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Las opciones para diseñar un viaje por Portugal son infinitas. Nuestro país vecino te brinda un sinfín de planes y lugares interesantes. Aunque es la región de Alentejo la que realmente te sorprenderá.
Mar, cielo y naturaleza. Ese es el gran tesoro de Alentejo
Una zona de contrastes repleta de encantadoras e históricas poblaciones, maravillosos enclaves en plena naturaleza y 200 kilómetros de espectaculares playas solitarias.
La región del Alentejo se sitúa, como su nombre indica, más allá del Tejo (río Tajo en portugués), concretamente hacia el Sur, limitando con el Algarve. Quizá su nombre no te resulte tan familiar y es que ese punto desconocido que tiene marca su pureza y carácter salvaje. Un territorio querido para todos aquellos que buscan paz y tranquilidad. Donde las distancias no son un problema, sino una virtud que te garantiza el slow travel.
¿La mejor manera de recorrer Alentejo? A bordo de un coche. Un road trip es el viaje que se ajusta a este territorio.
Preparados, listos… ¡Ya! Arrancamos.
1. Elvas, ciudad Patrimonio por la Humanidad
Primera parada: Elvas, ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO ubicada a tan sólo 10 kilómetros de Badajoz. Imprescindible visitar el acueducto de Amoreira, pasear por su apreciado casco histórico y comenzar a indagar en el buen comer alentejano.
2. Estremoz, la capital del mármol
En la misma carretera que va de Badajoz a Lisboa, a 40 minutos de Elvas una nueva parada te espera: Estremoz. Uno de los enclaves productores del mármol portugués, que rivaliza con el de Carrara (Italia). Rodeada por una antigua muralla, cuenta con un centro de callejuelas con hileras de naranjos, un castillo del siglo XII y tranquilas plazas. No te quedes sin visitar el Lago do Gadanha (lago de la Guadaña), construido completamente en mármol.
3. Arraiolos, típico pueblo alentejano
Arraiolos es el típico pueblo tradicional del Alentejo: casas encaladas con toques azules y tejados de terracota, ruinas de un castillo que hace siglos dominó la localidad y una iglesia de sencilla fachada blanca que oculta un hermoso interior.
Además, la pequeña localidad es famosa por sus exquisitas alfombras tejidas a mano desde el siglo XII. Básicamente todo el pueblo se dedica a su producción, así que no será complicado dar con personas que las tejen frente a sus casas. También podrás asomarte a las antiguas salas de tintado en la plaza principal.
4. Évora, una de las ciudades medievales mejor conservadas de Portugal
En un cerro sobre la llanura alentejana aparece la localidad reina del Alto Alentejo, Évora. Es una de las ciudades medievales mejor conservadas de Portugal. Un paseo por Évora es sumergirse en el pasado y revivir la historia y batallas que se dieron entre la frontera portuguesa y española. Además, sus edificios monumentales: catedrales medievales y claustros, ruinas romanas, plazas, universidad… ayudan a ponerte en situación.
En Évora puedes degustar ricos platos de la cocina regional. Para ello te recomendamos varios restaurantes: Restaurante da Pousada Convento de Évora, Café Alentejo Restaurante, Restaurante Dom Joaquim y Restaurante Fialho. Además, no te puedes perder sus comercios típicos.
5. Monsaraz, el pueblo de los menhires
Nueva parada en otro de los pueblos típicos de la región de Alentejo, Monsaraz. Fue fundada antes de la llegada de los árabes, en el siglo VIII, conquistada por los cristianos en 1167 y entregada a los templarios como agradecimiento por su ayuda. Por lo que acumula una mezcla de culturas digna de pasear. Además, desde lo alto del castillo tienes una de las mejores vistas al Alqueva.
Entre olivares y campos de flor que rodean a Monsaraz aparecen megalitos neolíticos, siendo el más espectacular el de Cromeleque do Xerez. Es un conjunto en cuyo centro se levanta un triunfal menhir de siete toneladas.
6. São Pedro do Corval, uno de los mayores centros alfareros de Portugal
Si tu intención es llevarte cómo souvenir platos, jarrones, ollas, baldosas… Tu parada obligatoria es en São Pedro do Corval. Es famoso por su larga tradición alfarera y tiene docenas de talleres de alfarería donde se puede ver a los artesanos en acción y comprar algunas piezas a buen precio. Lo mejor es darte una vuelta por la Rua da Primavera y las calles cercanas siguiendo las señales y elegir lo que más te guste.
