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El otoño es una de las estaciones más infravaloradas del año. Quizá es porque estamos acostumbrados a querer estímulos visuales más impactantes. Sin embargo, esta estación es ideal para contemplar la belleza del cambio. Por eso, si deseas disfrutar de una escapada rural diferente, no puedes perderte las 5 mejores postales otoñales de España.
Cangas del Narcea (Asturias)
Cangas del Narcea es un destino ideal para visitar en otoño por su proximidad a la Reserva Natural Integral Muniellos, el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa. En esta estación, los bosques se tiñen de tonos ocres, dorados y rojizos, creando un paisaje espectacular para disfrutar del senderismo en un entorno único. Muniellos, con sus rutas limitadas a pocos visitantes diarios, ofrece una experiencia exclusiva y tranquila en plena naturaleza.
El pueblo (de gran riqueza histórica) cuenta con monumentos importantes como la Colegiata de Santa María Magdalena (un impresionante ejemplo de arquitectura barroca) y los palacios de Omaña, Toreno y Pambley, que reflejan el esplendor del pasado noble de la región. El Monasterio de Corias, conocido como “El Escorial Asturiano”, permite descubrir su impresionante arquitectura y su historia a través de visitas guiadas.
Para completar tu itinerario es este fantástico lugar, te recomendamos la casa rural Bernardo, en el propio pueblo. Rehabilitada con gusto, ofrece 4 apartamentos independientes de máxima categoría (3 llaves), que combinan la tradición asturiana con todas las comodidades modernas. Ha sido construida con piedra, madera y pizarra, por lo que la casa cuenta con un patio amplio rodeado por un muro de piedra y una auténtica panera asturiana. Resulta ideal para desconectar, ya que se encuentra en el pintoresco pueblo de Trasmonte, a solo 8 kilómetros del espectacular bosque de Muniellos, uno de los robledales más bellos de Europa.
Cazalla de la Sierra (Sevilla)
Cazalla de la Sierra es una de las mejores postales otoñales de la península gracias a su impresionante riqueza natural y su patrimonio cultural. Ubicado en pleno Parque Natural Sierra Norte de Sevilla, ofrece paisajes espectaculares con bosques de encinas, alcornoques y quejigos que se transforman en un vibrante espectáculo de colores otoñales, creando un ambiente idílico para disfrutar de paseos relajantes y actividades al aire libre.
Además de su belleza natural, Cazalla cuenta con una historia interesante reflejada en monumentos como el Castillo de las Aguzaderas, que invita a descubrir el legado cultural de la región. Durante el otoño, este pueblo cautivador se convierte en un refugio tranquilo para quienes buscan desconectar del bullicio urbano y sumergirse en un entorno lleno de magia y encanto.
Para pasar la noche en un entorno mágico, te aconsejamos el complejo rural Esencia de la Vega, que cuenta con cuatro casas con capacidad total para 20 personas. Chaco 1 (una de las casas a modo de ejemplo) es ideal para familias y cuenta con un salón con cocina equipada, TV y dos porches, uno con vistas al patio y otro al campo. Dispone de un dormitorio en planta baja y otro en la planta alta. Rodeada de amplios jardines, el complejo ofrece piscina, gazebos, zonas comunes cubiertas, un salón multiusos y aparcamiento privado, todo a pocos pasos del centro del pueblo y zonas de ocio.
Becedas (Ávila)
Becedas es uno de los pueblos otoñales con más encanto de España. Rodeado de densos bosques de pinos, robles y castaños, este pueblo de cuento se transforma en un espectáculo de colores cálidos durante esta estación, creando un ambiente perfecto para disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.
La cercana Reserva Natural de Las Fuentes de Béjar ofrece un paraíso de senderos entre árboles centenarios, donde los visitantes pueden respirar el aire puro de la montaña, disfrutar de paisajes espectaculares y descubrir las cascadas que adornan el entorno. En Becedas, el otoño invita a desconectar del estrés diario y a sumergirse en un ambiente sereno y revitalizante, perfecto para quienes buscan tranquilidad y conexión con la naturaleza.
Además, sus rutas de senderismo, paisajes vibrantes y el encanto de sus calles convierten a esta aldea en un refugio ideal para disfrutar de los colores, sonidos y aromas del otoño.
