El Turismo rural en Navarra

Con motivo de la celebración del V Congreso de Turismo Rural de Navarra el Observatorio del Turismo Rural ha querido analizar varias cuestiones relativas a la situación local del sector:

1.- El turismo rural en Navarra

Para empezar hemos analizado la procedencia de los clientes que el propietario dice acoger en su alojamiento. En primer lugar, encontramos un gran emisor de turistas hacia la comunidad foral en el País Vasco, señalado en el 87,4% de los casos. Le sigue Cataluña, con un 64,2% y en tercer lugar se encuentra la propia comunidad autónoma, con un 60%. Estos serían los tres focos de interés principales que la oferta de turismo rural en Navarra debería tener en cuenta. Conocer y adaptarse a los gustos de cada uno de estos perfiles es fundamental para mejorar los resultados, no sólo de ocupación, sino de ingresos asociados al turista rural. Hacer propuestas que tengan en cuenta las fiestas locales de la comunidad de origen o saber si dichos mercados están desarrollando perfiles nicho también puede ser una excelente estrategia para los empresarios navarros.

Si los propietarios de alojamientos navarros reconocen en el cliente local su tercera fuente de reservas, es oportuno plantearse cuáles son en realidad los destinos favoritos para los viajeros residentes en Navarra. El estudio nos muestra como, en un índice 12 puntos superior al resto de españoles, los navarros eligen cruzar fronteras autonómicas para practicar turismo rural y sus preferencias apuntan a Cantabria (22,7%), País Vasco (16,4%) y Aragón (14,8%). Sólo un 34,5% elige su propio territorio, cifra que dista del 45,2% de la media nacional. Sin duda nos encontramos ante una necesidad de promoción interna para generar consumo dentro de la propia autonomía. La pregunta que deberían hacerse todos los actores implicados es: ¿qué encuentra el navarro en otras comunidades que no tenga en “casa”?

Una de las cuestiones fundamentales para adecuar la oferta a la demanda es conocer las motivaciones que le llevan a practicar turismo rural. Así, un año más apreciamos cómo el viajero navarro sigue priorizando las motivaciones sociales (80,2% quiere estar con familia y amigos), por encima de la necesidad de estar en contacto con la naturaleza, que sólo han señalado un 67,5% de los encuestados. Este componente social debe tenerse muy en cuenta a la hora de proporcionar infraestructuras adecuadas para la convivencia en grupo (espacios comunes amplios, menaje suficiente…) y diseñar propuestas de ocio que encajen con estos colectivos.

Por otro lado, los viajeros residentes en Navarra no son de los más frecuentes, ya que la mayoría (48,2%) practica turismo rural sólo una vez al año, cuando en el resto de España lo que predomina son las salidas 2-3 veces al año. Estos datos, continúan en la línea de los recogidos en la anterior edición del estudio y apuntan a una reflexión sobre la necesidad de incentivar las escapadas rurales, haciendo que aumente su frecuencia. ¿Qué necesitan los navarros para aumentar el número de veces que hacen turismo rural? ¿qué otras opciones turísticas están restando protagonismo? ¿cómo puede el sector competir con ellas?

2.- Hábitos de consumo del turista rural navarro

Si bien los navarros no son turistas rurales de alta frecuencia sí son de los más previsores. De hecho, después de Baleares (47,8%), es la comunidad donde se concentran más viajeros que han indicado reservar con más de un mes de antelación (39,1%). Le siguen Cataluña (38,6%) y País Vasco (37%) y todos repiten liderazgo en el posicionamiento como territorios cuyos turistas rurales son más previsores, ya que en la última edición del Observatorio del Turismo Rural también fue así. La media general apunta más hacia un margen de reserva que se sitúa entre la quincena y el mes (34,4%) y en el caso de Navarra ésta sería la segunda opción más señalada por los encuestados (37,1%). Teniendo en cuenta que vascos, catalanes y navarros son su principal clientela, el propietario debería plantearse campañas de captación que tengan presente dicha antelación y no pensar tanto en ofertas de última hora. En el caso del huésped local, seguramente viajar en grupo requiere una mayor previsión y esa es la causa de una circunstancia que, por ende, favorece al alojamiento en su previsión de ocupación.

Otro aspecto importantísimo de este informe es el que hace referencia al impacto económico del turista rural local. El estudio identifica que la media general de gasto por persona y día es de 43 €. Este importe está entre los más bajos, comparativamente hablando respecto a otras comunidades autónomas, aunque no dista mucho de los 50 euros de País Vasco (una de las que más gasto reflejan).

