10 monumentos de España en peligro de extinción
Escrito por
21.05.2021
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12min. de lectura
Índice
- 1. Puente de Alcántara, Cáceres
- 2. Castillo de Almonacid de Toledo, en Toledo
- 3. Cortijo del Fraile, en Almería
- 4. Arte Rupestre Sureño, en Cádiz
- 5. Castillo de Vozmediano, Soria
- 6. Palacio de Inestrillas, en La Rioja
- 7. Torre Salvana, en Barcelona
- 8. Elevador de aguas de Gordejuela, en Tenerife
- 9. Parque Enciclopédico del Pasatiempo, en La Coruña
- 10. Castillo de Anguix, en Guadalajara
España cuenta con un rico patrimonio que data de todas las épocas de la historia de nuestro país: yacimientos, pinturas rupestres, castillos, fuertes, puentes, antiguas fábricas, etc. Cada uno de ellos es capaz de hacernos conocer cómo era y se vivía en el momento que fueron levantados.
Sin embargo, aunque muchos inmuebles han sido calificados de Bien de Interés Nacional, no todos los monumentos de España están protegidos o cuentan con la atención que se merecen.
La Lista Roja de Patrimonio, creada por la Asociación Hispania Nostra en 2007, recoge los monumentos históricos de España que están en riesgo de desaparición, destrucción o que están sometidos a la alteración esencial de sus valores.
La finalidad es “Dar a conocer y proteger aquella parte de nuestro patrimonio cultural y natural que se encuentra en abandono y en peligro”. Para ello, la asociación dispone de una comisión de científicos que valoran el estado y mantenimiento de los monumentos y piezas históricas de España.
En total, la página ya reúne más de 750 monumentos en peligro de extinción, aunque desde la creación de la misma, 150 han sido restaurados y han pasado a formar parte de una lista verde. Aquí solo hemos seleccionado 10 de ellos, repartidos por diferentes provincias de España.
1. Puente de Alcántara, Cáceres
En la localidad de Alcántara, cruzando el río Tajo, está este imponente puente romano que data del siglo II d.C. Fue construido por Cayo Julio Lacer durante el mandato del emperador Trajano. Tal y como se puede leer en una de las inscripciones del templete romano ubicado en una de las entradas al puente, que también dice “Puente que durará mientras dure el mundo”.
En aquella época, la zona era rica en yacimientos metalíferos y el puente comunicaba Norba (Cáceres) con Conimbriga (Condeixa-a-Velha). Su aspecto actual corresponde a varias reconstrucciones, ya que su estructura original fue destruida por los árabes en el siglo XIII, por los portugueses en el siglo XVII, durante la Guerra de la Sucesión (XVIII) y en la Guerra de la Independencia (XIX).
En 1924 fue declarado Monumento Nacional y, aunque muchos de los vecinos desean que sea declarado Patrimonio de la Humanidad, la falta de mantenimiento ha hecho que forme parte de la Lista Roja del Patrimonio. Según la Asociación Hispania Nostra, el puente de Alcántara lo atraviesa una carretera por donde circulan camiones con toneladas de peso y la calzada presenta filtraciones de agua.
2. Castillo de Almonacid de Toledo, en Toledo
La Almena del Cid, como fue conocido en otro tiempo –dicen que de ahí viene su nombre Almonacid–, es un castillo que data de la época árabe, del siglo IX. Perteneció a Alfonso VI, como dote de su esposa Zaida, viuda del rey taifa de Córdoba Abu Nasr Al’Fath al-Ma’mun. Años más tarde, lo donó a la catedral de Toledo y, durante el reinado de Juan I de Castilla sirvió como cárcel.
En él se libraron batallas como la del emir de Córdoba y los rebeldes de Toledo. Además, durante la Guerra de la Independencia, en sus alrededores se enfrentaron las tropas españolas y las francesas, encabezadas por José Bonaparte. Los galos consiguieron hacerse con el castillo y acabaron destruyéndolo.
Está en la Lista Roja del Patrimonio porque está prácticamente en ruinas y comido por la vegetación. Hace unos años, el Ayuntamiento de Almonacid de Toledo lo puso a la venta por 1 céntimo con la condición de que el comprador se comprometiese a reformarlo.