Para sumergirte en una noche aún más especial, te recomendamos acudir a la casa rural El Caldero. Se encuentra en el pueblo de Sorihuela, a tan solo 5,6 kilómetros de Becedas. Es una antigua casa de calderero, rehabilitada en 2013 con piedra, madera y forja, combinando encanto rústico con modernas comodidades.
Es ideal para grupos de 8 a 10 personas, ya que dispone de cuatro dormitorios; cada uno con baño privado y un encantador patio con barbacoa. Su ubicación en el casco antiguo permite acceder a pie a todos los servicios del pueblo, como los restaurantes, la farmacia, los bares y la piscina.
El Parque Nacional de Doñana (Huelva), de las mejores postales otoñales
El Parque Nacional de Doñana es un destino maravilloso para visitar en otoño por su increíble biodiversidad y paisajes únicos. Este Patrimonio de la Humanidad y Reserva de la Biosfera es uno de los humedales más importantes de Europa y en otoño se convierte en un escenario mágico donde la naturaleza despliega todo su esplendor. Con una combinación de playas, dunas, marismas y bosques, Doñana alberga una rica variedad de especies, incluyendo el amenazado lince ibérico y el águila imperial ibérica.
El otoño marca el inicio de la llegada de miles de aves migratorias, que transforman el cielo de Doñana en un espectáculo de vida y color. Ánsares, grullas, limícolas y otras especies encuentran en el parque su refugio invernal, ofreciendo a los visitantes una oportunidad única para la observación de aves. Además, el clima templado de la temporada es ideal para explorar el parque a través de sus rutas a pie, en bicicleta o a caballo, y disfrutar de visitas guiadas que revelan los secretos de este lugar extraordinario.
Para recuperar energías, te recomendamos descansar en la casa rural Los Pepe, en el pueblo de Chiclana de la Frontera. Este encantador complejo de 8 apartamentos está situado entre el pueblo y la playa de la Barrosa, rodeado por un pinar y cerca del mar. Cada apartamento (con capacidad para hasta 4 personas) ofrece un ambiente familiar y relajado. Los apartamentos, con opciones que incluyen uno de 2 camas dobles y siete de un dormitorio con sofá cama, están equipados con cocina completa, aire acondicionado o ventilador y ropa de cama y baño. Los huéspedes pueden disfrutar de rutas a caballo, surf y visitas a pueblos pintorescos como Tarifa y Conil.
El pantano de Santa Fe de Montseny (Barcelona)
El pantano de Santa Fe de Montseny es un destino excepcional para disfrutar durante el otoño, ya que en esta temporada revela su máximo esplendor. Sus aguas, rodeadas por un bosque que se viste con una paleta de colores cálidos, ofrecen una de las vistas más espectaculares de Cataluña.
El contraste entre el verde de los pinos, el dorado de los castaños y los reflejos en el lago crea un paisaje digno de postal, mientras que el aroma a tierra húmeda y la serenidad del entorno aportan una experiencia sensorial inigualable. Además, dispone de seis rutas de dificultad y longitud variable. Los visitantes pueden explorar desde vistas panorámicas del Turó de l’Home hasta senderos que atraviesan castañares en Viladrau.
Para disfrutar de una noche inolvidable en unas de las mejores postales otoñales, te recomendamos hospedarte en la casa rural El Cau de les Bruixes. Esta encantadora casa rústica se encuentra en el pueblo de Viladrau, a tan solo 25 minutos en coche del pantano. Con 240 m² distribuidos en dos plantas, ofrece en la superior 4 habitaciones y 2 baños, mientras que en la planta baja una habitación con una baño, un comedor con chimenea y una cocina con despensa. En el exterior, la casa dispone de barbacoa, piscina, zona de juegos infantiles y un pequeño huerto, ideal para entrar en conexión con la naturaleza.
Redacción ER
Junto a la primavera, el otoño es la estación más espectacular por su amplia gamas de colores. Los bosques están preciosos y, los que viajamos en esta época, deseamos que los demás sigan sin hacerlo.
Es vergonzoso que la gente vaya por las zonas rurales como si fuesen excursiones por la ciudad y, aún encima, dejando basura por todas partes. Esos autobuses llenos de gente que nada les importa la naturaleza, solo salir porque otros han estado antes.
El «hay que ir» de hoy en día en horroroso.