Las vacas comparten sus emociones

Escrito por

29.03.2022

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6min. de lectura

Vacas
Vacas. Por 135pixels

Las vacas son animales sagrados en la India. Producen alrededor del 90% de la leche en el mundo. Tienen un estómago y cuatro compartimentos digestivos, y precisamente durante la digestión es la criatura que más gas metano expulsa a la atmósfera: concretamente a través de eructos. El 4 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero los producen estos eructos de vaca.

Así pues, las vacas son criaturas fascinantes, y no sólo porque den leche y carne o recuerden a coches a motor por toda la contaminación que expulsan a través de sus eructos. Por ejemplo, nos ayudan en el desarrollo de vacunas (vacinus, «vacuna» en latín, deriva de vaca). Los pulmones de vaca también se usan para fabricar anticoagulantes, con la sangre se fabrica cola, fertilizante y la espuma de los extintores, las placentas son un ingrediente importante en muchos cosméticos y productos farmacéuticos, y el septo (el segmento de cartílago que divide las fosas nasales) se convierte en un medicamento para la artritis.

Pero si todo esto no fuera suficiente para empezar a mirar a las vacas como algo más que elementos decorativos de un paisaje alpino, estos animales parece que se comunican entre sí, y que cada uno de esos «muuu» que emiten sirven para expresar cómo se sienten a sus compañeras.

Vocales individuales

Vacas
Vacas. Por Igor Plotnikov

Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Sídney, tras registrarse y analizarse 333 muestras de vocalizaciones de vacas (es decir, distintos tipos de «muuu»), se ha descubierto que estos animales tienen características vocales individuales y cambian su tono dependiendo de sus emociones.

El estudio es relevante por lo que cuenta, pero también porque ha sido publicado en la prestigiosa Scientific Reports. No en vano, ésta es la primera vez que se ha logrado analizar la voz de las vacas para extraer evidencia concluyente de sus rasgos a la hora de transmitir información. Tal y como ha señalado la autora principal de la investigación, Alexandra Green: «Las vacas son animales sociables. En cierto sentido, no es sorprendente que afirmen su identidad individual a lo largo de su vida».

Y es que esta variedad en el tono de los sonidos que emite la vaca parece que sirve para ayudar a que la misma mantenga contacto con la manada y pueda expresar emociones diversas como entusiasmo, excitación, compromiso o angustia.

Vacas
vacas. Por tuulijumala

Según Green, que se ha pasado horas grabando y analizando el tono de cientos de vacas para evaluar cuán excitado estaba un animal en una situación determinada: «Todas tienen voces muy distintas. Incluso sin mirarlas, puedo decir quién está haciendo determinado ruido solo por su voz». Green descubrió que los animales estudiados hablaban entre ellos durante su período de actividad sexual, mientras esperaban la comida y cuando se encontraban separados del grupo.

Para Green era como si estuviera desarrollando un traductor de Google Lenguaje Vaca – Lenguaje Humano. Y espera que sus hallazgos sirvan para que los granjeros empiecen a sintonizar con el estado emocional de su ganado, mejorando el bienestar de los animales.

Vacas
Vacas. Por Ecoagroturismo Arqueixal

No es la primera vez que nos encontramos con evidencia que sugiere que las vacas se comunican entre sí. Investigaciones anteriores ya sugerían que las madres se comunican individual y particularmente con sus crías. Sin embargo, este nuevo estudio de la Universidad de Sídney ha detallado cómo las vacas mantienen su «muuu» individual durante toda su vida, incluso cuando se comunican entre ellas.

Otros casos de comunicación animal

Delfín
Por jjgomeztercero

Previamente, usar turnos de palabra en las conversaciones se había considerado algo que distinguía el lenguaje humano de la forma en que los animales hablan entre sí, pero cada vez hay más investigaciones que sugieren que la característica que creíamos típicamente humana también se encuentra en muchos animales.

Este estudio de la Universidad Politécnica de San Petersburgo, en el que se ha grabado una aparente «conversación» entre dos delfines, es un buen ejemplo de ello.

Un estudio de 2018 también halló que otros animales se comunican entre sí de manera similar a los humanos. Los elefantes, los pájaros y las ratas topo desnudas participan en el mismo tipo de conversaciones bidireccionales que los humanos mantienen.

Los humanos generalmente hacen una pausa de unos 200 milisegundos antes de responder en una conversación bidireccional, y los científicos han descubierto que no somos la única especie que considera grosero interrumpir. Algunas especies eran charlatanes impacientes, ya que ciertos pájaros cantaban en menos de 50 milisegundos para «responder» durante una conversación, interrumpiendo a su interlocutor.

En el otro extremo de la balanza, los cachalotes, que mantienen un habla tan lenta que intercambian sonidos con un espacio de aproximadamente dos segundos entre cada turno.

Perritos de las Praderas
Perritos de las praderas. Por urbanomafia

Y hay más. Los perritos de las praderas también pueden alertar de la presencia de depredadores a sus compañeros identificándolos por su tamaño, altura e incluso por su color. Los murciélagos saben reconocer hasta 33 sílabas que incluso combinan entre sí para comunicarse entre ellos, como ha demostrado este estudio de la Universidad de Washington. Los leones marinos son capaces de reconocer letras de nuestro alfabeto.

Y los cuervos no solo se comunican (el cuervo americano es otro gran aprendiz social, y nunca olvida la cara de un enemigo: reconoce a quien lo ha molestado y pasa la información a terceros), sino que también usan herramientas, y además unos y otros cuervos usan unas u otras herramientas en función del lugar en el que habitan, es decir, crean una especie de cultura.

El lenguaje, pues, parece ser algo importante entre los animales sociales. No en vano, probablemente fue el chismorreo el que propició que los seres humanos tengamos un cerebro más grande y exigente a nivel cognitivo. Es decir, que la evolución del lenguaje fue uno de los factores decisivos de nuestro salto hacia la inteligencia, tal y como abunda en ello el libro De animales a Dioses, de Yuval Noah Harari:

La cantidad de información que se debe obtener y almacenar con el fin de seguir las relaciones siempre cambiantes de unas pocas decenas de individuos es apabullante. (En una cuadrilla de 50 individuos, hay 1.225 relaciones de uno a uno, e incontables combinaciones sociales complejas más). Todos los simios muestran un fuerte interés por esta información social, pero tienen dificultades en chismorrear de forma efectiva. […] Las nuevas capacidades lingüísticas que los sapiens modernos adquirieron hace unos 70.000 años les permitieron chismorrear durante horas.

Sergio Parra

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Comentarios

  1. Antonio 30 de marzo de 2022 a las 11:18 - Responder

    Y curiosamente los delfines y las vacas tienen en mismo ancestro. Gracias por el artículo, quizás podamos empatizar, aprender y respetar dignamente a los animales.

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