleza rural
La comarca está completamente salpicada de pequeños pueblos con encanto donde al viajero se le antojará hacer un alto en el camino, aunque solo sea para estirar un rato las piernas. Lugares como Mogrovejo, el hogar de Heidi… O al menos lo fue durante los días de rodaje de “Heidi, la reina de las montañas”, una nueva versión dirigida por Bhavna Talwar de la historia infantil clásica de Johanna Spyri. Desafortunadamente, el estreno que se esperaba para el año 2017 se ha ido retrasando hasta caer la producción casi en el olvido. Como mínimo, algo queda claro de toda esta anécdota: estos paisajes son propios de los Alpes suizos.
Aunque su torre medieval, la iglesia del S. XVII, sus casonas o el Museo de la escuela rural le valieron como para ser declarado Bien de interés cultural y Conjunto histórico, el verdadero interés de Mogrovejo es el de disfrutar de la calma de una pequeña villa perfectamente encajada en el entorno natural.
Arte románico: el mejor gótico de Cantabria
En el corazón del valle, en el municipio de Cabezón de Liébana, se encuentra una de las maravillas del gótico cántabro, la iglesia de Santa María la Real de Piasca, declarada Monumento Nacional en 1930. Aunque su construcción original fue realizada a finales del siglo XII, su historia se remonta al S. IX, cuando se sabe de la existencia de un monasterio importante en Piasca. Junto al río Román y un entorno natural de gran belleza, su silueta no destaca especialmente. Lo extraordinario de la iglesia es la riqueza de su iconografía, concentrada especialmente en la portada occidental y en algunos capiteles con espléndidos relieves.
Fuente Dé: hasta el infinito y más allá
Las montañas están presente en el horizonte en todo viaje por Cantabria. Se puede ver de lejos, como desde San Vicente de la Barquera, por ejemplo, o desde bien cerca, como desde Fuente Dé, a unos 20 kilómetros de Potes: es la belleza hecha montaña. Lo mejor es que se puede disfrutar de los escenarios sublimes de la alta montaña sin necesidad de grandes caminatas, gracias a un prodigio de la ingeniería como es el teleférico de Fuente Dé. Sus cabinas tendidas en el cielo suben hasta el mirador del Portal de Picos en tan solo cuatro minutos. Salva un desnivel de 753 metros, poniendo al viajero a 1.823 metros de altitud, y al alcance de cualquiera una de las vistas más prodigiosas de la cordillera cantábrica.
José Alejandro Adamuz
Estoy deseando poder ver in situ estos lugares
Maravillosos lugares para perderse y emborracharse de naturaleza.
En cuanto pueda retomare todas esas rutas y caleyas que tengo pendiente.
Solo unos apuntes sobre el bonito artículo leído del valle de Liebana: Me sorprende que citen al Arte Románico como» el mejor Gótico de Cantabria»
Y opino que el plato estrella de la gastronomía en la zona es el Cocido Lebaniego. La vaca Tudanca, si no me equivoco, no es de Liebana sino del valle de Polaciones y Tudanca, también en Cantabria.