Almagro, un teatro único en Ciudad Real y en el mundo entero
Escrito por
30.06.2020
|
9min. de lectura
Castilla-La Mancha es tierra de literatura. Su belleza ha inspirado a autores como Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo o Calderón de la Barca, cuyas obras nos han invitado a viajar por estas tierras. Los SIglos de Oro (S.XV-XVII) estaba en todo su esplendor.
Coincidiendo con el final de esta época dorada, en Almagro (Ciudad Real) se creó el Corral de Comedias. Un pequeño teatro en el que los trabajos de los grandes escritores de la literatura española nunca caerían en el olvido. Sus historias siguen representándose sobre su escenario.
Allí nos dirigimos tras abandonar Albacete durante nuestro viaje por Castilla-La Mancha. El verdor de los campos y las empinadas montañas dieron paso a un paisaje mucho más plano, donde pudimos ver los primeros molinos de viento del viaje.
Llegamos a Almagro por la tarde. Era domingo, por lo que la ciudad rebosaba de vida. En su calle principal había un mercado medieval, juegos y música.
Seguimos su recorrido hasta llegar a la plaza Mayor, una de las más bonitas que he visto. Se trata de una plaza rectangular porticada de color turquesa cuyo aspecto actual data del siglo XIX. Antiguamente, aquí es donde se celebraban todos los espectáculos.
Un teatro único en España
El Corral de Comedias de Almagro está situado discretamente bajo los soportales. Se trata del único teatro de estas características que se conserva en España, por lo que era una de las visitas más esperadas del viaje por Castilla-La Mancha.
Antonio León fue quien nos abrió la puerta que nos transportaría a otra época. Él es el director de la compañía Corral de Comedias, fundada en 1994; y nuestro cuarto entrevistado.
“Me gustaría comentaros que el Corral de Comedias de Almagro es importante por tres cosas”, nos explica. “No solo no hay otro espacio igual, sino que es el mayor exponente del repertorio teatral del mundo y en él, por primera vez en la historia de España, todas las clases sociales tuvieron derecho a ver lo mismo”.
Los corrales de comedias eran espacios donde en el Siglo de Oro se comenzaron a representar obras de teatro. Hasta aquel momento, los artistas actuaban en la calle y vivían de la caridad. En el siglo XVI, a una compañía de cómicos se le ocurrió alquilar una posada donde pusieron un escenario y comenzaron a interpretar obras. También empezaron a cobrar entrada.
«El Corral de Comedias de Almagro es el mayor exponente del repertorio teatral del mundo»
“Como veis, eran espacios muy humildes”, dice León mientras nos muestra la sala. En aquel momento, los actores de la compañía estaban ensayando La Celestina.
El interior del corral está compuesto por un pequeño patio con sillas de madera. Actualmente hay unos 270 asientos aunque, según Antonio León, originariamente albergaba hasta unas 600 personas.
Hay un segundo piso que rodea el patio de butacas, donde se pueden sentar más espectadores; un escenario que se mantiene como el original y un techo cubierto por una lona que se puede abrir y cerrar dependiendo del día.
En la parte de atrás es donde está el “backstage”. Una zona privada para los actores con un vestidor, la sala de maquillaje y cuartos de baño.
Originariamente, ningún corral disponía de servicios. La gente realizaba sus necesidades donde podían. “Imagínate el olor después de tres o cuatro horas que duraba una representación”, bromea León.
Este es uno de los motivos por los que estos teatros desaparecieron. También eran más ruidosos que ahora: “Había mucha música, jaleo y ruido. No había formación, así que los actores entraban a una compañía y, si la gente no les tiraba muchas cosas, se podían quedar. Si cuando salían a actuar el público que estaba hablando se callaba, eso ya era un éxito tremendo”, explica.
En 1745, Felipe V decretó la prohibición y el cierre de los corrales. Muchos de estos espacios se transformaron en teatros a la italiana, como hoy los conocemos
El Corral de Comedias de Almagro, sin embargo, fue convertido en una posada en 1950. Le quitaron el escenario y se levantaron algunos tabiques. Cuatro años más tarde, en 1954, volvió a adoptar su función original. Ahí comenzó el renacimiento del teatro del Siglo de Oro, y Almagro resurgió como destino turístico.
La baraja que ayudó a encontrar el teatro
Durante las obras de reforma del teatro, el propietario de la posada se encontró bajo los escombros una baraja de naipes. Nada en especial si no fuera porque, al mirarla con detalle, se dio cuenta de que estaba pintada a mano. Tras el hallazgo, el dueño se puso en contacto con el Ayuntamiento. El alcalde y el gobernador descubrieron que los naipes databan de 1729.
Así es como se descubrió que aquel lugar pertenecía al antiguo corral de comedias del pueblo. Hoy, la baraja se puede ver expuesta en una de las paredes de la entrada al teatro.
En la librería de al lado, Francisco Romero vende las réplicas. Este publicista y escritor, que dejó Madrid para instalarse en Almagro, también ha colaborado con la compañía adaptando algunas de las obras representadas.
