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Conocemos a Ester Noguer, regidora de cultura y turismo, para que nos guíe por Setcases. Es el último pueblo del Pirineo catalán, a 1.270 m de altitud, que te encuentras en dirección a Francia por el valle de Camprodón. Le rodean picos de 3.000 metros y la leyenda de su fundación. Entre sus casas de piedra se sientan al sol las vecinas a charlar sobre los asuntos domésticos y sus silencios los llena el río Ter, que nace aquí.
En la década de los 70 se instaló la estación de esquí VallTer en la zona. Setcases vivió entonces el boom del turismo de nive, pero su trazado original no sufrió el entusiasmo de la construcción. Hasta el momento, Setcases vivía de sus recursos: la industria de la zona y la ganadería. Hoy, en cambio, es un remanso de paz para viajeros, un lugar de encuentro con la naturaleza y un pueblo pintoresco del Pirineo con 181 habitantes dedicados al turismo de naturaleza y tradición.
Siete hijos con siete casas
La leyenda cuenta que Setcases fue fundada por los siete hijos de un pastor a los que la nieve les sorprendió en la zona. En el margen del río Ter levantaron siete cabañas que con el tiempo fueron ampliándose hasta que se estableció como nuevo asentamiento. Es sólo una historia fundacional, porque no se han encontrado restos que lo confirmen, pero dio el nombre a la villa: Setcases, «siete casas».
La población ha crecido de siete a ciento ochenta y uno. Los vecinos de Setcases comparten un espacio agradable entre sus callecitas estrechas de piedra, sus tejas de pizarra de la zona y las puertas y ventanas de maderas de los bosques circundantes. En invierno también les sorprende la nieve, pero se refugian en torno a las chimeneas del hogar.
Dime cómo construyes y te diré de dónde vienes
Con la instalación de la estación de esquí VallTer Setacases comprobó cómo se iban añadiendo al entramado original nuevas construcciones. Fueron, en su mayoría, segundas residencias para personalidades con poder adquisitivo. Los vecinos de Setcases no marcaron dónde se levantaban los nuevos cimientos, pero identifican aquellas nuevas construcciones con sólo echar una mirada a las piedras, aunque son las mismas en todo el pueblo. ¿Cómo lo hacen? Ester ya nos lo contó, pero preferimos que os desvelen el secreto los propios vecinos :).
La cocina hogareña y el patrimonio cultural
Si no se viene a dormir o a recorrer, a Setcases se viene a comer y a descubrir. El río Ter no es sólo hermoso sino también fuente de alimentos. Del río se cogen las truchas que luego la tradición del lugar convertirá en uno de los platos más demandados. Las carnes, de cordero y de ternera, crecen en los campos de la Vall de Camprodón. Con ellas se hacen los ricos estofados del invierno o se acompañan con las famosas setas de la región. Por último, la excelente miel de Setcases. Encontraréis pequeños rincones hogareños donde adquirirla. La iglesia guarda un patrimonio cultural enorme: la pila bautismal (imagen) o el retablo, del siglo XVII, son dos ejemplos.
Rutas por los dominios del Ter
En Setcases nace el Ter y va modelando los valles de la región. Por entre sus caprichosas curvas y los bosques que irrigan este y otros cauces que emanan de cumbres cercanas se extienden los 700 km de caminos señalizados. Se han homologado 15 itinerarios, de los que destacan:
- El GR-11 Transpirenaico. Tres tramos de diferente longitud (13,5 km el más extenso) hasta el santuario de Nuria.
- Vuelta al Pic de la Dona: 7,5 km de extensión y una dificultad media que tiene su inicio y fin en Vallter.
- El Camino de la Sierra: 3,7 km de recorrido desde Setcases hasta el Pont d’en Jepet por un antiguo camino que comunicaba cabañas, bosque y campos.
El apunte: Ca la Margalida
En la visita por Setcases Ester nos cuenta las peculiaridades de cada rincón. Encontramos uno con mucho encanto, una fachada repleta de flores de colores y de la que cuelgan calderos e instrumentos de otra época. Aquí vivió Margalida, una de las más longevas vecinas de Setcases, que murió recientemente con 104 años. Su hogar se llamaba Ca la Tita, pero se le cambió el nombre en recuerdo de su dueña: Ca la Margalida.
Escapada Rural
envio petita historia de set cases. Es necesari que el Joan de la fonda l’a coneixi,
iríamos con un boxer muy bueno y muy eduacado, mila esker .
Un dels pobles més macos de la Vall de Camprodon
Es increíble y encantador es uno de mis pueblos preferidos .!!!!
Gracias por la pagina, mañana vamos des de Barcelona para setcases a pasar un bonito dia en familia.