3. Cortijo del Fraile, en Almería
En el siglo XX, aquí tuvo lugar el “crimen de Níjar”. Un crimen pasional que sirvió de inspiración para autores como la periodista española Carmen de Burgos, que lo relató en su novela Puñal de claveles; y Federico García Lorca, que lo inmortalizó en Bodas de Sangre. Una obra que posteriormente fue llevada al cine por Edmundo Guibourg.
El 22 de julio de 1928, una de las hijas del encargado del cortijo, Francisca Cañadas Morales (Paquita la coja), debía casarse con el jornalero Casimiro Pérez Pinos. Era una boda pactada y, al parecer, en aquella época había costumbre de que se celebrase de noche. Horas antes del enlace, Paquita huyó del lugar con su primo Francisco “Curro” Montes, del que realmente estaba enamorada. No llegaron muy lejos, la hermana de Paquita y el hermano de Casimiro –que estaban casados entre ellos– los descubrieron y decidieron ir tras de ellos. A ella la intentaron estrangular por traición, aunque se hizo la muerta y finalmente se salvó. A su primo le pegaron varios tiros. Desde entonces el cortijo del Fraile es uno de los símbolos de una de las tragedias rurales más conocidas del siglo XX.
El lugar también sirvió de escenario para otras películas como El bueno, el feo y el malo, La muerte tenía un precio, y Yo soy la revolución, además de series de televisión.
Está ubicado en Níjar, en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Pertenece a la Lista Roja del Patrimonio porque está en ruinas. Apenas se conservaba la capilla, parte de la fachada perimetral y muros de las dependencias. En 2010 fue declarado Bien de Interés Cultural y 2015 se iniciaron las obras para restaurar los exteriores del campanario y la capilla.
4. Arte Rupestre Sureño, en Cádiz
El arte rupestre sureño abarca más de 180 cuevas repartidas entre Cádiz y Málaga donde se han encontrado dibujos y grabados que datan desde el Paleolítico Superior hasta el Neolítico, Calcolítico, Edad del Bronce y la Edad del Hierro. En Cádiz, algunas de las más destacadas son las que están en la cueva del Moro de Tarifa, con grabados de caballos; en Benalup, en la cueva del Tajo de las Figuras, donde hay ilustraciones de aves; en la cueva de Bacinete de Los Barrios, donde destacan los zoomorfos y antropomorfos; y la cueva de la Laja Alta en Jimena de la Frontera, donde hay dibujos de barcos.
Todas ellas han sufrido humedades, erosiones y diversos daños que han provocado que las pinturas se hayan desgastado con el tiempo y que estén muy deterioradas. También han sufrido actos vandálicos y presentan cortes realizados por personas que las han visitado, así como grafitis. La administración pública no se ha interesado en proteger y conservar las pinturas.
5. Castillo de Vozmediano, Soria
En la frontera con Aragón, en el pueblo soriano de Vozmediano se encuentra este castillo que se alza por encima de las tradicionales viviendas. Data del siglo XIV y, dada su ubicación, presenció algunas de las batallas que se libraron entre las coronas de Castilla y Aragón. Uno de los defensores de esa frontera fue el antiguo marqués de Santillana, Iñigo López de Mendoza, quien en el siglo XV habitó la fortaleza.
El recinto aún conserva la Torre del homenaje, así como su muralla. Y en el interior hay un pequeño cementerio. No obstante, en su conjunto el castillo de Vozmediano se encuentra en muy mal estado. En el verano de 2018 se cayó una parte de la muralla y las torres presentan grietas.
Este año se hizo una propuesta a la Junta de Castilla y León para retomar el proyecto y realizar un Plan Director para reformar el castillo y conservarlo, pero no tuvo el suficiente apoyo político.
6. Palacio de Inestrillas, en La Rioja
Incrustado en un farallón rocoso estaba el palacio de Inestrillas. El 31 de enero de 2021 se derrumbó, quedando reducido a escombros, de manera irrecuperable, por lo que ha pasado de la lista roja a la lista negra. Databa del siglo XVIII y formó parte de un poblado altomedieval rupestre que pertenecía a la primitiva Inestrillas o Finistriellas. Por su aspecto, recordaba a muchos de los monasterios camuflados entre las rocas de la Capadocia o de China.
Su interior había tres plantas con diferentes habitaciones que fueron excavadas en la roca. La primera de ellas, la más baja, estaba destinada a las cuadras. Encima estaba la cocina y las habitaciones y, en la parte superior, los palomares y columbarios.