Respecto a la cuestión de la fidelización, el 77% de los turistas rurales navarros no han repetido alojamiento en los últimos 2 años. Sin embargo, cabe resaltar que entre los que sí han repetido los principales motivos para hacerlo han sido las cualidades de las instalaciones (75,6%). He aquí una razón de peso para considerar la inversión en equipamiento una cuestión ineludible para los empresarios. El año pasado ya se constató la importancia de la limpieza y el confort para los viajeros (Informe sobre “Lo que más valora el turista rural” Observatorio del Turismo Rural 2013) y sin duda ello se ve reflejado también en cómo se valora el acondicionamiento del conjunto del establecimiento. Por otro lado, la amabilidad del propietario (66,7%) y la ubicación (64,4%) resultan también importantes a la hora de confiar por segunda vez en el mismo alojamiento. Ello evidencia cómo la atención al cliente y un buen entorno son fundamentales y superan en importancia incluso al precio (57,8%)

3.- Perfil del propietario del alojamiento rural navarro

El Observatorio del Turismo Rural también ha analizado cuáles son las características diferenciales del empresario navarro. Los resultados dan continuidad a los registrados el año pasado, ya que la mayoría sigue indicando que pusieron en marcha su negocio como una opción a nivel laboral (24,2%). También señalan un componente vocacional en la decisión (24,2%), pero esta última motivación es seis puntos inferior a lo indicado por propietarios del resto del país (30%). Sin embargo, en un porcentaje 2,5 puntos superior a la media nacional indican que el inicio de su andadura se debe a una herencia (10,5% vs. 8% España). Las casuísticas son por tanto bastante similares a las estatales, aunque con ciertas particularidades como también lo es el hecho de que el 11,8% de los propietarios navarros lleva más de 20 años al frente del negocio, cifra que en el resto de España alcanza sólo el 3,7%. Estaríamos entonces ante un colectivo integrado por algunos de los empresarios más veteranos y, sin duda, esa es una ventaja siempre que optimicen su experiencia adaptándose a los nuevos tiempos.

Cuando preguntamos al propietario navarro sobre las cuestiones que más le inquietan, en líneas generales coinciden con los resultados generales de la encuesta. En cualquier caso, hay que destacar el hecho de que el exceso de oferta (68%) es para ellos mucho más preocupante que para el resto y superan la media nacional en 8 puntos (60,1%). También le dan más importancia al bajo conocimiento de idiomas (21,1% vs. 15,9% nacional). Ello va ligado con la necesidad de atraer cliente extranjero, donde los resultados nacionales y locales se igualan alrededor del 40%. Sin embargo, la estacionalidad es menos señalada que en el resto del país (47,4% vs. 52,7% nacional) y lo mismo ocurre con la falta de promoción para clientes españoles, donde la diferencia es muy notable (10,5% vs. 18,8% nacional) De esto último deducimos cierta satisfacción respecto a la visibilidad que Navarra tiene como destino dentro de las fronteras españolas.

Un dato destacable es el alto índice de asociacionismo que existe en esta comunidad, ya que un elevado 60% indica pertenecer a una asociación sectorial, mientras que en España este índice alcanza sólo el 43,8%. Sin duda es una muestra de la excelente salud que cuenta este tipo de representación en Navarra y de cómo seguramente el empresario local ve ventajas reales en su pertenencia a dicho colectivo.

Por último, este año el Observatorio del Turismo Rural también incorpora cuestiones relativas a factores económicos, desde el punto de vista de la inversión que el propietario hace en la promoción de su negocio. En el caso de Navarra, la mayoría han indicado invertir entre 500 y 1.500 € al año en dicha promoción. Ello les sitúa en un nivel similar al español, pero con un porcentaje muy superior en esta franja de inversión, ya que en la media nacional alcanza sólo un 54,2%. Sin embargo, en rangos superiores (de 1.501 a 3.000) el porcentaje navarro cae hasta un 11,6% mientras el español se mantiene en un 17%. La reflexión a este respecto es evidente, para dar visibilidad a cualquier negocio es imprescindible invertir en comunicación y publicidad. El sector adolece en gran medida de esta cultura más empresarial, ya que aún pervive el perfil de propietario más tradicional, pero sin duda la lucha por la supervivencia irá derivando en una mayor comprensión de estos criterios profesionales.