La pequeña localidad alicantina de Castell de Castells, vecina de las conocidas Alcoy y Denia, goza de varias bondades naturales. Una de las más atractivas es la Peña del Castellet, una cumbre que se eleva más allá de los 1.000 metros y que se sitúa en plena Comarca de la Marina Alta. Una atalaya natural con panorámicas privilegiadas.
Varios son los montes que se divisan desde lo más alto. Entre todos ellos destacan las Sierras del Cocoll y Alfaro y las sombreadas Aixortá y Serrella. Un mosaico paisajístico de mayúscula belleza y diversidad al que se asomaban a diario los habitantes del castillo musulmán que dominaba esta montaña. Hoy día, esta fortaleza del siglo XII presenta un estado ruinoso, pero no deja de ser un aliciente más para alcanzar la cima. Vayamos a visitarlo.
Tras dejar el coche en las afueras de Castell de Castells –según venimos de Tárbena- iniciamos la ruta que sale a la izquierda siguiendo las indicaciones PR-V 19 y 150. La primera parte de la ascensión es sencilla, pues avanzamos con escasa pendiente por caminos de tierra, algún que otro tramo recto y pistas zigzagueantes. Los árboles son los protagonistas de esta zona. Es, a partir del importante cruce de cuatro caminos (giramos a la derecha siguiendo el PR-V 19), cuando el objetivo que perseguimos nos requiere un mayor esfuerzo por el incremento de verticalidad del terreno. Aún así, con ritmo pausado, nada se nos resiste. Llevamos aproximadamente una hora de camino y en poco más de treinta minutos lo habremos conseguido.
La arboleda va pasando a un según plano conforme nos aproximamos a los restos del castillo. Ahora el terreno es más abrupto y diáfano. Ya estamos cerca. Una pequeña subida escarpada y llegamos. Nos encontramos en la sorprendente explanada de más de 15 metros de largo por 3 de ancho que corona la Peña del Castellet, superficie que utilizamos para embobarnos contemplando las impresionantes vistas de la Comarca de la Marina Alta en 360 grados. Asombrosas.
Tras deleitarnos con el grandioso paisaje que nos rodea emprendemos el incómodo, vertiginoso y agreste, pero sencillo de completar, camino de regreso.
¿Y qué más se puede visitar por la zona? Uno de los lugares más interesantes se localiza en la carretera que une Castell de Castells con Vall d’Ebo. Se trata del Santuario Pla de Petracos, un importante yacimiento de pinturas rupestres con más de 7.000 años de antigüedad descubierto en 1980 y declarado Patrimonio de la Humanidad por su relevancia. No en vano, constituye uno de los ejemplos más importantes de Arte Macroesquemático –vinculado al Neolítico más antiguo- de toda Europa.
Y, por supuesto, el Espacio Natural de El Castellet, un área recreativa equipada con refugio de 16 plazas, varias cabañas –algunas especialmente acondicionadas para minusválidos-, zona de barbacoa, mesas, fuentes, fregaderos y aseos. Sin lugar a dudas, un lugar excepcional para relajarse después de un intenso día descubriendo y disfrutando las maravillas del interior alicantino.
Elísabet García