Dos alojamientos rurales de Cantabria logran el sello de Turismo Seguro
Escrito por
20.07.2020
|
1min. de lectura
Dos alojamiento rurales de Cantabria, uno en Langre y otro en Santillana del Mar, logran el sello de establecimiento seguro que emite el Instituto para la Calidad Turística. Un sello que certifica, a través de empresas independientes, la existencia de medidas complementarias para alejar el riesgo de contagios de la Covid-19.
Tanto Las Calderas como la Posada de Langre han pasado la auditoría de ADOC, una de las siete reconocidas por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICT). Para ello han supervisado las medidas que ambos alojamientos han adoptado para contrarrestar los riesgos de la Covid-19.
Los alojamientos Las Calderas y Posada de Langre, en régimen de alquiler íntegro y de alquiler por habitaciones, han tenido que verificar varios parámetros: la manera que se informará a los clientes sobre las medidas adoptadas o cómo se han formado los empleados del establecimiento donde trabajan.
Deben controlar todas las variables. Incluso barajar situaciones o hipótesis, todavía no vividas, para adaptarse y vivir con ellas. ¿Qué harían si un trabajador enferma? ¿O cómo actuarían si un usuario se contagia mientras está alojado en su casa?
«De la seguridad de mis clientes dependerá la supervivencia del sector».
Ana Llera, propietaria de la casa rural Las Calderas
Las Calderas y Posada de Langre tratan de dar un paso más allá de los protocolos habituales. Y complementar las medidas habituales de higiene, desinfección, señalización, etc con otras medidas excepcionales.
Miryam Tejada
Me gusta