9 platos típicos de la Región de Murcia, Capital Gastronómica 2020

Escrito por

27.03.2020

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7min. de lectura

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Pastel de carne murciano
Pastel de carne murciano. Por mariontxa

Por alguna extraña razón, desde hace un par de años Murcia se ha convertido en el referente geográfico de los chistes nacionales. No ha llegado a quitar del todo el puesto al pueblo de Lepe, pero por ahí se anda. Y no hay explicación aparente porque la comunidad no es ni mejor ni peor que cualquier otra del panorama nacional. Además, su gala de televisión Murcia, qué hermosa eres, era la más famosa de todas, pero hasta esto es motivo de pitorreo.

Pero todas las bromas, memes y demás chascarrillos que circulan sobre todo por la red no han hecho mella en el reconocimiento de sus tesoros, al menos en lo referente a sus productos naturales. Este 2020, Murcia ostenta el título de Capital Gastronómica con el lema La huerta de los 1.001 sabores (es una de las principales exportadoras de frutas y hortalizas de Europa), tomando el relevo de Almería.

Por supuesto, como ocurre en cada lugar de España, la región tiene una buena lista de platos típicos. Algunos de ellos no llevan ninguna pista de sus ingredientes en el nombre ¿de qué están hechos los paparajotes? ¿Y el zarangollo? ¿Puede haber morcillas de verano y de invierno? A continuación está la respuesta a (casi) todas las dudas. Una guía para enfrentarse a la carta de los bares murcianos con conocimiento de causa.

1. Pastel de carne

Se le atribuyen orígenes árabes y es posible encontrarlo en cualquier panadería o pastelería de la zona. Su masa es más o menos hojaldre y su relleno es contundente, ya que suele estar compuesto de chorizo, panceta, ternera, jamón, huevo duro, tomate y pimiento verde. Tiene sus variantes y dependiendo de quién lo elabore puede llevar otras carnes. A la vista, reconocen de otras empanadas por su ‘tapa’ de hojaldre en forma de círculos.

2. Morcilla de verano

Es apta para vegetarianos y no tiene nada que ver con ningún embutido. Resulta que el cerdo no entra en la ecuación de este plato más que en el sabor. Porque, por lo visto, esta mezcla de berenjena, cebolla, piñones y orégano tiene un regusto a morcilla animal, aunque es posible que eso dependa del paladar de cada comensal.

Suele servirse en bandeja como el pisto o encima de pan tostado y, a veces, va acompañada por huevo frito.

3. Pastel de cierva

No, no tiene nada que ver con la madre de Bambi. Este producto debe su nombre a Juan de la Cierva y Peñafiel, ministro español durante el reinado de Alfonso XIII, que era fan de este invento culinario. Su autor, según cuenta la historia, fue el repostero José Lorca que en 1920 decidió hacer una empanada de pasta dulce y relleno de pollo y huevo cocido. Su negocio se llamaba La Peladilla y a día de hoy sigue abierto y ofreciendo el auténtico Pastel de Cierva.

4. Crespillo

Sus ingredientes son harina, sal, vino blanco, manteca de cerdo y pimentón D.O.P  de Murcia, evidentemente. Es una especie de galleta salada grande que puede servir como base de montadito o para mojar en salsas como los nachos en el guacamole. También se puede comer a bocados sin falta de más acompañamiento, claro. Son típicos de Cartagena y de Lorca y se venden en panaderías y hornos de repostería. También se les conoce como pan de crespillos.

5. Zarangollo

No confundir con el zorongollo, la ensalada de pimientos extremeña. Se supone que su nombre viene de zaranga, que es como un revoltillo de “cosas”. Este plato se asemeja más al pisto manchego (de hecho, la DRAE define zaranga como: “fritada parecida al pisto») y es posible que se asentase como “producto típico” en Murcia después de recorrer otros puntos del territorio.

Para concretar, el zarangollo es un trasunto de revuelto elaborado con calabacín, cebolla pochada y huevo. Dependiendo de quién esté al mando de los fogones llevará también patata, berenjena u otros productos de la huerta.

6. Marinera

Puede ser una mujer que se dedica a trabajar en labores relacionadas con el mar o una tapa de un bar cualquiera en Murcia. En este caso, obviamente se trata de la segunda opción, que está compuesta por una rosquilla a modo de base para un poco de ensaladilla coronada por una anchoa.

Dicha rosquilla no tiene nada que ver con los donuts, más bien se parece a los típicos “picos” de pan para mojar en hummus o patés similares pero con forma de ‘o’ estirada. La ensaladilla es tipo rusa pero sin guisantes y la anchoa es exactamente eso, una anchoa. Existen dos variante: si en lugar de anchoa lleva un boquerón en vinagre, se llama marinero. Y si no lleva ninguno de los dos, bicicleta (parece ser que se la llama así porque la ensaladilla va “montada” encima de la rosquilla crujiente).

7. Michirones

Michirones
Por Avicentegil

Para este plato hay que sacar la cuchara. Se trata de un guiso hecho a base de habas secas, ajo, hueso de cerdo, chorizo, panceta, laurel y pimentón. Su elaboración es parecida a la de cualquier plato de olla tradicional y es típico del invierno (su contundencia es importante y comerlo en pleno agosto puede provocar sudores).

Curiosamente, es típico el comerlo como tapa –no suele pasar con otras recetas de legumbres como la fabada o el cocido montañés– y se sirve en cazuelitas de barro, con el chorizo cortado en rodajas o cachitos. Tener pan para mojar es recomendable.

8. Ensalada cantonal

Es típica de Cartagena y su nombre viene precisamente de la revolución que la ciudad inició durante la I República española en pos del federalismo. Las zonas que se unieron a la rebelión se llamaron cantones, de ahí el apellido de dicha ensalada. El barullo empezó en julio de 1873 y en enero de 1874 ya estaba apaciguado.

Pero más allá de cuestiones históricas, lo importante es la composición del plato. Esta receta veraniega lleva ahumados como la palometa, el bacalao o el salmón, anchoas, tápenas (que es como se conoce en Murcia a las alcaparras), aceitunas negras, cebolleta y aceite de oliva. Del mar y la huerta, muy propio de la zona.

9. Paparajotes

Paparajotes
Por Avicentegil

A quien haya visto recientemente la serie El vecino le sonará el nombre (y quizá ahora desvele el misterio de qué era eso) por eso que llevaba uno de sus personajes en un táper. Evidentemente su nombre no da ninguna pista y casi suena a insulto, pero resulta que se trata de un postre muy típico elaborado con hojas de limonero rebozadas con masa parecida a la de los buñuelos. Es un dulce popular, pero está considerado como una auténtica delicatessen.

Carmen López

Comentarios

  1. Jose Manuel 27 de febrero de 2023 a las 23:58 - Responder

    ¿y el Caldero del Mar menor donde lo dejamos?

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