7. Alqueva, primer territorio del mundo acreditado como Destino Starlight
Nueva parada para ofrecerte una experiencia, ver las estrellas en uno de los mejores cielos de Europa. Dado su bajo índice de contaminación lumínica y excelentes condiciones atmosféricas, Alqueva es el destino portugués idóneo para la observación de estrellas, constelaciones y galaxias, así como la Vía Láctea.
Lo que te permitirá desconectar y descansar en plena comunión con el paisaje que te rodea. Además, también podrás realizar paseos en barco o sobrevolarlo en globo. Aprovecha para echar el freno y disfrutar de una atmósfera especial.
8. Serpa, queso originario del Alentejo
A Serpa se llega con la intención de hacer turismo gastronómico, ya que su gente es conocida por su amor a la comida. Aquí las fábricas producen la joya culinaria local: el “queijo”, elaborado con cuajo de oveja. Así que no queda otra que probar este originario queso del Alentejo y testar que está buenísimo.
Embriágate del pausado ritmo de vida de los lugareños y visita los impresionantes restos de un acueducto del siglo XI y una enorme noria del siglo XII empleada antiguamente para bombear agua por el acueducto hasta el cercano Palacio dos Condes de Ficalho.
9. Marvão, el pueblo más bonito del Alentejo
Marvão siempre aparece en los listados de los viajeros como uno de los pueblos más bonitos de la región portuguesa del Alentejo. Y no es de extrañar, ya que tras su descripción no se resiste nadie: “Encaramado sobre una colina y rodeado de dehesas de encinas, el típico pueblo de calles estrechas y casas engalanadas con macetas de flores a los pies de un espléndido castillo.”
En las afueras de Marvão, en São Salvador de Aramenha, se encuentra el pequeño museo romano Cidade de Ammaia. Desde 1994 se está excavando este yacimiento y el museo local muestra ya algunos de los hallazgos: lápidas y dinteles tallados, joyas, monedas y objetos de vidrio increíblemente bien conservados.
10. Portalegre y sus fábricas de tapices
Ya que uno de tus propósitos es el slow travel, te propongo salir de las habituales rutas por el Alentejo y visitar Portalegre. Esta bonita localidad encalada, con campos color ocre a su alrededor y a los pies del parque natural de la Serra de São Mamede, te sorprenderá. Puedes combinar viejas mansiones barrocas del siglo XVII que salpican la Rua 19 de Junho con el legado del textil y las actuales fábricas de tapices.
11. Vila Nova de Milfontes, playas y parque natural
Otro de los puntos de referencia para conocer la costa del Alentejo es Vila Nova de Milfontes. Es uno de los pueblos más bonitos de este tramo de costa. Está en medio del Parque Natural do Sudoeste Alentejano e Costa Vicentina, junto a un precioso estuario rodeado de arena.
Para probar la comida alentejana de la costa te sugerimos la Tasca do Celso, alojada en un edificio de color blanco y azul con encanto rústico.
12. Estuario del Sado, observación de delfines
Otra de las actividades que te propongo es la observación de delfines (respetando todas las premisas del turismo sostenible y ecológico). Es curioso ver cómo en la zona de marismas y salineras que llevan funcionando desde la época romana y donde va a morir el río Sado, un nutrido grupo de delfines resisten. Han encontrado estabilidad a pesar de tener la ciudad de Setúbal cerca, los astilleros y el paso de ferries y embarcaciones a motor.
Los delfines son animales tan simpáticos y cercanos que se dejan ver en libertad. Acercarse hasta el estuario de Sado es la mejor forma para observar la preciosa y salvaje costa alentejana.
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Miryam Tejada
Confunden ustedes Portalegre con Castelo de Vide. Gran error.
Creo que hay que mencionar también Vila Viçosa, con su majestuoso Palacio Ducal y la iglesia de la Concepción, en el barrio del Castillo; Borba, que tiene muchas tiendas de antigüedades y una impresionante Feira do vinho e da vinha; Campomaior y el mundo del café, etcétera . Un viaje desde Elvas siguiendo el curso del Guadiana, visitando el medio derruido castillo de Juromenha, que es un espléndido mirador del río y de las tierras extremeñas, hasta llegar a Alandroal, donde os recomiendo hacer parada y come en A María, un restaurante diferente y poco convencional, y tomar café y llevarse unos pasteles de bellota en O Alandro.
Precioso no se puede hasta que pase esto que nos está parando viruss
Encuentro a faltar MERTOLA, Uno de los pueblos mas bonitos e importante historicamente centro del emirato de de Mértola
Castelo de Vide es una villa portuguesa del Distrito de Portalegre, región Alentejo y comunidad intermunicipal del Alto Alentejo, con cerca de 3800 habitantes. Es sede de un municipio con 264,83 km² de área y 3872 habitantes, subdividido en 4 freguesías.
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