7. Torre Salvana, en Barcelona
A la entrada de la Colonia Güell, en el municipio de Santa Coloma de Cervelló, encontramos este castillo en estado ruinoso. Es Salvana, una antigua torre de defensa del siglo X –entonces llamada Torre d’Eles–, que sufrió grandes consecuencias durante la Guerra Civil Catalana.
La torre Salvana se conoce entre los vecinos de la zona como el castillo del infierno. Pues, además de las leyendas que guarda entre sus ruinosos muros, está lleno de misterio y dicen que aquí han ocurrido los hechos paranormales más extremos de Cataluña. En él se han recogido psicofonías. Y hay testimonios de personas que afirman haber oído el ruido de espadas y de cañones, y de haber visto salir por una de sus ventanas humo negro.
El lugar está en muy mal estado y acceder a su interior es peligroso. También ha sufrido actos vandálicos, ya que en algunas de sus paredes hay grafitis. Además, se han perdido piezas y vestigios arquitectónicos.
8. Elevador de aguas de Gordejuela, en Tenerife
También conocida como la casa Hamilton, el elevador de aguas de Gordejuela fue construido en 1903 para subir el agua hasta la cima del acantilado de Gordejuela, a unos 200 metros de altura. De ahí el agua era llevada hasta el valle de la Orotava, aprovechando los manantiales de la zona, donde había plataneras y varias zonas de cultivo.
La estructura fue un hito de la época, pues en su interior se instaló la primera máquina de vapor de Tenerife. El elevador estaba compuesto por tres edificios, un depósito, una gran chimenea y un sistema de canalización de aguas.
El elevador estaba gestionado por la empresa británica Hamilton y fue diseñado por el ingeniero militar José Galván Balaguer. Cuando la empresa comenzó a tener pérdidas, Hamilton intentó expandir el mercado y se ofreció a llevar agua a otras partes de la isla. Sin embargo, esta oferta no tuvo éxito y en 1910 acabó vendiendo el inmueble hasta pasar a ser dominio público.
Desde hace unos años, el elevador de aguas de Gordejuela está en ruinas. Según la Lista Roja del Patrimonio, la estación de bombeo está destruida, algunos arcos han desaparecido, no hay puertas, techos ni ventanas y el suelo está hundido. Lo que lo convierte en un lugar peligroso para el turismo.
9. Parque Enciclopédico del Pasatiempo, en La Coruña
El Parque Enciclopédico del Pasatiempo está situado en Betanzos. Fue idea de Juan García Naveira, quien plasmó en él los descubrimientos y aprendizajes de sus viajes. Estaba compuesto por jardines con figuras de leones, dinosaurios, un estanque y relieves con motivos de su viaje a Egipto, la Gran Muralla China y el Canal de Panamá.
Se empezó a construir en 1893 y se inauguró en 1914. Durante la guerra civil, el recinto sufrió un importante deterioro y, en los años posteriores, se perdió parte de la muralla, así como otros elementos arquitectónicos. En los años 90, el parque fue remodelado, aunque actualmente muchas partes se están viniendo abajo.
Las quejas de los vecinos y el hecho de que se trata de un patrimonio histórico único parece que ha hecho reaccionar al concejo, quien hace unos meses presentó una propuesta a la Diputación de A Coruña para reformar una parte del recinto. Como las obras aún no se han comenzado, el Parque Enciclopédico del Pasatiempo continua en la lista por estar prácticamente en ruinas, lleno de escombros y haber sufrido actos vandálicos.
10. Castillo de Anguix, en Guadalajara
En una peña sobre el embalse de Bolarque, en Sayatón, está el castillo medieval de Anguix; O más bien sus restos. Fue levantado sobre una antigua fortificación de Abd-al-Rahman III para defender el límite del río Tajo, durante el siglo XII. Y estuvo en manos de la Orden de Calatrava, de los reyes Alfonso XI y Enrique IV de Castilla, de Íñigo López de Mendoza y Quiñones hasta que sufrió grandes daños durante la Guerra de Sucesión Castellana.
Actualmente, apenas quedan piezas de su construcción original, pues fue reformado durante los siglos XIV y XV. El castillo de Anguix también es conocido como “el torreón”, debido a sus torres semicirculares. El edificio está totalmente en ruinas y está en peligro de desaparecer.
Laura Fernández
«Su interior está compuesto por tres plantas con diferentes habitaciones que fueron escavadas en la roca» Excavar; con x.