Se abre el telón y es otra época
La compañía Corral de Comedias de Almagro lleva actuando en el homónimo teatro desde 1994. “Al principio este espacio solo se utilizaba para el Festival de Teatro. El resto del año prácticamente no se hacía nada salvo algunos actos protocolarios del Ayuntamiento”, comenta León, quien tuvo que realizar una propuesta de proyecto para poder utilizar las instalaciones todo el año.
Su interés por las artes escénicas surgió cuando era joven. Fue viendo la obra Perdidas en el Orinoco, de Emilio Caballido. En ese momento supo que quería dedicarse profesionalmente al teatro. “Yo dejé de trabajar el día que pensé que me iba a dedicar a esto”, añade.
La compañía se basa en las obras de autores del Siglo de Oro: Calderón de la Barca, Lope de Vega, Francisco de Quevedo, Miguel de Cervantes, etc. “También incluimos a autores europeos de la época como William Shakespeare y Móliere”, añade.
Para León, representar el Siglo de Oro permite tomar cierta distancia con los acontecimientos. Son historias que ocurrieron hace tiempo, por lo que nos permiten liberarnos de prejuicios.
Aunque algunos personajes sí que hacen que simpaticemos. Por ejemplo, en la forma en la que muchos autores han retratado a personajes femeninos: con estudios, independientes económicamente y que quieren tomar decisiones. “Lope de Vega es un gran autor que retrata muy bien el corazón y el sentimiento de la mujer”, dice León.
«Antiguamente, los papeles femeninos los realizaban los varones»
Antiguamente, los papeles femeninos los realizaban los varones. España fue uno de los primeros países donde a las mujeres se les permitió ser actrices, en el siglo XVI.
También la temática se asemeja a nuestras preocupaciones actuales: las diferencias sociales, el amor, las ambiciones, etc.
Para Antonio León, el teatro es importante como herramienta educativa y de comunicación. “La función de teatro la hacemos entre todos”, dice. “En el cine, la literatura y las artes plásticas los artistas entregan su trabajo cuando está terminado. En el teatro nosotros tenemos que hacer el trabajo junto con el espectador. Entre ambos estamos construyendo algo efímero”.
Según León, la conexión que sea crea entre el actor y el público la sienten ambas partes. En el Corral de Comedias de Almagro, el escenario se utiliza tal y como está. No se añaden decorados, pues lo que quieren es potenciar la puesta en escena. “Lope de Vega se quejaba de la gran cantidad de chismes que le ponen al escenario”, apunta.
Almagro, la cuna del teatro en España
Por semana, la compañía actúa para colegios “durante 3 meses, vienen 20.000 chavales. Yo creo que es el mayor movimiento teatral hacia un lugar en España, no sé si en Europa, pero en España seguro.”, dice. Los sábados está abierto a todos los públicos.
Desde 1978, en el mes de julio en Almagro se celebra el Festival Internacional de Teatro Clásico, el más importante del mundo en su género. Un evento de gran envergadura que, al recuperar a los clásicos, conecta lo que fuimos con lo que somos hoy.
“El festival supuso un despegue económico tremendo”, explica León. “Cuando se inauguró el corral en el pueblo solo había una posada. Hoy, además del Parador Nacional de Teatro, hay alrededor de 1.500 camas disponibles”.
Según datos de Turismo de Castilla-La Mancha, el evento reúne a unas 60.000 personas. No todas las obras se representan en el Corral de Comedias, sino que también se utilizan otras ubicaciones como iglesias, ermitas, claustros, plazas, museos… Así como el teatro municipal, del siglo XIX.
Para seguir disfrutando de este arte, la siguiente parada puede ser el Museo del teatro. Está situado en los palacios de los Maestres de Calatrava, al norte de la plaza Mayor de Almagro. Cuando nosotros estuvimos (un lunes) estaba cerrado, pero en él se puede conocer cómo era el teatro desde la época greco-romana, pasando por el medieval, los corrales de comedias y el Renacimiento, hasta nuestros días.
Antes de dejar Almagro, nos acercamos a uno de los restaurantes de sus soportales para degustar una de sus delicias culinarias: las berenjenas de Almagro. Una auténtica sorpresa si lo que esperas recibir es una berenjena morada tradicional. Las de aquí son verdes y pequeñas. Están aliñadas con vinagre, aceite vegetal, sal, ajo, comino, pimentón e hinojo.
Las berenjenas pasan un proceso de fermentación hasta que están listas y son envasadas en latas o botes de vidrio, tal y como se venden en las tiendas que se ubican debajo de los soportales.
Laura Fernández
Periodista, blogger y viajera. No necesariamente en ese orden. En ocasiones me despierto sin saber dónde estoy. Adicta a los cómics y a los noodles con salsa de cacahuete. Redactora en @escapadarural, colaboradora en la Conde Nast Traveler y en la Divinity. Mi casa: Meridiano180.
Que ganas de volver a ver nuestro Corral de Comedias lleno de gente. Almagro es, sin duda, uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Ciudad Real. De visita obligada para cualquier turista.